Razones por las que el Ibex-35 sube 1.000 puntos en dos semanas
Desde el 8 de abril, el indicador ha subido desde poco por debajo de los 8.300 puntos hasta superar los 9.200 puntos. ¿Por qué?
El selectivo español empezaba el año en los 9.544,20 puntos. Desde ese nivel cayó hasta los 7.746,30 puntos que marcó el 11 de febrero. A partir de ahí inició un rebote que le llevó hasta los 9.142,70 puntos el 14 de marzo. En ese punto comenzó una corrección que terminó el 7 de abril en los 8.292,90 puntos. Inició un rebote continuado que le ha llevado a superar los 9.200 puntos el viernes, tras encadenar diez sesiones alcistas de las últimas once. ¿Qué factores explican esta intensa subida de cerca de mil puntos?
En primer lugar, la banca, porque el selectivo español poco puede hacer sin ella. Santander, BBVA, Sabadell y el Popular ganan, en estas dos últimas semanas, entre un 23% y un 26%. Ha sido un potente rebote que, sin embargo, aún deja a entidades en números rojos en el año, como el Popular, que se deja un 17% o Bankia, que retrocede un 16,39%, y CaixaBank, que baja un 12%. También Santander y BBVA siguen en negativo en el año, pero con pérdidas que rondan apenas el 2%. Los mejores del año, los que ya han presentado sus cuentas del primer trimestre: Bankinter, que gana un 3,74% y Sabadell, que se anota un 7,64%.
La subida del precio del petróleo también ha sido esencial para la recuperación de niveles de todos los indicadores mundial en general y del Ibex-35 en particular. No en vano, uno de los pesos pesados del índice, Repsol, gana un 23% desde los mínimos de abril, mientras que Técnicas Reunidas se apunta un 20,48%. Esta tendencia no la ha podido enturbiar ni siquiera la fracasada reunión de Doha, en la que los países productores de petróleo no lograron ponerse de acuerdo para congelar la producción de petróleo, dado que el crudo desde entonces ha seguido subiendo para rebasar la barrera de los 45 dólares el pasado viernes, debido a que se atisba que, poco a poco, la sobreoferta va a ir reduciéndose. La recuperación del precio del crudo es importante puesto que quita presión sobre el "high yield" americano, que es básicamente energético, y sobre el resto de la renta fija, que también se vio contagiada en los peores momentos del petróleo a principios de año. Además, favorece la recuperación de los países emergentes productores de petróleo.
Sí, de las subidas de la Bolsa española también tienen en parte de culpa el hecho de que las Bolsas de América Latina hayan recuperado niveles con mucha fuerza, debido a la importante dependencia que las grandes empresas españolas (y cada vez más de las no tan grandes) tienen de América Latina. Así, sin ir más lejos, el índice brasileño gana este año ya un 22%, cifra parecida a la que se revaloriza el indicador argentino, mientras el mexicano avanza un 6,5%. Además, las divisas parecen estabilizarse.
Hablando de emergentes, China también ha promovido cierto alivio en la comunidad inversora. En los últimos días se han publicado buenas cifras tanto de exportaciones como de importaciones. Además, el crecimiento de la producción industrial bate expectativas, al igual que las ventas al por menor. Ello implica que la desaceleración puede estar tocando fondo tras crecer en el primer trimestre del año un 6,7%, de acuerdo con lo esperado, pero menos que el trimestre anterior, cuando la economía se expandió un 6,8%.
La parte negativa de las buenas noticias procedentes de China es que no es probable que el banco central del país haga mucha más expansión monetaria. Y esa decepción hizo que algún día cundiera el desánimo en la comunidad inversora. Pero, en general, la política de los bancos centrales continúa siendo uno de los principales apoyos de los mercados. En primer lugar, el Banco Central Europeo, el más novato en la expansión monetaria masiva, que comenzará a comprar deuda privada a partir del mes de junio, según ha contado su presidente, Mario Draghi, hace unos días, y que apoya a un sector financiero aprisionado por unos bajísimos tipos de interés. Nunca Mario Draghi había mostrado más convicción que en su última comparecencia, en la que argumentó y se defendió contra los críticos más ortodoxos de Alemania. Y ello tiene su reflejo en las Bolsas. Y también en el euro. La Reserva Federal norteamericana también se ha convertido en una aliada de las Bolsas por su prudencia y el retraso de las subidas de los tipos de interés en Estados Unidos. Otros bancos centrales también continúan con la maquinaria de imprimir billetes más que engrasada, como el de Suecia o el de Japón, que promete más munición.
Al tiempo que los bancos centrales continúan con prudentes y los organismos internacionales, como el FMI, ponen de manifiesto los riesgos a los que se enfrenta la economía global, los datos económicos siguen mostrando buen tono dentro de la discreción. Suficiente como para haber alejado el fantasma de una nueva recesión global o circunscrita a Estados Unidos.
La campaña de presentación de resultados está siendo, en términos generales, positiva. Bien es verdad que las turbulencias de principios de año provocaron que los analistas se pusieran muy negativos y rebajaran fuertemente las expectativas, lo que pone ahora fácil batirlas. De todas maneras, la campaña de rendición de cuentas acaba de comenzar y queda mucho por delante. El viernes, el sector tecnológico se trastabilló un poco debido a la decepción que propinaron algunas compañías. De todas formas, los analistas consideran que será fácil que acabe la presentación de resultados mejor de lo que se espera, aunque ello únicamente sirva para mantener alejados los miedos. Además, se espera que conforme pasen los trimestres los números de las empresas mejorarán, aunque las previsiones que hagan ellas mismas serán fundamentales para ratificar esa sospecha.