Resultados empresariales: ¿los que necesita el Ibex-35 para volver a máximos?

Los analistas confían en que las cuentas de las compañías continúen mejorando y justifiquen niveles más elevados en la Bolsa española. El sector financiero, el impacto de la fortaleza del euro y valores que han tenido problemas recientemente centrarán el interés del mercado. 

Quizás tras el ruido político de las últimas semanas vuelva a cotizar la economía en el Ibex. La campaña de presentación de resultados del tercer trimestre, que acaba de empezar en EE.UU., arranca en unos días en España, y puede hacer que la comunidad inversora vuelva los ojos a los fundamentales de las compañías. Algunos analistas, como Jesús de Blas, de Bankoa Crédit Agricole, se muestran un poco escépticos: «Los resultados podrían ser menos importantes de lo que deberían para la Bolsa española. Los resultados serán buenos, pero se pueden ver eclipsados por las cuestiones políticas». 

Pero, para Víctor Peiro, de GVC_Gaesco Beka, sí serán relevantes para el Ibex. Este experto prevé que, en total, en el año, los beneficios crecerán en España alrededor de un 13%, después de haber avanzado un 20% en el primer semestre y subir entre un 8% y un 10% en la segunda mitad del año, no por una desaceleración, sino debido a que ya el último tramo de 2016 fue favorable. Con estas cifras, en su opinión, el mercado va a sacar la conclusión de que los multiplicadores a los que cotiza la Bolsa son baratos. Y argumenta: el per (precio entre beneficio) del Ibex-35 estimado para 2018 está en las 12,8 veces, por debajo de las 15,8, en que está su media histórica. Por ello, la conclusión de Peiro es que hasta mediados de noviembre el Ibex puede seguir moviéndose en un rango lateral y a partir de entonces puede tener una reacción alcista gracias a los resultados del tercer trimestre, cuya presentación ya irá bastante adelantada. 

Javier Rillo, de Ibercaja, coincide en la importancia que tendrán las cuentas del tercer trimestre. En su opinión, son, siempre, las más importantes del año, porque corresponden al periodo en el que las empresas ya saben si van a cumplir con sus objetivos, si pueden elevar sus guías para el ejercicio o si, por el contrario, tienen que revisarlas a la baja. En opinión de Rillo, en esta ocasión, son más probables revisiones al alza que a la baja, por lo que, como Peiro, confía en que se conviertan en un catalizador alcista para la Bolsa. Y según Eugeni Siscar, de BNP Paribas Personal Investors, es posible que ayuden al índice a recuperar los máximos anuales que marcó en los 11.200 puntos, si además la crisis política se mitiga. Aunque los números de Rillo invitan a una mayor cautela que los de GVC Gaesco. 

Según describe Rillo, este año, las empresas del Ibex-35 ganarán 710 euros por acción, lo que implica, con un Ibex-35 rondando los 10.300 puntos, un per de 14,5 veces, lo que supone una prima del 10% respecto a su media histórica. Rillo se pregunta si tiene sentido pagar ese «sobreprecio» y responde que sí con un crecimiento de los beneficios de entre un 10% y un 12% interanual desde niveles muy deprimidos, pero siempre y cuando los contextos interno y externo no se tuerzan. Respecto a la crisis política interna apunta que el consenso de analistas no ha bajado las expectativas de beneficio de las empresas, aunque reconoce que hay firmas que aplican primas de riesgo más elevadas que sí tienen la consecuencia de que bajan las valoraciones. 

En todo caso, según Borja Gómez, de Dunas Capital Inverseguros, el tercer trimestre aún sería pronto para ver el impacto en los beneficios de la crisis política, pero afirma que en el cuarto trimestre sí podría observarse alguna incidencia, si la inestabilidad se prolonga en el tiempo. 

¿Qué vigilar en las cuentas?

