El suelo de las caídas en bolsa tendrá que esperar hasta 2023
La bolsa seguirá sufriendo recortes hasta que encuentre su suelo en 2023, gracias a un cambio de tono por parte de la Fed
La combinación de factores de inestabilidad para la bolsa, como la guerra de Ucrania y la subida de tipos de interés mantenida por los bancos centrales, está provocando que 2022 sea un año fatídico para los inversores. Y a ojos de Bank of America, esta tendencia se mantendrá constante hasta finales de año.
La entidad financiera norteamericana reiteró, de esta manera, una opinión que ya compartieron anteriormente diversos expertos, como el especialista en mercados de renta variable en iBroker, Antonio Castelo, a su paso por el podcast de finanzas.com.
Una opinión generalizada que apunta a un final de trimestre doloroso para los parqués globales, y que dibuja un escenario en el que el esperado suelo del mercado bajista no llegará hasta 2023.
Un suelo que se consolidará, principalmente, una vez que la Reserva Federal deje atrás su agresiva estrategia de endurecimiento de las políticas monetarias.
Un cambio de tercio respecto a las subidas de tipos que no ocurrirá hasta que la institución norteamericana de por controlada una inflación que volvió a dejar unas cifras preocupantes durante este mes de octubre, consolidando la idea de que la Fed se mantendrá agresiva, al menos, hasta que los tipos de interés superen el 4 por ciento.
La bolsa tendrá que seguir sufriendo
El dato de inflación publicado en Estados Unidos mostró una bajada intermensual del índice de precios, que pasó del 8,3 al 8,2 por ciento.
La inflación subyacente, que excluye los alimentos y la energía, sin embargo, volvió a subir, marcando un 6,6 por ciento que supuso el nivel máximo de este indicador en cuatro décadas.
Ante estos datos, la bolsa norteamericana respondió el jueves con un repunte de las acciones que, en opinión de Bank of America, puede ser un "abrazo del oso" si se tienen en cuenta las condiciones de sobreventa, los altos niveles de efectivo y la falta de un evento de crédito.
Una reacción al alza que, de acuerdo a los expertos de BofA, fue un "contragolpe decente", pero que no evitará que los mínimos bursátiles lleguen en 2023.
"Será necesario más dolor económico y de mercado antes de que la Fed dé marcha atrás", apuntaron los analistas del banco de inversión norteamericano.
Las opciones de los inversores en este mercado bajista
La opinión expresada en el informe de BofA encontró su eco en Barclays, desde donde el analista Emmanuel Cau aseguró que "el posicionamiento defensivo y el sentimiento excesivamente bajista" del mercado puede ayudar a las acciones a rebotar desde los niveles de sobreventa, pero que "los fundamentos del crecimiento y la política siguen argumentando en contra de un rally sostenido".
Los inversores que quieran pescar ganancias en este contexto de pérdidas, por tanto, tienen dos opciones, tratar de cazar los momentos de rebote, o apostar en contra del mercado.
Según los estrategas de BofA, las mejores operaciones contrarias, una vez que las acciones toquen sus mínimos el próximo año, pasarán por ponerse en corto con el dólar estadounidense, e ir en largo con una cartera que tenga el 60 por ciento de sus tenencias en acciones y el 40 por ciento en bonos.
El indicador de tendencia alcista y bajista del banco, asimismo, se mantiene en el nivel "máximo bajista", un nivel que tiende a considerarse como una señal de compra contraria.
Por otro lado, un dato que da indicios de que los inversores están comenzando a reconstruir carteras de cara a este suelo de 2023, es el de los fondos de renta variable mundial, que de acuerdo a BofA registraron unas entradas de 300 millones de dólares durante la semana comprendida hasta el 12 de octubre.
En Estados Unidos, además, los fondos de renta variable recibieron 5.200 millones de dólares en la última semana, mientras que los europeos registraron salidas por 35ª semana consecutiva, señaló BofA.
En cuanto a los estilos de negociación y de construcción de carteras, el informe del banco matizó que los inversores se decantaron por las grandes capitalizaciones estadounidenses, el valor y el crecimiento.
Entre los distintos sectores del mercado, el tecnológico fue el que más entradas registró, con 1.000 millones de dólares, mientras que los valores de consumo fueron los que más reembolsos registraron, con 800 millones de dólares.