Nervios en la City ante la posibilidad de que no haya acuerdo sobre el Brexit
Los operadores y clientes tienen muchas dudas sobre el funcionamiento una vez que el Reino Unido se divorcie de la UE
El negociador de la Unión Europea con el Reino Unido, Michel Barnier, echó un jarrro de agua fría al sector financiero del Reino Unido tras comunicar a los embajadores de la UE de que después de todo puede que no haya un acuerdo sobre el Brexit.
Esto provocó que los nervios de la industria financiera de la City de Londres, que ya estaban a flor de piel, crecieran.
Nadie sabe realmente si habrá alguna forma de equivalencia entre la City de Londres y la Unión Europea sobre la negociación de valores, incluso si las normas comunes sobre derivados se extiende hasta mediados de 2022.
Muchos banqueros que se preguntaban "¿puedo operar?" se vieron tranquilos en un primer momento tras asegurar desde Wall Street que no había interrupciones, por ejemplo con los recientes anuncios de Goldman Sachs.
No obstante, estas medidas no pueden ser suficientes para que no se produzca una migración de los volúmenes de negociación de Londres.
Más dudas sin resolver
La pregunta a medio plazo más importante para los gestores y sus clientes, cuando piensan en llevar su negocio, será "¿cuánto más me costará esto?" y por qué ¿debería cambiar? "
Hasta que se establezca el régimen regulador posterior al Brexit la liquidez determinará la respuesta.
Hasta que se haya acumulado una masa crítica en los mercados europeos, puede que no sea factible, o rentable, cambiar el negocio de Londres, más allá de lo que debe negociarse dentro de la UE e incluso Bruselas podría resistirse a forzar la financiación de la industria con un repentino control regulatorio total.
Los costes comerciales a largo plazo aumentarán si las personas se ven obligadas para comerciar dentro de la UE, pero no puede optimizar su uso de capital en diferentes sedes nacionales.
Londres, centro financiero
Londres se convirtió en el centro financiero dominante debido a costes más bajos, amplia liquidez y una actitud relativamente proactiva.
A menos que los mercados europeos puedan competir, los volúmenes se mantendrán en gran medida donde están.
Ahora Europa tiene la oportunidad de construir un mercado para ocupar su espacio. No es un desafío nuevo, ya que lo consiguió al establecer el Bund alemán como referencia.