Si nos centramos en lo que puede ocurrir en particular con los resultados del tercer trimestre, Joaquín Robles, de XTB, comenta que, en primer lugar, habrá que observar el modo en que puede haber afectado la apreciación del euro, que se ha concentrado sobre todo en el periodo comprendido entre junio y septiembre, y no sólo contra el dólar, sino también frente a las monedas emergentes. De ello, según apunta Jesús de Blas, se podría derivar alguna sorpresa negativa. Por ejemplo, en Inditex, aunque es la última compañía en hacer públicos sus números porque sigue un calendario diferente. Pero también señala el caso de BBVA, por la caída de la lira turca. David Navarro, de Andbank, abre el espectro y comenta que habrá que estar pendiente de los grandes valores, incluidos los dos grandes bancos, por su exposición a América Latina, pero también a compañías más pequeñas como Prosegur, también muy dependientes del subcontinente americano. 

Asimismo, Navarro cree que el mercado va a prestar mucha atención a los valores ligados al turismo, no sólo a las cadenas hoteleras, sino también a Amadeus, IAG o Aena. El tercero es un trimestre muy importante para estas compañías y además, se presupone que este año ha sido bueno en España.

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Navarro recuerda que si en el segundo trimestre hubo una ligera decepción con cifras de ventas, ahora habrá que prestarles atención, no así a los márgenes, que él considera fuera de peligro, porque las empresas sí han hecho los deberes en cuanto a costes y además tienen a su favor unos tipos bajos.

Además de a rúbricas concretas y en cuestión de los resultados, los inversores prestarán también atención a compañías a las que les fue regular en las últimas presentaciones de resultados o que han tenido problemas recientemente. Así, Jesús de Blas comenta que el mercado va a mirar con lupa las cuentas de Gestamp, así como las de Siemens Gamesa, además de las de industriales como Tubacex o Tubos Reunidos, o las de Faes Farma o Euskaltel. En opinión de De Blas, «algunas compañías tienen una cita importante por los momentos de desconfianza que han vivido y podrían tener una reacción positiva si presentan buenos resultados». 

Según Eugeni Siscar, valores que podrían tener buena reacción a sus resultados podrían ser Indra, Aena, Colonial, Applus, eDreams y, tal y como coincide con De Blas, también Faes Farma.

¿Sorpresa en Telefónica? 

Javier Rillo observa la posibilidad de sorpresas positivas en el sector de las telecomunicaciones, en particular en Telefónica, en el caso de que haya una revisión a la baja de las cifras de inversión, porque ello implicaría un mayor flujo de caja y la posibilidad de un incremento de los dividendos. Víctor Peiro coincide en que se puede ver una mejora en las cuentas de Telefónica, y también en el sector financiero, el que seguirá siendo uno de los principales focos de atención. Roberto Berzal, de Orey iTrade, sin embargo, advierte de la posibilidad de alguna mala noticia en la banca como consecuencia de la crisis catalana y el aumento de la prima de riesgo. Bien es verdad que por este último, las apuestas de los analistas obedecen, más que a los resultados, aún pendientes de una curva de tipos que todavía no coge pendiente, a que se tranquilice la situación política, porque ha sido uno de los sectores que se ha mostrado más vulnerable.

En cuanto a las eléctricas, que tanto peso tienen en el selectivo, Peiro no prevé una mejora, sino estabilidad, puesto que le perjudica la hidroeléctrica, porque no ha llovido en los últimos meses.

Hablando de valores o sectores con peso, ¿qué puede ocurrir con Repsol? Las cuentas del tercer trimestre pueden ser importantes, puesto que, como recuerda Joaquín Robles, cotiza en máximos.

La banca presenta los primeros números en Wall Street

Citigroup y JP Morgan presentaban sus cuentas del tercer trimestre el pasado jueves. Y la reacción fue negativa: el sector en su conjunto se replegó desde los máximos de diez años que había marcado previamente, mientras que los índices de Wall Street sufrieron ligeros descensos. Preocupa el área de trading del sector financiero, pero también la ralentización del crédito y el riesgo de los préstamos al consumo. 

Ésta ha sido una inauguración un poco amarga a la rendición de cuentas que se esperaba con optimismo: en el mes previo, el S&P 500 subió un 3,6%, en la que se ha convertido en la mejor pre-temporada de resultados de los cinco últimos años. Quizás los inversores no hicieron mucho caso a los analistas, que rebajaron a la mitad su previsión de crecimiento de los beneficios de las empresas americanas por el impacto de los huracanes. Ahora prevén un avance del 3,6%, frente al crecimiento del 11% registrado entre marzo y junio.

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