El lobo de Wall Street se suma a la rebelión de los pequeños inversores
Jordan Belfort afirma que es gratificante ver sufrir a los hedge funds después de haber maltratado a los pequeños inversores durante tanto tiempo
A la batalla que en Wall Street siguen librando los pequeños inversores con los hedge funds se ha sumado un general de cinco estrellas curtido en este tipo de enfrentamientos.
Se trata de Jordan Belfort, el inspirador de la película “El lobo de Wall Street”, que se ha unido al bando de los “débiles”, el de los accionistas minoritarios en la lucha contra los hedge funds.
Según publica el diario Les Echos, Belfort elogia la rebelión minorista y advierte contra la “locura especulativa” de Wall Street.
Coaching de traders
El rotativo francés publica que Belfort, cuyo ascenso y caída fue recogido por Martin Scorsese en la famosa película, se ha convertido en coaching de traders tras su condena por fraude.
Desde su cuenta de Twitter y con tono bélico anima a los pequeños inversores a “mantener las posiciones” y afirma que “¡Nunca nos rendiremos!”.
Para Belfort resulta muy gratificante ver a los hedge funds “sufrir un poco” después de haber maltratado a los pequeños inversores durante tanto tiempo.
Vigilantes de los mercados
Afirma que la inversión ha adquirido una dimensión política y que los minoristas se han convertido en los vigilantes de los mercados gracias al poder de las redes sociales y a brokers on line como Robinhood.
No obstante, y a pesar de su apoyo a la rebelión, duda de que se produzca una victoria definitiva sobre las principales instituciones de Wall Street, que seguirán manteniendo el control de los mercados.
En declaraciones a la CNN, dijo que el regulador estadounidense, la SEC, “tendrá grandes dificultades para demostrar que ha habido una manipulación bursátil coordinada sobre los títulos de Gamestop”.
20 años sin poder ejercer
Belfort tiene prohibido durante 20 años ejercer de asesor financiero, por lo que ha recurrido al floreciente y controvertido negocio de preparar a los que quieren convertirse en traders.
No obstante, se da la paradoja de que los pequeños inversores a los que ahora forma y defiende fueron sus víctimas en su firma Stratton Oakmont, cuando promovió la inversión en pequeñas empresas que no tenían futuro.
Llegaron a perder 200 millones de dólares y el lobo de Wall Street pasó por fraude 22 meses en la cárcel.