La subida de las rentabilidades de los bonos pone en apuros a los inversores
El precio de los bonos cae cuando suben las rentabilidades y lastran las inversiones más conservadoras en renta fija
La semana no ha concluido nada bien para los inversores en bonos, que han visto cómo subían las rentabilidades y caían los precios.
El endurecimiento del discurso del presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Jerome Powell, junto a la subida de tipos de Banco de Noruega y al discurso del presidente del Banco de Inglaterra, tiraron a la baja los precios, ya que provocó una oleada de ventas.
Así, la rentabilidad del bono a diez años de los Estados Unidos llegó a superar el 1,50 por ciento, situándose en el nivel más alto desde junio de este año. Y anticipaba una subida de tipos y una inflación elevada más persistente en el año.
Esto se contagió también a la eurozona. Así, el bund alemán, de referencia en Europa, llegó a marcar el -0,21 por ciento, mientras que el español se situó en el 0,40 por ciento.
Impacto en el inversor más conservador
Esta subida de la rentabilidad de los bonos (y descenso de los precios) pasa factura al inversor más conservador, el que invierte en fondos de renta fija.
Y es que cuando suben los tipos de interés del mercado cae el precio de los bonos. Si se compra un bono que da un 1 por ciento y los tipos suben al 2 por ciento el bono vale menos porque otro igual da más rentabilidad por cupón.
Así, Víctor Alvargonzález, socio de Nextep Finance, lleva varios meses advirtiendo de una “burbuja en el mercado de los bonos”.
“Si la inflación en España se sitúa a final de año en el 4 por ciento o, incluso, si baja al 3 por ciento la rentabilidad real de un inversor en bonos españoles a diez años es negativa”, advierte Alvargonzález.
En concreto, podría perder, si se mantiene estable en el tiempo, un 2,6 por ciento anual.
Por otro lado, no hay que olvidar que son los bancos centrales los grandes compradores de bonos, pero esta situación no se puede sostener en el tiempo.
En primer lugar, porque hay inflación y, en segundo lugar, porque la pandemia está ya controlada gracias a las vacunas.
Cuando esto suceda, el siguiente movimiento de los bonos serían ahondar aún mas en los precios y, por lo tanto, nuevas subidas de las rentabilidades, donde los países del sur de Europa podrían ser los que más sufran.
Alternativas a los bonos para los inversores más conservadores
El inversor más conservador puede enfrentarse al dilema de cómo reposicionar su cartera ante esta situación.
Alvargonzález da varias opciones. “Se puede invertir en fondos de renta fija de corto plazo, puesto que los de medio y largo plazo van a sufrir”. Si opta por esta opción, el inversor puede sufrir poco o no perder tanto.
Otra opción sería buscar productos conservadores que sustituyan a los fondos de renta fija tradicionales. Pueden ser fondos mixtos conservadores, tanto en duración como en las posiciones de renta variable a las que esté expuestos.
Y estos productos cotizan con rentabilidades positivas. Un claro ejemplo es el fondo Abaco Renta Fija Mixta, que se anota una revalorización a un año del 31 por ciento y, en lo que va de año, un 15 por ciento.
La tercera opción pasaría por optar por fondos de retorno absoluto, pero Alvargonzález explica que “son vehículos que requieren mucho análisis”. Por ejemplo, el fondo Santander Retorno absoluto avanza a un año casi un 5 por ciento.
Por último, explica que hay una alternativa, que está aplicando con éxito, que es “posicionarse cortos en bonos o utilizando ETF”.
Aumento de la percepción del riesgo para frenar las caídas
¿Se puede dar la vuelta a esta situación? Podrían preguntarse los inversores.
De momento, las únicas posibilidades para que los precios de los bonos dejen de caer y bajen las rentabilidades sería que los inversores percibieran un aumento de los riesgos.
Esto podría conducirles a un incremento de las compras en renta fija y, por ende, este cambio en la tendencia.