Powell deja la puerta abierta a una bajada de tipos en septiembre
El presidente de la Reserva Federal norteamericana, Jerome Powell, destaca que la economía estadounidense sigue sólida, pero advierte de los riesgos y avisa de que la institución hará lo que sea apropiado para mantener la expansión.
El presidente de la Reserva Federal nortemericana, Jerome Powell, en el texto su discurso para el foro de bancos centrales que se celebra en Jackson Hole (Estados Unidos), apunta que la economía estadounidense se encuentra en buena forma, pero que enfrenta significativos riesgos, como el crecimiento económico, que se resiente por la guerra arancelaria. "La incertidumbre comercial parece estar jugando un papel en la desaceleración global y en la debilidad de las manufacturas y en la inversión en Estados Unidos", asevera.
"Actuaremos como sea apropiado para sostener la expansión, con un fuerte mercado laboral y con la inflación cerca de su objetivo del 2%", añadió.
El mercado, de estas palabras, interpretó que el presidente de la Reserva Federal norteamericana deja la puerta abierta a otra bajada de los tipos de interés en su próxima reunión de septiembre. Y eso que en los últimos días varios presidentes regionales del banco central estadounidense se mostraron contrarios a rebajar el precio del dinero.
La Fed bajó los tipos de interés en julio por primera vez desde el estallido de la crisis. El presidente Powell calificó en su momento ese movimiento de "ajuste de mitad de ciclo" y afirmó que no se trataba del inicio de un largo proceso de recortes en el precio del dinero.
Pero, desde la última reunión de la Fed han pasado cosas muy relevantes a las que Powell da mucha importancia, tales como un adicional deterioro de la situación económica, así como un recrudecimiento del enfrentamiento comercial. Además, la geopolítica también se ha complicado, con la probabilidad creciente de un Brexit sin acuerdo, con la escalada en las protestas de Hong Kong o con la reciente disolución del Gobierno italiano. Todos son riesgos que Powell enumera en su discurso y que dejan patente que su percepción sobre la situación económica ha empeorado y que, por tanto, podrían animar a la institución a actuar de nuevo bajando el precio del dinero. "En principio, cualquier cosa que afecte a las perspectivas de empleo e inflación podrían también afectar a la política monetaria, y en ello podemos incluir la incertidumbre sobre la política comercial", argumenta Powell. "Sin embargo, no hay precedentes recientes para guiar una respuesta política a la situación actual", concluye.
El presidente de la Fed evitó hablar ahora de "ajuste de mitad de ciclo" para referirse a la última bajada de los tipos de interés, quizás porque su visión de la situación ha cambiado en las ajetreadas últimas semanas, como las calificó. Y el poso que queda de su discurso es que la institución hará lo que sea necesario para mantener el crecimiento económico, sin comprometerse a nada.
La acogida del mercado al esperado discurso de Jerome Powell se ha visto eclipsada por la decisión de China de establecer nuevos aranceles contra Estados Unidos sobre importaciones por valor de 75.000 millones de dólares. Así, en Wall Street se respira desánimo y en Europa los indicadores se mueven ligeramente al alza. La situación empeoró después de que el presidente Donald Trump avisara de que contestará a China esta misma tarde.
En el mercado de deuda, el interés del bono americano cayó desde el 1,60% al 1,57%. Y en el mercado de divisas, el euro, que se movía en niveles poco por encima de 1,1050 unidades ha pasado a colocarse en 1,1080.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mostró su descontento a través de Twitter, como es habitual: "Como es habitual, la Fed no hizo nada (...) Tenemos un dólar muy fuerte y una Fed muy débil (...) Mi única pregunta es, quién es nuestro mayor enemigo, Jay Powell o el presidente Xi".