Wall Street vuelve a ganar a Europa... con matices

El fortalecimiento del euro fue un factor que influyó en que los índices europeos perdieran ventaja frente a los estadounidenses. Pero el efecto divisa también borra la rentabilidad que los inversores del Viejo Continente acumularían de haber puesto su dinero en las acciones americanas. 

Wall Street, un año más, gana en rentabilidad al Viejo Continente. Frente a subidas de un 18 por ciento del Nasdaq y de un 12 por ciento en el Dow Jones y en el S&P 500, el Eurostoxx 50 se anota un 7,5 por ciento y los indicadores alemán y español, los líderes en rentabilidad en Europa, avanzan un 9 por ciento a cierre de la jornada del 26 de septiembre. 

¿Por qué esto es así? Celso Otero, de Renta 4, achaca esta situación al hecho de que las compañías americanas disfrutan de mayores márgenes y ganan más dinero que las europeas, por lo que es lógico que su rentabilidad en bolsa sea más elevada y además de manera consistente. En los últimos treinta años, la rentabilidad anualizada del S&P 500 sumando los dividendos ha sido de alrededor de un 9,5 por ciento, frente a poco menos del 7 por ciento del Eurostoxx 50. Desde 1927, el S&P 500 ha registrado ganancias anualizadas de alrededor de un 9,34 por ciento. 

La segunda razón que apunta Otero para explicar por qué Wall Street es más rentable que Europa es que los sectores que mejor se están comportando a nivel global están mucho más representados en la Bolsa de Nueva York que en las plazas europeas. Se refiere, específicamente, al sector tecnológico, que en el S&P 500 pesa un 23 por ciento, frente a únicamente un 4 por ciento en el Stoxx 600 Europe y a un 7 por ciento en el Eurostoxx 50. 

En tercer lugar, Otero alude al euro, a su fortalecimiento, para explicar el debilitamiento relativo de Europa frente a Estados Unidos, dado que el Viejo Continente comenzó el ejercicio con algo más de fuerza que Wall Street, para a continuación darse la vuelta esta relación. En este sentido, Otero señala que en los próximos resultados de las empresas europeas se podría recoger el efecto de una divisa más fuerte. Pero matiza que como una parte importante de las exportaciones europeas son intracomunitarias, el impacto del euro puede ser importante, pero no decisivo. 

Gilles Seurat, gestor de La Française AM, sí se muestra más preocupado por la evolución del euro y su impacto en los mercados del Viejo Continente: «Los mercados de renta variable de la zona euro se ven afectados negativamente por este movimiento (apreciación del euro), especialmente las empresas de gran capitalización exportadoras cuyos beneficios sufrirán. Debemos tener en cuenta que el Eurostoxx 50, el principal índice de renta variable de la zona euro, tiene el 50 por ciento de sus ventas fuera de la zona euro. La subida del euro frente al dólar atenuará cualquier subida excesiva de los mercados de renta variable de la zona euro»

El otro papel esencial del euro

Pero el papel de la divisa va mucho más allá del efecto que pueda tener en la competitividad de las empresas del Viejo Continente. Como recuerda Tomás García-Purriños, de Morabanc, si bien en moneda local Wall Street es más rentable que Europa, si pasamos las ganancias de Estados Unidos a euros, el S&P 500 estaría en negativo y el Dow Jones, plano. Y Peter Garnry, de Saxo Bank, insiste en ello: «Es importante señalar que las acciones estadounidenses sólo han superado a las acciones de la Unión Europea en moneda local y, por lo tanto, los inversores europeos tendrían rendimientos mayores en acciones de Estados Unidos si el impacto de la moneda hubiera sido cubierto. Para los inversores internacionales que no cubren las divisas, las acciones europeas habrían sido una mejor opción con el Stoxx 600 Europe subiendo un 9,1 por ciento mientras que el S&P 500 sube un 0,2 por ciento en euros». 

Garnry continúa, en coincidencia con uno de los aspectos que indicaba Otero: «Independientemente del impacto de las divisas, la diferencia en el rendimiento en moneda local es de sólo un tres por ciento, desempeño liderado por el sector tecnológico». 

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¿Y a partir de ahora?

