Putin desencadenado: ponga ya a cubierto sus inversiones

Los próximos movimientos de Putin son imprevisibles. Esta vez el riesgo político es de largo recorrido y tendrá más impacto en los mercados

Las bolsas, en tiempos de guerra, suelen comportarse rematadamente mal cuando suena el primer disparo y a las pocas semanas se recuperan con rapidez, por lo que el impacto no es tan negativo como uno puede esperar ante un escenario incierto. 

Pero esta vez, con la crisis entre Rusia y Ucrania de fondo, se teme que la evolución de los mercados será diferente a la de otros conflictos geopolíticos. Con Vladimir Putin por medio es complicado establecer un patrón de comportamiento definido. 

Los líderes occidentales no han acertado en los pasos que iba a dar. Biden lleva más de un mes anunciando la invasión de Ucrania. Se ha atrevido, en más de una ocasión, a dar hasta el día y la hora.

Josep Borrell parece más un discípulo del general Patton que un alto representante de la Unión Europea para asuntos exteriores y de seguridad. Anunció primero, cual estratega militar, por dónde llegarían las tropas de Putin, y unos días después, el jueves 17 de febrero, dijo que el bombardeo sobre Ucrania había comenzado, concretamente sobre el este del país, cuando en la zona a la que hacía referencia, en la línea de separación, se producen bombardeos desde hace siete años. 

El primer ministro francés, Emmanuel Macron, con quien Putin se comprometió a retirar sus tropas de la frontera de Ucrania el 20 de febrero, y el canciller alemán Olaf Scholz, también han fracasado en sus gestiones en Moscú. 

¿Preservar el capital o buscar rentabilidad?

Y lo peor es el paso dado por Putin. Con el reconocimiento de las repúblicas rebeldes de Donetsk y Lugansk como Estados independientes, el líder ruso saca de la ecuación a los acuerdos de Minks, cuya aplicación reclamaba hasta ahora.

A partir de estos momentos, sus movimientos serán imprevisibles. Lo que más suena, según fuentes diplomáticas, es que la invasión del Ejército ruso llegaría hasta la frontera de las provincias rebeldes con Ucrania. 

El caso es que tenemos a Putin desencadenado y es lógica la inquietud que atenaza a los inversores, que ven que el conflicto va para largo. La revista inversión ya anticipó las consecuencias de una invasión rusa. El castigo será más duradero y la pregunta ya flota en el mercado. ¿Qué interesa en estos momentos? ¿Preservar el capital o buscar rentabilidad? 

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Los inversores parecen decantarse por lo primero, aunque tampoco lo tienen fácil. Con la caída al mismo tiempo de los bonos y las acciones, no hay muchos sitios donde encontrar la paz. En el podcast al cierre de los mercados de finanzas.com se analiza el oasis que han creado las divisas al margen de Ucrania. Pero son más los expertos que miran al oro, el refugio de siempre, aunque ya no brille tanto.  

Este año el metal precioso sube un 4 por ciento. Poco botín para tanta incertidumbre. El paladio se revaloriza un 22 por ciento y el platino, un 12 por ciento. Peor lo lleva la plata, que solo avanza un 2 por ciento. 

No obstante, las firmas de inversión son muy optimistas con el metal amarillo. Goldman Sachs, por ejemplo, ve al oro por encima de los 2.000 dólares este año. Citigroup rebaja un poco ese optimismo y lo deja en 1.950 dólares la onza. Actualmente cotiza en 1.895 dólares. 

Mirada de reojo al IBEX 35

Los inversores también miran al IBEX 35, porque al contar con mayoría de energéticas y bancos en sus filas, está resistiendo mejor que el resto de índices europeos. También juega a su favor la reducida exposición de sus componentes al mercado ruso. Pero de ahí a considerarlo un refugio puede ser arriesgado.

Recibirá menos castigo, pero no estará a salvo de los recortes. Es una opción interesante para los que buscan rentabilidad en este escenario antes que preservar el capital. Una opción arriesgada, en cualquier caso. 

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