Para el dinero, Bolsonaro sería un mal menor frente a Haddad en Brasil

El mercado prioriza las posiciones que los candidatos tienen sobre dos cuestiones: las pensiones y la privatizaciones

Mañana tiene lugar la primera vuelta de los comicios brasileños. Edwin Gutiérrez, de Aberdeen Standard Investments, enmarca el contexto: "El trasfondo de las elecciones se define por la corrupción de todo el sistema político y un periodo de decadencia económica. Ambos factores han llevado al electorado brasileño a estar entre los más divididos e insatisfechos de la historia del país y por eso el populismo está triunfando". Gutiérrez también lanza su pronóstico: "Esperamos que en la primera ronda de las elecciones pasen el candidato de la extrema derecha, Jair Bolsonaro, o 'O Trumpinho' y Fernando Haddad, el candidato del Partido de los Trabajadores". Ninguno de ellos es probable que supere el 50% de los sufragios, de ahí la necesidad de la segunda cita electoral, que tendrá lugar el 28 de octubre. 

Gutiérrez resume la visión que tiene la comunidad inversora respecto a los dos candidatos con más probabilidades de pasar a la segunda vuelta: "Bolsonaro es el candidato más favorable para el mercado y no tanto por sus políticas, sino porque no es Haddad. Tanto para los inversores extranjeros como para los locales, la diferencia entre los candidatos se reduce a dos cuestiones: la reforma de las pensiones y la privatización". Como Haddad ha prometido desechar las reformas y el programa de privatizaciones del actual presidente Temer, es posible que, según apunta Gutiérrez, si Bolsonaro gana, "deberíamos ver un rally de alivio en los activos brasileños". Gutiérrez añade: "Esto no es muy diferente a lo que sucedió en las elecciones presidenciales mexicanas, cuando los inversores se dieron cuenta de que Andrés Manuel López Obrador no iba a ser tan negativo para la economía como habían temido". 

Thomas Rutz, de MainFirst AM, destaca que el posible ministro de Finanzas de Bolsonaro, Paulo Guedes, es liberal y quiere recortar el gasto y recomprar deuda con los ingresos de las privatizaciones de empresas estatales rentables y del sistema público de pensiones. En este sentido, Rutz afirma: "Para muchos, la esperanza de que implementará las reformas necesarias lo convierte en el favorito de los candidatos que cuentan con más papeletas para ganar. En cuanto a Haddad, Rutz explica: "En lugar de seguir adelante con la privatización y la reforma de las pensiones, Haddad quiere impulsar la economía a través de la inversión. Los mercados esperan que, al igual que Andrés Manuel López Obrador en México, no implemente sus ideas más drásticas".

Irina Topa-Serry, de AXA IM, considera que el país necesita "reformas dolorosas", pero también que es muy poco probable que de las elecciones salga un presidente reformista y con amplio apoyo en el Congreso (Geraldo Alckmin es el candidato favorito de los mercados, es el que lleva un programa más ortodoxo: se compromete a cerrar el déficit fiscal en dos años). Topa-Serry prevé que si un candidato de izquierdas gana las elecciones (bien el del PT, Haddad, bien Gomes, socialdemócrata), los mercados pueden sufrir, ante la previsión de una ampliación del déficit; mientras tanto, opina que un candidato más reformista, como el mismo Alckmin, pero también Bolsonaro o Silva -ecologista-, podrían traer algo más de alivio a los mercados en el corto plazo. Aunque la experta de AXA IM considera que en la reacción que tengan los activos financieros puede tener importancia también el grado de apoyo con el que el próximo gobierno cuente con vistas a la próxima legislatura: de ello dependerá la credibilidad que se preste a la agenda reformista que defienda cada candidato. 

Pablo Riveroll, de Schroders, coincide con los anteriores analistas, aunque transmite su visión de manera más aséptica: "La reforma de las pensiones y la continuidad de la disciplina presupuestaria se consideran fundamentales para la sostenibilidad presupuestaria a medio plazo. En consecuencia, es probable que el desempeño de los activos brasileños dependa de la forma en que el próximo gobierno aplique políticas adecuadas. Si el gobierno no lleva a cabo políticas económicas lo suficientemente convencionales, es probable que la reacción de los mercados de bonos y de divisas presionen al gobierno para que considere un marco político más ortodoxo. Así, tenemos la convicción de que la sostenibilidad presupuestaria se abordará a medio plazo, pero es probable que tanto el camino para hacerlo como el plazo dependan de quién gane las elecciones y podrían tener implicaciones importantes para la volatilidad del mercado a corto plazo y el plano macroeconómica". En definitiva, en opinión de Riveroll, "es probable que el nuevo gobierno apruebe la reforma de las pensiones, independientemente de qué candidato gane, aunque es posible que la forma y el alcance difieran. El mercado podría debilitarse si el nuevo gobierno no se compromete a presentar y aprobar la reforma de las pensiones al principio de su mandato". De todas maneras, Riveroll señala que tiene una visión positiva (pero prudente) sobre la renta variable brasileña, por lo que la volatilidad que puede haber sería para sacarle partido e iniciar posiciones en compañías brasileñas de alta calidad y que coticen con descuento. 

Con sus palabras, Riveroll sugiere también que la primera reacción puede ser mejor en los mercados si Bolsonaro gana la segunda vuelta, dado que este candidato es el partidario de la reforma de las pensiones y un programa amplio de privatizaciones, así como de la simplificación del sistema fiscal. Aunque, dado que su partido es más pequeño y tiene menos representantes en el Congreso y ninguno en el Senado, podría serle difícil aprobar leyes en solitario, y necesitaría la colaboración de otros partidos. 

En línea también con Riveroll, David Souccar, gestor de Vontobel AM, explica: "El mercado está demasiado centrado en el próximo presidente y tal vez subestima el hecho de que Brasil ha demostrado tener instituciones sólidas". E insiste en la idea del "único camino" que tiene el país por delante, sea quien sea el próximo presidente: "La reforma fiscal no es un debate ideológico en este punto, es una cuestión de gobernabilidad". "El gobierno necesita restaurar un nivel mínimo de credibilidad para restablecer la confianza del mercado. El próximo presidente electo tendrá el capital político para hacerlo, algo que el actual presidente Temer no tiene. Brasil se está embarcando en un importante debate sobre el papel del Estado en la economía. Los gobiernos anteriores no tuvieron que trabajar mucho en este tema, había espacio para aumentar los impuestos y la deuda pública, ya que el porcentaje sobre el PIB era el menor. Esto ya no es posible. Creemos que este debate es importante no sólo para devolver las cuentas del Gobierno al equilibrio, sino también para promover un camino de crecimiento más estable, algo que hasta ahora ha sido un punto de frustración para el mercado".

En portada

Noticias de