¿Ola de fusiones bancarias en el horizonte?

Los rumores sobre una posible fusión entre Commerzbank y Deutsche Bank y el acuerdo de integración en Estados Unidos entre BB&T y SunTrust hacen pensar en más operaciones en Europa y también dentro de España.

La continua debilidad de Deutsche Bank puede llevar a una fusión a mediados de año con Commerzbank. Según publicaba Bloomberg hace unos días, todo dependerá de cómo evolucionen sus cuentas durante este primer trimestre. Y lo que parece claro es que Angela Merkel quiere un gran campeón bancario nacional -quizás incluso con la participación de otro banco extranjero- que actúe como prestamista fiable de la industria del país. Esta eventual operación, de acuerdo con Scope Ratings, Deutsche Bank tendría más que ganar que Commerzbank. No sólo porque el primero tiene una peor calificación crediticia que el segundo (BBB con perspectiva negativa, frente a A con perspectiva estable), sino también porque Commerzbank tiene un mejor anclaje en su economía doméstica. Bien es verdad que, como continúan los expertos de Scope, Commerzbank ganaría en diversificación. Pero, en todo caso, señala la firma, la operación tendría una lógica de sumar dos negocios complementarios más que de recorte de costes. Eso sí, la generación de beneficios, en una economía alemana en desaceleración, será un gran reto. De hecho, se insiste en que ambas entidades tienen también problemas internos que convendría solucionar antes de embarcarse en una fusión así. Y no son pocos los analistas con los que hablamos que nos confiesan que la operación que se les viene a la cabeza cuando se les plantea ésta es la que generó el desastre que fue Bankia. 

No es la primera vez que salta la posibilidad de que se materialice esta gran operación en Alemania (Deutsche Bank capitaliza más de 16.000 millones de euros y Commerzbank, alrededor de 8.000 millones). Ya lo hizo en el verano de 2016. No salió adelante. Pero los altos ejecutivos de ambas entidades insistieron en la necesidad de fusiones bancarias en Europa, tanto dentro de los países como transnacionales. En particular en Alemania señalaron que la existencia de demasiados prestatarios estaba ocasionando un deterioro de la capacidad de generar beneficios.

A ello hay que sumar que en EE.UU. SunTrust y BB&T han anunciado una fusión, la mayor del sector bancario en una década. 

¿Puede el nuevo rumor que ha saltado y la operación ya anunciada en EE.UU. provocar nuevas operaciones corporativas en el sector financiero? El caso es que el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, se muestra partidario de las fusiones entre bancos medianos para hacer frente a los retos del sector. «Ahora la gran presión, del único sitio que salen comentarios sobre la necesidad de fusiones es del regulador, pero no de los interesados», afirma Jesús de Blas, de Bankoa Crédit Agricole. «El objetivo de estas operaciones es el recorte de costes para conseguir una mayor fortaleza, una mayor rentabilidad, economías de escala. El problema es que no es sencillo y a veces uno más uno no son dos. Y en algunos casos pueden surgir problemas importantes, como el que le ha traído TSB al Sabadell», añade De Blas.

Aunque es cierto que las palabras de Hernández de Cos fueron una bendición a la operación que estarían negociando Unicaja y Liberbank. Y ésta es una operación que los analistas ven con buenos ojos. Ricard Torrella, de Gesinter, comenta que la integración tiene sentido por su complementariedad geográfica, por ejemplo. Bien es verdad que, como advierte Pablo Fernández de Mosteyrin, de Renta 4, que ningún consejo de administración quiera perder poder puede dificultar el progreso de las negociaciones.

Fusiones por problemas o por razones industriales

Jesús de Blas explica, en todo caso, que la posible operación alemana no es extrapolable a España, porque las especiales características y circunstancias en que se encuentran los potenciales involucrados. En este sentido, para Fernández de Mosteyrín, este tipo de fusiones, como la que puede tener lugar con el banco Carige en Italia, se realizan para resolver problemas, no por razones industriales o por convicción estratégica, aunque en el caso italiano, es probablemente mucho más extremo. 

Gonzalo Sánchez, de Gesconsult, comenta que la cuestión alemana y la posible obligada operación no obedece sólo a que se trata de entidades en dificultades, sino que además éstas se dan en un mal contexto, por los bajos tipos de interés, que ya están presentes durante más tiempo del previsto y cuya persistencia puede extenderse aún más, dada la debilidad económica: «Si ya se dice que el BCE podría no subir los tipos de interés en 2019, ¿podemos esperar que la economía esté mejor en 2020?», plantea Gonzalo Sánchez.

Publicidad

Tipos bajos: ¿ventaja o inconveniente?

