Coronavirus y bolsa: evitar decisiones “precipitadas”

De las caídas surgen oportunidades de inversión, pero lo recomendable en este escenario marcado por el coronavirus es actuar con cautela

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) realizó un movimiento que no se veía desde el estallido de la crisis financiera de 2008: rebajar los tipos de interés fuera de las fechas de sus reuniones. El organismo presidido por Jerome Powell decidió recortar en 50 puntos básicos el precio del dinero hasta el rango del 1-1,25%.

El objetivo era claro, combatir los efectos que el coronavirus tenga sobre la economía y dar calma y estabilidad a los mercados financieros tras las fuertes caídas que causaba el Covid-19. Pero la decisión, en vez de generar confianza entre los inversores, desató más incertidumbre.

«El recorte de tasas no es una cura para la volatilidad del mercado porque no es una cura para el coronavirus», expone el responsable de renta fija de Janus Handerson, Jim Cielinski.

«La medida emprendida por la Fed, si bien audaz, probablemente resulte prematura», comenta Mike LaBella, responsable de estrategia de inversión de QS Investors, filial de Legg Mason.

Para LaBella, el mercado sigue intentando determinar el efecto del coronavirus y cree que no está claro si las caídas son el inicio de un «movimiento de pánico» o «un ajuste justificado» de la valoración de los riesgos económicos que persisten.

Considera que hasta que las tasas de contagio no alcancen su punto álgido, «debemos esperar una continuidad de la incertidumbre y la volatilidad».

El papel de los gobiernos

Con una volatilidad que, por momentos, no encuentra suelo, los grandes inversores llaman a la puerta de los gobiernos para que sean estos, y no los bancos centrales, los que calmen a los mercados, den confianza al inversor y, en definitiva, eviten que la economía vaya hacia una recesión.

El economista senior de Aberdeen Standard Investment, James McCann, es muy claro: «Esta explosión de tensión financiera podría haber amenazado el ciclo. Los recortes de tipos no son una panacea».

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McCann cree que sería «más deseable» que el recorte de tipos se combinase con la intervención de los gobiernos porque, explica el economista de Aberdeen, la Fed, con su actuación, «se arriesga a dar a los gobiernos todas las excusas que necesitan para no tomar medidas».

Calma en las inversiones

Ante la situación de incertidumbre, volatilidad, falta de respuestas claras, acciones concretas y coordinadas, medidas efectivas y unilateralismo, la banca privada, los inversores institucionales y grandes gestoras de fondos llaman a la calma y creen que lo mejor para el inversor es no tomar decisiones «precipitadas».

Entre otras cosas, porque los expertos de Julius Baer ven «cierto pánico» en la decisión de la Fed y afirman con contundencia que hay que preguntarse «si sabe algo más que nadie sabe».

También temen que con este recorte la Fed está consiguiendo lo contrario a lo que se proponía, que era «aliviar las preocupaciones sobre el crecimiento y tranquilizar a los mercados».

Pese a todo, en Julius Baer insisten en que la crisis del Covid-19 será de corta duración: «Causará un daño severo en el primer semestre, pero éste dará paso a una fuerte recuperación el segundo semestre». Por ello, mantienen una visión positiva sobre valores financieros, cíclicos y tecnológicos.

Ritu Vohora, directora de inversión del equipo de renta variable de M&G, lo resume de una forma muy simple: «Al igual que en cualquier episodio de ventas masivas repentinas, es importante que los inversores mantengan una perspectiva largoplacista».

Cuando se producen fuertes correcciones en el mercado, los índices y sus componentes vuelven a valoraciones y niveles de hace unos meses, «que posiblemente sean más adecuados», expone Vohora.

Pese a ello, estima que no parece probable que asistamos «a un periodo bajista prolongado en el mercado, pero resulta necesario prepararse para hacer frente a unos meses volátiles».

Esperar y ver

Desde M&G creen que podría tener sentido adoptar «una actitud de espera y ver hasta qué punto la situación adquiere un cariz generalizado antes de tomar grandes decisiones, sin olvidar que algunas de las ventas indiscriminadas podrían brindar oportunidades específicas».

De este modo, para M&G, la diversificación entre sectores, regiones y clases de activos -incluidos los activos refugio como el dólar, el oro y los bonos del Tesoro estadounidense- «resultará importante para ayudar a inmunizarse frente a la volatilidad y los temores acerca del crecimiento».

«Si el pasado sirve de guía, deberían surgir oportunidades compra» declara el estratega jefe de Vontobel AM, Frank Häusel. Basa su afirmación en que el Covid-19 no es aún una pandemia y que, probablemente, no será el último ni el más letal coronavirus que afecte a la humanidad.

Häusel cree que se podrá comprar por hechos como que la economía antes del coronavirus «iba bien» y que, pesa a él, el pronóstico de «crecimiento lento» para 2020 sigue siendo válido aunque nos acercamos a un escenario de «desaceleración brusca». 

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