¿Qué podemos esperar de aquí a final de año?, ¿seguirá Wall Street ganando en rentabilidad a Europa?, ¿cómo actuará la divisa? Eugeni Siscar, de BNP Paribas Personal Investors, explica que, con vistas a final de año, su firma está más positiva con Europa que con Estados Unidos. ¿Incluso si el Gobierno americano logra aprobar su reforma fiscal o, mejor dicho, la bajada de impuestos que estaba previsto que se presentara en la última semana de septiembre? Siscar contesta que los estímulos fiscales van a ser menores de lo que Trump prometió en campaña y, además, ya estarán descontados en los precios de las acciones americanas. Por eso, es posible que al comprobar que las bajadas de impuestos ya están cotizadas en Nueva York, los inversores pueden volver a mirar a Europa. Según apunta Otero, la bajada de un punto en el impuesto de sociedades lleva consigo un incremento del 10 por ciento en el beneficio por acción. Ello implica que la rebaja impositiva puede ser buena para la bolsa americana, pero Otero coincide con Siscar en que en gran medida está ya descontado en los precios de las acciones. 

Además, de acuerdo con Siscar, no es de esperar que el euro-dólar juegue en contra de las plazas del Viejo Continente: a corto plazo, espera que la divisa comunitaria retroceda hasta niveles de 1,17, para a medio plazo estabilizarse entre 1,21 y 1,22.

Según Luis Bononato, de Auriga, en el último tramo del año, en línea con lo que ha ocurrido en septiembre, veremos una apreciación del dólar frente al euro que favorecerá una mayor subida de los índices europeos.
Para Tomás García-Purriños, en principio, un repunte de los tipos de interés globales debería favorecer más a las bolsas europeas, dado que tienen un mayor peso de los bancos en sus índices. Y establece otros dos escenarios en los que la bolsa europea podría hacerlo mejor que la estadounidense: si se consolida la recuperación en el Viejo Continente en un contexto de ralentización en EE.UU. o si aumenta la tensión política en Washington, lo que podría pesar sobre Wall Street, favoreciendo un comportamiento relativo mejor en Europa. 

Sobre esto último, no hay que olvidar que republicanos y demócratas llegaron a un acuerdo para retrasar hasta mediados de diciembre la negociación para ampliar el techo de la deuda. Según Otero, puede ocasionar ruido en la bolsa americana, pero en el posible recorte ve más oportunidad de entrada que de venta.

Con respecto a los tipos de interés, Otero apunta que sí le preocupa lo que puedan hacer los bancos centrales y señala que una política de la Fed más restrictiva, aunque incrementa el coste de capital de las empresas a nivel global, sí puede provocar que Wall Street lo haga un poco peor que Europa. 

¿Qué dice el análisis técnico?

Según Roberto Moro, de Apta Negocios, Wall Street está más fuerte, pero Europa tiene más recorrido alcista, a excepción de España. Moro cree que ahora habría que estar largo en ambos mercados, aunque considera que si sólo se puede escoger uno, se quedaría con Europa: argumenta que el camino natural del Dax alemán a partir de ahora es alcanzar sus máximos históricos y ello implicará que también el Eurostoxx 50 y el Cac 40 francés lo hagan bien.

Eduardo Bolinches, de Bolsacash, coincide al señalar la peor evolución relativa del Ibex-35, que cuando escribimos estas líneas pone en peligro la media de 200 sesiones, mientras que el Dax alemán se encuentra 500 puntos por encima de esa media y el Eurostoxx, 100 puntos. Mientras tanto, Wall Street mantiene sus soportes intactos y se encuentra muy cerca de máximos históricos inmerso en su segundo ciclo alcista más largo desde la Segunda Guerra Mundial, sólo por detrás del que se extendió entre octubre de 1990 y marzo de 2000. Como para Moro, para Bolinches EE.UU. está más fuerte que Europa, por lo que augura que el Viejo Continente seguirá por detrás de Wall Street. Y avisa: aunque el Nasdaq ha marcado niveles récord en 57 sesiones en lo que llevamos de año, algo que no había ocurrido nunca en la historia, de acuerdo con Bolinches es a este índice al que hay que prestar atención para atisbar si Wall Street en su conjunto puede comenzar a corregir.

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