Los bonos complican la diversificación de las carteras
La correlación entre los mercados de bonos globales es cada vez mayor, lo que frena la capacidad diversificadora de estos activos
Transcripción del podcast
La estrategia tradicional de diversificación, la de las carteras 60/40, es decir, el 60 por ciento acciones y el 40 por ciento restante bonos ha sido un fracaso este ejercicio.
Ambos activos, acciones y bonos, se han desplomado. Su caída parece no tocar fondo. Y los inversores que pensaban que con esta estrategia estarían más a cubierto están decepcionados. Porque ni en sus peores escenarios veían que su cartera, a estas alturas, podía ceder más de un 20 por ciento.
El caso es que los bonos, que suelen ser la parte más conservadora y diversificada de la cartera, la que amortigua el riesgo de la renta variable, cada vez tiene más problemas para cumplir su papel.
El mismo papel de los bancos centrales
Con los bancos centrales enfrascados en la misma lucha contra la inflación y utilizando para ello las mismas armas, el comportamiento de los bonos globales tiende hacia una mayor correlación. Casi todos evolucionan de la misma manera.
Por eso, aunque en la cartera se cuente con deuda soberana de diferentes países, el resultado va a ir en la misma dirección, por lo que su capacidad de diversificación queda reducida al mínimo.
Los expertos siempre recuerdan que los errores más comunes que comete un inversor al intentar diversificar con fondos es que se limitan a la cantidad, olvidándose en muchas ocasiones de lo que llevan dentro esos productos.
Una cartera con 8 fondos no siempre está diversificada
Es decir, por tener 8 o 10 fondos en la cartera no se puede afirmar de entrada que esté diversificada, porque en ocasiones los fondos que se eligen son muy similares en su composición, por lo que en caso de caída, el inversor no tiene dónde agarrarse para compensarla.
Ahora con los bonos puede pasar algo parecido. No por tener muchos bonos de diferentes países la diversificación es mayor. Al contrario, es una estrategia fallida mientras los bancos centrales de todo el mundo vayan en la misma dirección. El inversor debe buscar otras fuentes de diversificación para proteger mejor su cartera.