Vender bonos italianos y comprar deuda española, el trade de Banco Santander
Los estrategas de Banco Santander proponen una estrategia con la deuda italiana y la española, dado que el diferencial entre ambas referencias se ha estrechado
Los estrategas de Santander recomiendan una estrategia de trading para el momento actual del mercado de deuda. En concreto, creen que es buena idea vender bonos del Tesoro italiano con una duración de 20 años y comprar títulos de deuda del Tesoro de España del mismo plazo.
Creen que esta estrategia puede funcionar bien si se tiene en cuenta que el diferencial que hay entre ambas referencias se ha estrechado más allá de lo que se ha visto en otros títulos de deuda soberana.
Asimismo, opinan que cualquier abaratamiento de los bonos españoles típico de las fechas previas a una emisión del Tesoro se concentrará en los títulos a diez años, mientras que el último ajuste de los diferenciales de los bonos BTP (del Gobierno italiano) hace que las valoraciones estén sobredimensionadas debido a las expectativas que hay de un drenaje de liquidez por parte del BCE.
Actualmente, la rentabilidad del bono español a 20 años se sitúa en el 3,17 por ciento; mientras que la del papel italiano del mismo plazo se encuentra en el 3,91 por ciento.
Subirá la rentabilidad del bono alemán a 10 años: el bund
Por su parte, los estrategas de SEB Investment Management también han publicado recientemente previsiones sobre el mercado de deuda.
En concreto, el equipo de SEB liderado por Jussi Hiljanen prevé que la rentabilidad de la deuda alemana a 10 años suba hasta el 2,5 por ciento en los próximos meses, dado el cambiante equilibrio entre la oferta y la demanda, debido a un aumento drástico de la oferta neta de bonos soberanos de la zona euro y a la próxima reducción del balance del BCE, que probablemente comience en el segundo trimestre, a más tardar.
Por su parte, el banco HSBC también publicado alguna sugerencia de trade en el mercado de deuda.
En su caso, el equipo de estrategas liderado por Daniela Russell recomienda vender bonos británicos a 30 años, dadas las expectativas de deterioro de la dinámica de oferta y demanda, con una tendencia al abaratamiento de la oferta y la demanda debido a la disminución de la actividad y a la presión de las compras.