Weidmann dejará el Bundesbank con un plan para acelerar la retirada de estímulos
El mercado anticipa que Weidmann pondrá trabas a los estímulos en la reunión de diciembre e incluso no descarta que el banquero tenga sitio en el nuevo Gobierno alemán
La dimisión de Jens Weidmann como presidente del Bundesbank alemán auguraba un descorche alcista en las bolsas, pero la fría reacción del mercado dejó abiertos algunos interrogantes.
El DAX cerró plano el miércoles y el IBEX 35 se anotó tímidas alzas del 0,2 por ciento, más por el tono positivo de Wall Street. Además, la rentabilidad del bono alemán apenas cayó desde el -0,1 por ciento hasta el -0,12 por ciento.
Apodado como el ‘doctor No’ por su oposición a las políticas monetarias expansivas, Weidmann cumplió con la tradición de los banqueros alemanes y dejó el cargo antes de que expirara su mandato.
Siguiendo la estela de otros influyentes banqueros germanos, como Axel Weber (expresidente del Bundesbank) o Jürgen Stark (exmiembro del BCE), Weidmann lanzó duras críticas a las políticas expansivas del BCE y mandó un serio aviso sobre los peligros de la inflación.
El mercado mira a Weidman y la reunión de diciembre del BCE
Lo que en principio tendría que haber sido una noticia claramente alcista, pasó de puntillas por el mercado.
Las fuentes consultadas por finanzas.com ligaron esta reacción con la posibilidad de que Weidmann no haya dicho la última palabra y se guarde alguna bala en la recámara. Además, aún no está claro de qué color será el nuevo Gobierno en Alemania.
La cuestión es que el banquero alemán todavía no se ha ido y participará en la reunión de política monetaria del BCE de diciembre. Es cuando se anunciará oficialmente el final del programa de compras de deuda contra la pandemia (PEPP).
Además, los inversores esperan que “a la vez que se anuncia el final de este programa, haya algún tipo de compensación parcial”, dijo Natalia Aguirre, directora de análisis macroeconómico de Renta 4 Banco.
Posibles trabas a un mayor apoyo monetario
Esta compensación bien podría ser mediante un aumento del programa anterior de compra de bonos (APP). O bien por algún otro programa en el que hubiese compras selectivas de deuda.
Es decir, que el BCE comprase bonos a discreción, sin tener en cuenta la clave de capital de cada país. Aquí es donde empiezan las dudas.
“Lo que Weidmann podría hacer en la última reunión es poner trabas de algún tipo” dijo Aguirre. Es posible que se muestre en contra o bien de la ampliación del programa APP o bien de otro programa que ofrezca compras selectivas.
El aumento de las expectativas de inflación, la inmunidad de grupo y el retorno de la economía a los niveles anteriores a la crisis antes de finales de año crea “argumentos de peso para comenzar a reducir las compras de activos”, dijeron los analistas de IG.
“Quizá la decisión de hacer esto último sea el éxito final de Weidmann como presidente del Bundesbank en la reunión de diciembre del BCE”, apuntaron estos expertos.
Weidmann no ha dicho la última palabra
La sensación entre los expertos es que Weidmann aún no ha dicho la última palabra.
“Su mayor impacto en el BCE se puede sentir en la reunión de diciembre. Y, quién sabe, podría incluso reaparecer pronto en una posición más influyente en la formulación de políticas alemanas”, dijeron los analistas de Bloomberg Economics a finanzas.com.
En los últimos años, Weidmann ha sido más diplomático respecto a su postura con la crisis del euro. La razón es que se posicionó para presidir el BCE, aunque Christine Lagarde le ganó la partida. Por eso, “Weidmann puede pensar que no tiene nada que perder”, explican las fuentes consultadas.
Lo que también es cierto es que las bolsas tienen por delante demasiadas incógnitas por descontar, empezando por el color del nuevo Gobierno alemán. Antes habrá que lidiar con la inflación, la crisis energética y su impacto en las cuentas empresariales.
“Al mercado le ha cogido un poco de sorpresa pero ahora mismo se cotizan otras cosas, como los resultados de las compañías”, dijo José María Luna, socio director de Luna Sevilla Asociados. Son demasiadas variables como para echar las campanas al vuelo.
Pendientes del color del nuevo Gobierno alemán
En opinión de David Ardura, director de inversiones de Finaccess, “es posible que Weidmann deje su impronta en diciembre pero la reacción del mercado se puede explicar porque al final no cambiarán grandes cosas”. Especialmente cuando está pendiente la formación del gobierno.
En el ecosistema del Bundesbank, como en el propio BCE, hay un delicado equilibrio entre lo que se conoce en el argot como “halcones y palomas”. O lo que es lo mismo, banqueros más partidarios de la línea dura, como Weidmann, y otros más proclives a las políticas laxas. Todo está en manos del nuevo Ejecutivo.
Un gobierno de Scholz con los socialdemócratas como principal partido de la coalición “podría incrementar la presión para que haya un presidente menos agresivo en el Bundesbank”, dijo Wolfgang Bauer, gestor de M&G Investments.
Si este fuera el caso, el equilibrio de poder dentro del Consejo de Gobierno del BCE se desplazaría aún más hacia las posturas menos duras, “lo que haría menos probable una desviación de la actual política monetaria ultraexpansiva en Europa”, dijo Bauer.
Las incógnitas que deja la marcha de Weidmann
En este escenario, habría tipos de interés muy bajos y altos volúmenes de compra de activos, lo que beneficiaría en particular a los activos de riesgo periféricos. Son cuestiones que están por dilucidar y dependen de complicadas negociaciones en Alemania.
Tampoco está claro qué hará el propio Weidmann. Sus días “más influyentes” podrían estar por venir si tiene un próximo papel con el nuevo gobierno", dijo David Powell, analista de Bloomberg Economics.
“Pasó cinco años en la oficina del canciller antes de convertirse en presidente del Bundesbank y es posible que desee regresar a Berlín”, añadió este experto. Una derivada más sobre la que especularán los mercados.