Oro para las joyas y plata para la industria

Ambos metales sufrieron una fuerte depreciación frente al dólar, pero mientras el oro se recupera con fuerza, la plata sigue tocada. Analizamos sus perspectivas técnicas.

No todos los metales preciosos son apreciados por los mismos motivos. Aunque tradicionalmente se han incluido en el conjunto de las materias primas, el uso de algunos metales por parte de la industria es residual, mientras que para otros es la principal fuente de la demanda. El mayor o menor uso de la plata y el oro como materias primas se manifiesta de forma proporcional en la volatilidad de las cotizaciones de ambos metales.

El uso industrial del oro solo absorbe un poco más del ocho por ciento de la producción. Para la plata este capítulo, a pesar de haberse reducido sensiblemente en la última década, se mantiene en niveles próximos al sesenta por ciento del metal disponible. Se debe a, entre otros motivos, el tirón del sector fotovoltaico, que se ha incrementado notablemente en los últimos años y que ya supone el dieciséis por ciento del uso industrial de este mineral.

¿Qué mueve la demanda?

Si atendemos al agregado entre el uso de estos metales para joyería e inversión -que son las fórmulas tradicionales y típicas de reserva de valor del ahorro- en las culturas que aún no han olvidado el papel de los metales en el sistema económico y monetario el oro destaca por acaparar más del ochenta por ciento de la demanda en estos dos apartados. Si además tenemos en cuenta las reservas de oro por parte de los bancos centrales (6,7 por ciento), el porcentaje de metal dorado que se atesora supera el noventa por ciento de la oferta.

La crisis y la aparición de otros materiales sustitutivos ha tenido mayor reflejo en el precio de la plata, sobre todo en cuanto a la volatilidad de la cotización. Mientras el oro ha retrocedido poco más de un treinta por ciento su cambio frente al dólar desde los máximos de 2011, la plata ha sufrido una caída superior al sesenta por ciento desde aquella fecha. 

La depresión de los precios de los bienes que utilizan la plata en su fabricación puede ser la principal causa de que el metal gris no replique la tendencia alcista que se refleja en el oro desde diciembre del 2015 y se mantenga en un rango próximo a los mínimos de ese año.

Análisis técnico: Rango lateral en los metales 

El escenario técnico de la cotización del oro no ha variado en las últimas semanas, pero sí lo ha hecho la precisión sobre los niveles de resistencia y soporte a vigilar en el corto plazo. Por la parte superior es necesario ver valores por encima de los 1.365 dólares si se quiere contar con garantías de atacar con éxito la resistencia de los 1.380 dólares por onza. En la parte inferior, la pérdida de los 1.305 dólares serviría para poner a prueba el soporte de los 1.280 dólares. Con cambios superiores a los 1.380 dólares en el oro, el camino quedaría despejado hasta la zona de los 1.470 dólares y hacia la confirmación de una tendencia sostenible a largo plazo.

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La plata presenta un intervalo similar en cuanto a distancia relativa entre el soporte y la resistencia, pero situado dentro de otra fase carente de tenencia de mayor rango. No parece que se den las circunstancias para que pueda superar los 17,4 dólares de la resistencia, pero tampoco que pueda perder los 16 dólares por onza del soporte.  Con estos condicionantes parece que sea mejor fijarse en el oro, tanto con fines especulativos como para destinar parte de los ahorros a los metales.

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