Renta Fija no es renta garantizada
Insistían la semana pasada el responsable de una entidad financiera y un conocido consultor, que está ayudando a las cajas[…]
Insistían la semana pasada el responsable de una entidad financiera y un conocido consultor, que está ayudando a las cajas a fusionarse, que uno de los principales retos del sistema era la simplicidad al vender productos. Les recriminábamos los periodistas que estábamos en ese ágape que los expertos llevan tres años con esta cantinela, pero que poco quieren explicar cuando se trata de colocar un determinado activo.
La emisión de deuda ha sido el ejemplo más palpable de una política que sigue el mismo camino que antes de la crisis. La renta fija privada, en general, y las participaciones preferentes, en particular no son mucho menos, un sinónimo de garantía ni estabilidad para el inversor: se está a expensas de que el emisor pueda hacer frente a los vencimientos (léase el caso Caja Sur, cuyos responsables "estaban estudiando" la posibilidad del pago de la emisión que cumplía este mes); si el ahorrador quiere anticiparse al vencimiento marcado, es muy difícil vender en el mercado secundario... "Al igual que en la renta variable, se corre un riesgo, con la diferencia de que quien invierte en bolsa ya sabe a lo que se expone", comentaba uno de los responsables financieros del encuentro.
Mal asunto si quienes comercializan activos financieros no se esfuerzan en informar, aconsejar y ubicar a cada perfil de inversor con su producto adecuado. La desconfianza seguirá reinando y apenas habremos aprendido lecciones tras tres años de crisis.