Tecnológicas: ¿Pueden ir más allá tras el rebote?

El Nasdaq ha registrado una intensa recuperación desde los mínimos del año pasado y sus resultados justifican que cotice con prima con respecto a otros índices. Pero hay analistas que aconsejan una aproximación más cauta al sector.

El índice tecnológico Nasdaq 100 acumula una revalorización del 30 por ciento desde los mínimos que marcó el pasado diciembre tras la debacle que afectó a los mercados a nivel global. Y eso después de la reciente corrección sufrida por los índices a raíz del recrudecimiento de la guerra comercial tras las nuevas amenazas arancelarias que Donald Trump lanzó contra China y que ponen en riesgo el proceso de negociaciones que parecía que estaba a punto de dar buenos frutos. El indicador llegó a recuperar cerca de un 35 por ciento, más que ningún otro entre los principales del mundo desarrollado, entre los mínimos de 2018 y los máximos de este ejercicio que son, a su vez, niveles récord. 

Pero, incluso antes de que a Donald Trump se le ocurriera anunciar la posibilidad de nuevos aranceles contra el gigante asiático, ya habían trascendido algunas señales de sobrecompra en el indicador, especialmente cuando llegó la celebración de los resultados a los títulos de Apple: fue un último empujón al Nasdaq que terminó poniéndolo en peligro. 

Mayor cautela

De hecho, desde Ibercaja Gestión, Miriam Fernández cuenta que en el fondo tecnológico que gestiona han tomado la decisión de adoptar una posición más cauta. En su opinión, el sector ha corrido demasiado en los últimos meses. Como señal de inquietud apunta que en el sector de los semiconductores el mensaje de recuperación no sólo no es claro, sino que además es contradictorio: unas empresas han mostrado en la última campaña de presentación de resultados su confianza en que en el segundo semestre comenzarán a mejorar tras tocar suelo, mientras que hay otras que no ven el panorama tan claro. En particular, Fernández ha reducido posiciones en fabricantes de chips como Micron Technologies o Applied Materials. Y también lo ha hecho en el subsector del software, con ejemplos como Oracle o Salesforce.

Celso Otero, de Renta 4, también ve riesgo en el sector, debido a que, como en algunos casos las valoraciones están estresadas, es vulnerable a correcciones severas y episodios de volatilidad. El año pasado entre los máximos de octubre y los mínimos de diciembre, el Nasdaq 100 cayó más de un 20 por ciento.

Las compañías tecnológicas, si resurgen las tensiones comerciales, pueden ser especialmente vulnerables, dado que cuestiones importantes en liza entre Estados Unidos y China tienen que ver con las patentes tecnológicas y el espionaje industrial. Pero, de acuerdo con Carlos Camacho, que gestiona el fondo tecnológico de Caja Rural, el Nasdaq no sufrirá más que otros índices: si el año pasado, cuando estalló el conflicto arancelario el 90 por ciento de los activos cayó, ahora no será distinto y todo sufrirá prácticamente por igual. 

Lo que puede pesar contra el sector tecnológico es que puede estar algo más caro que otros. Camacho lo reconoce: cotiza a ratios por encima de su media histórica y también superiores a los del mercado en su conjunto. Pero defiende que la prima de valoración está justificada por su generación de caja, sus saneados balances y la previsión de una mejora de su retribución al accionista, que puede dar soporte a las cotizaciones. 

Aunque Miriam Fernández señala algún 'pero' de los últimos resultados: han batido las expectativas del consenso, pero porque los analistas llevaban siete meses rebajando sus previsiones, lo que les ponía fácil a las empresas sorprender gratamente al mercado. Pero ello, dice Fernández, no ha de ocultar que si bien en ventas se están observando crecimientos interanuales, no sucede lo mismo en el beneficio por acción, porque los márgenes operativos se están contrayendo, ante el crecimiento de los costes salariales que experimenta la economía americana y del aumento de las inversiones. Por eso, afirma que los resultados de las empresas no son excepcionales. «Hasta ahora, el mercado ha querido comprar ciclo y crecimiento de ventas», asegura Fernández. En definitiva, los inversores han optado por quedarse con las buenas noticias, con el riesgo de estar haciendo una interpretación demasiado complaciente de la realidad. 

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En cualquier caso, la gestora de Ibercaja considera que es un sector que hay que tener, porque va a continuar siendo protagonista de los avances en los próximos años. Todos los inversores que apuesten por las megatendencias, conservarán en cartera a las compañías tecnológicas, porque la disrupción tecnológica continuará, al igual que las del sector salud, porque el reto del envejecimiento de la población seguirá presente a medio y a largo plazo. Ello significa que potenciales recortes serán para comprar.

El nuevo acrónimo: MAGA

Las grandes compañías del sector tecnológico y, por ende, también las más famosas, han gozado del favor de los inversores tras presentar sus cuentas, con la sola excepción de Alphabet, que decepcionó con sus ingresos por publicidad. 

De todas maneras, las compañías que forman parte del nuevo acrónimo que ha surgido en el sector «MAGA» de la mano de Bespoke Investment Group en referencia a Microsoft, Amazon, Google (propiedad de Alphabet) y Apple, entre los mínimos del 26 de diciembre de 2018 y el último viernes de abril, incrementaron su capitalización conjunta en un billón de dólares, hasta los 3,8 billones, rompiendo el récord previo marcado en octubre. 

El acrónimo FAANG se refiere a Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Google. David Pina, analista colaborador de ActivTrades afirma que estas empresas tienen un potencial conjunto cercano al 50 por ciento bajo determinadas condiciones: que Facebook supere los 200 dólares; que Apple se vaya a zona de máximos; que Amazon continúe con su senda ya sin obstáculos; que Netflix se atreva con los máximos del año pasado; y que Alphabet se reponga del castigo sufrido por sus resultados.

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