Qué queda interesante en un Nasdaq en récord

Los analistas, que reconocen que algunas valoraciones son muy exigentes, detectan algunos focos de interés: las compañías más ligadas a la publicidad de internet, así como los fabricantes de semiconductores, además del comercio electrónico. 

El sector tecnológico no deja de subir en Bolsa. El Nasdaq, en el que cotizan sobre todo este tipo de empresas, aunque no exclusivamente, sube más de un 15 por ciento este año y está en máximos históricos. Según Beatriz Catalán, gestora de Ibercaja, ello se debe a que la aceleración del crecimiento empuja tanto la inversión en tecnología como la demanda real y eso es palpable en los resultados de las compañías. En esta idea abunda Stuart O'Gorman, de Henderson: «Las acciones tecnológicas han registrado un comportamiento masivamente mejor que otras en los últimos diez años, pero esto se ha debido enteramente a un crecimiento superior en los beneficios. Las acciones tecnológicas, de media, sólo cotizan con una prima del 10 por ciento respecto al conjunto del mercado a pesar de tener una mayor generación de caja». 

Pero también hay llamadas a la prudencia. Por ejemplo, la de Celso Otero, de Renta 4: «La subida de las acciones se ha producido con crecimiento de los beneficios, lo que es muy sano, pero las valoraciones están en niveles bastante elevados». Así, sobre el valor contable, sus cotizaciones se encuentran en máximos desde 2001, al igual que en términos de valor de empresa sobre el beneficio bruto de explotación, y el per también está en niveles exigentes. «Quien vaya a comprar ahora el Nasdaq tiene que tener en cuenta que no está adquiriendo una ganga», asegura. 

«Puede haber casos de compañías concretas que estén caras, pero el momento de beneficios es muy positivo. Antes cotizaban beneficios esperados, los de ahora son reales», explica Carlos Camacho, de Rural Caja. Pero Jaume Puig, de GVC Gaesco Beka, señala que se está topando con el problema de que le es difícil encontrar sustitutas baratas a las compañías que tiene en su fondo cuando se encarecen. Y a otro inconveniente: «Estas compañías se han beneficiado de las grandes innovaciones de 2007 por las que se pagaban precios razonables, como el teléfono inteligente, el big data o las redes sociales, pero ahora no hay nada de verdad rompedor», afirma Puig. O quizás sí, pero aún de forma muy incipiente, como el coche autónomo o la inteligencia artificial. 

Opciones con potencial

Pero incluso los inversores más cautelosos, como Otero o Puig, mantienen posiciones en el sector. Otero, por ejemplo, en IBM, pese a que sus últimos resultados no sentaron demasiado bien. Pero la suya es una apuesta a largo plazo: en su opinión, el mercado no está valorando Watson, su negocio de inteligencia artificial y análisis de 'big data', muy prometedor. Además, mientras cuaja lo más innovador, IBM sigue contando con una valoración atractiva y una fuerte generación de caja. También mantiene en cartera a Qualcomm: la primera reacción a sus números no fue positiva, pero el mercado fue corrigiendo esa primera respuesta vendedora, a la vista de que las cuentas están influidas por un contencioso puntual con Apple. Cree que también merece la pena Cognizant, una compañía de consultoría para, entre otros, el sector fintech o el sanitario. Por último, apuesta por Alphabet (matriz de Google), debido al éxito de la explotación de la publicidad en internet.

Puig se inclina por Sofos Group, una compañía inglesa de seguridad en la red y por Fanuc, la primera empresa de robótica del mundo. Otras posiciones que mantiene, aunque reducidas, son Netflix o Alphabet, además de Salesforce.com y Activision. También ha reducido en Samsung. Y ha vendido ASM International o Besi, fabricantes de chips: no ha podido mantenerlos por valoración ni sustituirlos por otros nombres. Tampoco le salen suficientemente atractivas de precio compañías tecnológicas más convencionales, como HP o Microsoft. 

Para Antonio Aspas, de Buy & Hold, Google, la compañía estrella por la que apuestan casi todos los expertos consultados, es interesante: no es que crea que está barata, pero crecimientos del 25 por ciento tanto en beneficios como en ventas dan una cierta seguridad. También tiene posiciones en Ubiquiti, que fabrica equipos tecnológicos para el wifi. Aspas evitaría compañías como Amazon o Facebook, por sus valoraciones peligrosas ante posibles decepciones. En todo caso, esta red social es la única que entra dentro de las apuestas de los gestores. Puig llegó a apostar por Linkedin, pero Microsoft la «opó». 

Para Beatriz Catalán, las mejores opciones en el sector tecnológico pasan por dos segmentos de esta industria. Por un lado, las compañías ligadas a la publicidad en internet, donde las estrellas, en su opinión, son Alphabet y Facebook. Sylvie Sejournet, de Pictet, coincide: «El segmento de publicidad en línea ha llegado a ser el de mejor comportamiento, impulsado por los sólidos resultados de Facebook y Priceline». Por otro, Catalán señala los fabricantes de semiconductores y sensores, entre los que se encuentran Intel, Texas Instruments, ASML o Broadcom. También apunta el interés del comercio electrónico, como Amazon, con el riesgo de que es un sector que tiene que seguir invirtiendo y monetizando sus inversiones, algo que, por el momento, logra. Según Sejournet, en esta área también han destacado las chinas Alibaba y Netease. Y Puig señala otra firma del sector: Rakuten, japonesa. 

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Otras compañías en las que Sejournet ha tomado posiciones son Ultimate Software, proveedor de aplicaciones para empresas de más de 300 empleados en EE.UU.; Kakao, la aplicación de mensajería dominante en Corea del Sur; así como el desarrollador de juegos Electronic Arts. 

Carlos Camacho, que insiste con Google, además de por la publicidad, porque tiene activos que el mercado aún no valora, también apuesta por Amazon, aunque con una posición pequeña «porque es una empresa difícil de valorar: con los beneficios de hoy, está muy cara, pero si la miras con los beneficios previstos para dentro de tres o cuatro años, no está tan cara». Pero, en todo caso, en su opinión, cuenta con un equipo directivo disruptivo, muy bueno, ganador. Mayor peso en su fondo cuentan Apple y Samsung, porque están baratas, generan caja y sus crecimientos dan seguridad a su valoración.

Contra la vieja economía 

O'Gorman, además de señalar a los ganadores del incremento de los presupuestos publicitarios (Facebook y Google), apunta compañías que están retando a la vieja economía, como Amazon y Alibaba, en el segmento 'retail', así como Priceline y Expedia, en viajes. Además, cree que hay que aprovechar la tendencia creciente al pago con medios electrónicos, con empresas como Electronic Payments, pero también MasterCard y Visa. Con vistas a un más largo plazo, hay que apostar por la inteligencia artificial, la gran mega-tendencia que podría despuntar en la próxima década. A ella, Jaume Puig suma la virtualización o el 3D. También, el coche eléctrico. ¿Con Tesla? «A esta compañía no se le discute el futuro, pero ahora está cara y puede que lo que propone sea una realidad que llegue más tarde de lo que se descuenta», concluye Puig, que también explica que ha recogido beneficios en Panasonic, la compañía líder mundial en la provisión de baterías para el automóvil eléctrico.

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