Los pequeños inversores se aferran a las letras del Tesoro 

Los inversores particulares se aferran a las letras del Tesoro, el activo que tantas alegrías les ha dado en los últimos dos ejercicios. 

Aunque la rentabilidad ha caído mucho, la demanda de los ahorradores españoles sigue muy fuerte, como prueba el saldo de letras en manos de inversores minoristas, publicado por el Banco de España. 

El volumen de letras en manos de ahorradores toca otro récord

En concreto, este volumen volvió a marcar otro récord en agosto, al situarse en los 27.446 millones de euros, tras subir otros 93 millones de euros durante ese mes. 

De este modo, los ahorradores españoles volvieron a convertirse en los grandes propietarios de las letras del Tesoro, pues en sus manos está el 36,7 por ciento del total de letras en circulación, por encima del porcentaje que ostentan las empresas, admistraciones públicas e inversores profesionales. 

Desde Aurigabonos, su presidenta Sofía Antón destaca que este incremento del saldo es aún más notorio si se tiene en cuenta que se produjo en agosto, cuando la mayoría de los ahorradores españoles están de vacaciones. 

“Los inversores particulares no solo renuevan los vencimientos sino que han aumentado el saldo pese a ser agosto. Y siguen teniendo el mayor porcentaje de saldo frente a los institucionales”, apunta. 

La rentabilidad de las letras estaba en niveles del 3% en agosto

Esto se explica fundamentalmente porque, en agosto, las letras mantenían niveles de rentabilidad cercanos al 3 por ciento (la subasta de letras a un año celebrada ese mes se cerró con un retorno medio del 2,9 por ciento). 

Es decir, que todavía no se apreciaba con rotundidad la presión que ha supuesto el viraje de la política monetaria del Banco Central Europeo (que efectuó el primer recorte de tipos en junio pero que, desde entonces, ha acometido dos tijeretazos más). 

En conjunto, la rentabilidad de las letras a doce meses se ha contraído desde los máximos del 3,8 por ciento que llegaron a tocar hace un año, hasta el 2,5 por ciento que marcaron en la última subasta del Tesoro (que se produjo el 1 de octubre pasado, antes del último recorte del BCE).

Después de esa última bajada, aprobada el 17 de octubre pasado, se ha acentuado aún más el deterioro de la rentabilidad de las letras europeas.

El lunes, por ejemplo, se celebró una subasta de letras en Francia, la primera de la zona euro después de la reunión del BCE, con una caída de la rentabilidad. 

Francia notó el recorte de tipos en la subasta de letras

En concreto, los intereses de las letras galas a doce meses se contrajeron desde el 2,7 al 2,5 por ciento, en línea con la evolución de este activo en el mercado secundario; mientras que el retorno de las letras a 6 meses bajó del 2,99 al 2,8 por ciento; y el de tres meses, del 3,1 al 3 por ciento. 

En el caso de España, el Tesoro aún no ha celebrado ninguna subasta de letras después del último recorte de tipos (la primera será el 5 de noviembre), pero la rentabilidad está aguantando (de momento) en el mercado secundario.

Específicamente, las letras a 12 meses cotizan actualmente al 2,599 por ciento, incluso por encima del 2,579 por ciento a que se colocaron en la última subasta de ese plazo, celebrada el 1 de octubre pasado.

La demanda sigue fuerte (por el momento)

Asimismo, la demanda también sigue fuerte, pues las peticiones de letras han seguido al mismo ritmo durante septiembre y octubre.

Si bien, Antón advierte de que, en los últimos días, sí ha apreciado un cierto viraje de los inversores hacia plazos más largos (como máximo, de cinco años). 

“Por eso, quizá a partir de noviembre veamos menos incrementos en el saldo de letras”, aventura esta experta. 

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