Las bolsas europeas se niegan a reducir el horario de negociación
Las bolsas europeas se oponen a la demanda de los brókers de acortar en 90 minutos el horario de los mercados. Los operadores, “indignados”, descartan, por el momento, llevar a cabo movilizaciones
Las bolsas europeas, representadas en la Federación Europea de Bolsas (FESE), entre las que se encuentra BME, han hecho caso omiso de la petición realizada por la Asociación de los Mercados Financieros Europeos (AFME) y por la Asociación de Inversores (IA), en noviembre de 2019, para reducir el horario de la sesión bursátil a siete horas, en vez de las ocho horas y media en que operan actualmente.
Con esta demanda pretendían lograr una mayor conciliación de su vida personal y laboral y dotar de más eficiencia a los mercados.
Los motivos que argumentan las bolsas europeas para justificar su negativa son que “cualquier cambio en los horarios de negociación de la renta variable podría ser perjudicial para los mercados europeos”, y detallan las causas:
- Perjudicaría la interacción entre los mercados a lo largo de la jornada bursátil.
- Constituiría una amenaza potencial a la liquidez.
- Tendría un impacto negativo en los mercados y productos asociados.
- Y comprometería la competitividad de los mercados.
Estos argumentos no satisfacen a los brókers y según Enrique Zamácola, director de mercados de Link Securities, y portavoz 'no oficial' del descontento del colectivo, “están vacíos de contenido y no tienen razón porque no tiene sentido abrir tantas horas”.
Asegura que la negativa de FESE a reducir el horario se debe a que “cuanto más tiempo tengan abiertas las bolsas más ingresan”.
Es más, cree que una reducción de la jornada bursátil beneficiaría a todos los actores del mercado: a los brókers, a los clientes, a los inversores y a los gestores de fondos de inversión.
¿Liquidez amenazada?
Respecto a la “amenaza potencial” a la liquidez aducida por FESE, Enrique Zamácola considera que no existe tal amenaza, al contrario, “un horario más corto dotaría de mayor eficiencia a los mercados”, asegura.
Y pone como ejemplo la Bolsa de Nueva York que está abierta seis horas, dos hora y media menos que la de España, y su volumen cotización es seis veces mayor. Mientras que la de Japón abre cinco horas al día y la de China cuatro.
El director de mercados recurre a su experiencia de 25 años para asegurar que “por la mañana hay negociación pero a mediodía todo se para porque los inversores ya han tomado sus decisiones, y es sobre las 15:30 horas cuando vuelve a haber volumen”.
El argumento de que un horario más corto perjudicaría la interacción entre los mercados también lo rebate y alega jocoso que muchos brókers americanos estarían encantados de que la bolsa española abriera más tarde, ya que “tendrían que madrugar menos”.
Tirar la toalla
A pesar de la “indignación” que les ha producido la negativa de FESE, los brókers descartan, por el momento, llevar a cabo las movilizaciones que amenazaron acometer si no se atendía su petición.
Asegura que “estamos muy cabreados" con la decisión de las bolsas, pero, por ahora, "no creo que vayamos a hacer nada porque somos un sector muy poco corporativo y es difícil que todos secunden una movilización”, asegura Zamácola.
El director de mercados de Link Securities se lamenta y afirma: “Parece que estamos acostumbrados a un horario y a un calendario indignantes que nos provoca mucho estrés y nos roba tiempo para estar con nuestras familias, y así seguiremos. Es una situación sin sentido, y si FESE considera que reducir el horario de las bolsas 90 minutos perjudica a los mercados, entonces que abran 24 horas, pero es mejor no dar ideas”.