¿Hacia dónde va la bolsa? Recuerde Lehman Brothers
El mercado dibuja, desde el inicio de la crisis del coronavirus, una evolución muy similar a la que siguió a la bancarrota del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers
Desde el inicio de la crisis del coronavirus, los inversores han tratado de buscar una referencia que sirviera como guía para anticiparse a los próximos movimientos del mercado.
La mala noticia es que no la hay, porque esta crisis es única, no tiene precedentes, pero sí es verdad que, por la evolución de las bolsas, presenta ciertas similitudes con la crisis financiera del 2007.
La primera de las similitudes está en lo sucedido en los días previos al estallido de ambas crisis. El IBEX, en noviembre del 2007, marcaba máximos históricos en los 15.945 puntos, a pesar de que la preocupación crecía en los Estados Unidos con las "hipotecas basura" desde agosto desde ese mismo año, antesala de la bancarrota de Lehman Brothers.
El 19 de febrero del 2020, el IBEX superaba los 10.000 puntos, completamente ajeno a la propagación del virus en China. De hecho, la mayoría de los expertos no mostraban excesiva preocupación por esta nueva enfermedad y hablaban de un impacto de corta duración.
Sesiones bajistas
El salto de la epidemia a Europa y al otro lado del Atlántico y la constatación de que, de momento, era imposible estabilizar la enfermedad, marcó el inicio de una serie de sesiones bajistas que han tenido su máxima expresión en la primera sesión de esta semana con una caída del 8%. Desde los 10.000 puntos el IBEX se ha dejado más de un 25%.
En noviembre del 2007 cuando empezaron a acumularse noticias negativas sobre la crisis de las ‘subprime’, el IBEX cedió un 23%. Desde ese momento, el indicador hacía siempre el mismo dibujo: abría en positivo entre caída y caída en un intento por rebotar, pero no tenía músculo para sostener las ganancias y ante cualquier noticia negativa, se desinflaba.
Eran muchos los que animaban a comprar, ante los precios de derribo que presentaba el IBEX en los 8.000 puntos. Pero el mercado se pasó mucho tiempo sin encontrar su suelo. De hecho lo encontró 2.000 puntos más abajo, en los 6.000 en el año 2012.
La semana pasada vimos ya consejos de compra para aprovechar los bajos precios. Pero desde que se hicieron esas recomendaciones el IBEX se ha dejado un 12%. En el mercado se suele decir que entrar en esta situación es como intentar coger un cuchillo cuando está cayendo. Lo más probable es que acabes herido.
Lo peor está por llegar
Si nos guiamos por las comparaciones con la crisis financiera del 2007, lo peor está todavía por llegar. En aquel escenario, la intervención de los bancos centrales (Mario Draghi fue decisivo en el 2012 en la zona del euro) estabilizó los mercados.
Ahora, sus medidas tendrán un efecto muy efímero, porque no curan la enfermedad, que es la base de este pánico inversor. Y todo indica que en los próximos días seguirán las noticias negativas sobre el coronavirus, a lo que hay que unir otras crisis, la del petróleo y la del mercado de crédito. La coctelera de incertidumbres ya no admite un ingrediente más: está completa.
Con estos desplomes es lógico que veamos en los próximo días rebotes para intentar cazar gangas, pero como sucedió en el 2007 y 2008 eran falsos rebotes, porque la solución al problema, como pasó entonces y pasa ahora, no aparece todavía por el horizonte.