La cuestión clave que establece Ricard Torrella, de Gesinter, al hablar de la posibilidad de más operaciones corporativas en el sector financiero es si este panorama de bajos tipos de interés es un acicate para que los bancos se fusionen o lo contrario, un impedimento para que emprendan aventuras costosas y en gran medida inciertas. 

Javier Bernat, de GVC Gaesco Beka, comenta que el estrechamiento de márgenes favorece las operaciones corporativas en busca de una mejora de la eficiencia. Además, también señala que podríamos asistir a compras de entidades en busca de refuerzo de la base de depósitos ante próximos vencimientos.

Jesús de Blas comenta que si bien por un lado este difícil entorno podría animar a las entidades a realizar operaciones, en realidad los equipos gestores parecen haber decidido lidiar con la situación emprendiendo ambiciosos programas de recortes de costes. Además, en su opinión, el hecho de que las cotizaciones estén tan bajas no incentiva la realización de operaciones: las entidades compradoras, para hacer frente a las fusiones, no tendrían suficiente con sus recursos propios, se verían obligadas a realizar ampliaciones de capital a precios muy bajos y, por tanto, serían muy dilutivas para los accionistas. Por ello, como comenta De Blas, los equipos gestores, en la última presentación de resultados, han dejado muy claro que no están pensando en emprender aventuras corporativas. Ello, sobre todo, para quitar el miedo a esas posibles nuevas emisiones de acciones. Para De Blas, hay otro factor más que puede desincentivar futuros movimientos de consolidación del sector: «Los resultados yo no los he visto malos. Y los han conseguido en un entorno de tipos 0. Ello indica que no hay urgencia, que no hay necesidad de fusiones». «Si eres rentable, no te hace falta ganar tamaño», afirma De Blas.

Gonzalo Sánchez recuerda que en los últimos años se ha reducido mucho el número de bancos en España. Y Scope Ratings recuerda algunas de las más recientes operaciones, algunas de las cuales aún están pendientes de cerrarse: Bankia casi ha completado la integración de BMN; Santander está inmerso en la absorción de Popular; Bankinter ha adquirido EVO Banco; y además está en curso la negociación entre Liberbank y Unicaja. Scope Ratings cree que «más fusiones entre bancos regionales son posibles». Y argumenta: «Existe muy poca superposición entre los restantes bancos y porían buscar fusionarse para diversificar y expandir sus negocios. Bancos más grandes, como Bankia y Sabadell, podrían plantearse fusiones para agrandar sus franquicias». En opinión de esta firma, sería positiva esta consolidación de mercado interna, especialmente entre bancos regionales de menor tamaño, ya que permitiría a los bancos agrandar sus esfuerzos de distribución digitales y competir con rivales mayores de tú a tú».

Bankia y Sabadell, en el punto de mira

Gonzalo Sánchez coincide en que Bankia y Sabadell podrían participar en operaciones corporativas. Y explica sus razones: son entidades que cuentan con bajas rentabilidades sobre el capital y que van a tener complicado mejorarlas. «Se encuentran en un delicado momento de creación de valor», ratifica Gonzalo Sánchez. Este gestor argumenta que las dos entidades que tenían peores ROE ya están en negociaciones de fusión y que ello apunta que las otras dos que le siguen podrían también participar en operaciones similares. «Si el contexto de tipos de interés no te va a apoyar la recuperación del ROE, una consolidación puede ser la mejor manera de cerrar el gap entre la rentabilidad que generas y tu coste de capital», afirma Sánchez.

Ricard Torrella apunta al Sabadell como posible objeto de una operación: su acción ha caído por debajo de 1 euro y ello le coloca en una situación muy vulnerable, incluso cómo fácil objeto de especulación por parte de los inversores más agresivos que pueden agravar los problemas que ahora mismo sufre.

Más entre medianos que transnacionales

Javier Bernat coincide con Scope en que los candidatos a optar a participar en operaciones corporativas son los bancos medianos. Por ejemplo, Ibercaja, que quiere salir a cotizar. O Abanca, que también se prevé que dé el salto al parqué pronto. «Estas salidas a bolsa se han convertido en el escaparate tanto de los vendedores como de los compradores», añade Bernat.

Aunque a Torrella le gustaría ver operaciones entre grandes entidades europeas. Ello considera que podría ser un acicate para el sector financiero en el Viejo Continente. Pero hay algunos analistas que no creen que sean muy factibles las operaciones transnacionales: de acuerdo con Javier Bernat, las operaciones transfronterizas comportan un elevado nivel de riesgo, puesto que las regulaciones son diferentes: los bancos querrían una fábrica de productos única para lograr sinergias de ingresos, pero esta posibilidad está bastante limitada. «No hay una legislación homogénea entre los países, por lo que tiene más sentido que las operaciones tengan lugar dentro de cada Estado», añade Sánchez.

En portada

Noticias de