Semana clave para los inversores en renta variable
Todo está dicho. Desde el FMI, pasando por el Banco Mundial, la los bancos centrales de Estados Unidos y de[…]
Todo está dicho. Desde el FMI, pasando por el Banco Mundial, la los bancos centrales de Estados Unidos y de Europa: la pelota está en el tejado de los políticos, fundamentalmente de la canciller Merkel. Si se quiere salir al paso de las fuertes turbulencias financieras que se avecina hay que tomar decisiones. ¡¡Ya!!.
Ya no es el momento de las instituciones económicas, que sólo pueden poner parches a una situación que, cada día que pasa, se intuye más grave y arriesgada. La inyección de recursos financieros, incluso la demandada bajada de los tipos de interés en Europa se presentan tan sólo como medidas para ganar tiempo y alargar la situación hasta que se adopten las únicas decisiones que pueden llevar una cierta calma a los mercados. Y esas decisiones sólo la pueden tomar los políticos, fundamentalmente la canciller alemana Angela Merkel, a ser posible, con el apoyo de Nicolás Sarkozy.
La aprobación de unos mayores fondos europeos para la estabilidad financiera y, principalmente, los eurobonos son las únicas medidas que en estos momentos calmaría a los mercados y quitarían presión al tema que más preocupante en estos momentos: que la crisis griega complique la situación de Italia y España. Desde Estados Unidos, cuyo gobierno ha mostrado su extrema preocupación por lo que está ocurriendo en Europa se ha enviado un nítido mensaje: "Hay que proteger a España e Italia, si no el pánico se va a extender". Sólo la aprobación de los eurobonos alejaría ese fantasma que podría llevar a los mercados bursátiles al fondo del abismo en muy pocas fechas.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) no pueden ser más claros y, al tiempo, no pueden mostrar más nerviosismo ante lo que han calificado de situación límite y grave. La llegada de los representantes de la Unión Europea, el FMI y el BM a Atenas para negociar con los representantes griegos apenas puede dar un mínimo oxígeno a un ambiente que se hace irrespirable. El problema, tras lo escuchado la semana pasada tras las reuniones del FMI, del BM y del G-20, ya no es Grecia, sino la capacidad de los políticos europeos para adoptar las medidas necesarias con la que encarar la crisis financiera que se cierne como una verdadera avalancha. Si esta misma semana no hay gestos y algunas decisiones, los inversores en renta variable harían bien en buscar refugio por mucho que ya hayan perdido. Haber visto reducido la inversión en un 40 por ciento no es razón suficiente para perder otro 20 o 25 por ciento.
El ritmo político
El problema es que los políticos llevan otro ritmo distintos a los responsables económicos o empresariales. Su calendario está marcado por las citas electorales y cualquier decisión que pueda afectar, aunque sea mínimamente a los resultados, sólo puede adoptarse en caso extremo. Ese es el problema de la canciller alemana -y también de Sarkozy-. Los socios de gobierno de Angela Merkel no ocultan su irritación por las posiciones proeuropeas de la canciller. Apoyan el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, pero rechazan cualquier medida que puede llevar a un gobierno económico europeo y no quieren oír hablar de eurobonos.
Hasta que no se inicie la caída al abismo, cuando pueda ser acusada también de pasividad, cuando los propios bancos germanos y los franceses puedan encontrarse en dificultades, no tomará decisiones el dúo Merkel/Sarkozy, quienes ya manifestaron en su reunión, celebrada a primeros de agosto, que entonces no era todavía ocasión para la aprobación de los eurobonos.
Como esperando tal acontecimiento, varios expertos han publicado este fin de semana algunos informes señalando que para la puesta en marcha de los eurobonos no es necesario la aprobación por parte de los parlamentos de los países miembros. La cuestión para los inversores en renta variable es hasta que niveles pueden llegar a caer los índices de las principales Bolsas. Por lo pronto, sólo les queda observar lo que ocurre esta semana tan importante en el convencimiento de que cada día que pase sin que se adopten las decisiones políticas esperadas se va haciendo más grave la situación.