Obsesión por la liquidez. Los inversores venden hasta los refugios
Los inversores muestran obsesión por la liquidez por el coronavirus y se deshacen no solo de sus posiciones en bolsa, sino también en activos refugio como el oro, la plata o el paladio. Además, otros activos como el bitcoin también caen con fuerza
Conseguir liquidez se ha convertido en el objetivo principal de los inversores en la sesión. Ya no importan las pérdidas acumuladas. Se vende a cualquier precio con tal de salir del mercado. Esta obsesión por el dinero lleva a que los activos refugios también sean víctimas de las ventas. La estampida es generalizada.
Las pérdidas en los principales selectivos del Viejo Continente son superiores al 10% y de nada sirven las subidas de casi el mismo porcentaje con las que cerró Wall Street el viernes.
La noticia de que la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) deja los tipos del interés en el rango del 0-0,25% no le dice nada al mercado.
El liderazgo ejercicio por el organismo dirigido por Jerome Powell para la acción conjunta de los bancos centrales no es suficiente para los ahorradores que se fijan más en hechos como que la producción industrial de China ha registrado su peor dato interanual en 30 años, un descenso del 13,5% en febrero pese a las políticas expansivas de Pekín.
El petróleo es el otro gran activo que más sufre las ventas. Así, el barril de crudo de Brent, referencia para Europa, toca sus mínimos de hace 16 años al bajar de 33 dólares el barril, cifra de marzo de 2004. No le va mejor al Wes Texas, Estados Unidos, que lucha por no perder los 30 dólares el barril.
Ambos se dejan más de un 40% desde que estalló la crisis del Covid-19 de la mano de la guerra de precios desatada por Arabia Saudí y la reducción a prácticamente cero de la demanda según la OPEP, la cual no descarta que caiga aún más si no se frena pronto la pandemia.
Miedo en los activos refugio
El oro, el gran clásico para solventar las crisis inversoras, no da tampoco la suficiente seguridad a los ahorradores y encadena cinco jornadas en negativo, en las que se deja más de un 12 por ciento. Así, la onza de oro ha perdido la barrera de los 1.500 dólares y lucha ahora por no ceder los 1.450.
Mismo panorama negativo para la plata que se hunde en la sesión del lunes un 16%, por debajo de los 13 dólares -comenzó el curso en los 18-, y encadena seis jornadas con pérdidas.
El paladio cede un 38% en la última semana y se va a los 1.560 dólares. Un activo que, hasta la propagación del Covid-19, subía cerca de un 20% y llegó a alcanzar los 2.545 dólares a finales de enero.
El bitcoin no es refugio
Los máximos defensores de esta criptomoneda apostaron siempre a que el bitcoin se comportaría como un gran activo refugio en caso de grandes turbulencias en el mercado o desaceleraciones económicas, parece que erraron.
Este criptoactivo cede un 42% en las últimas cinco sesiones y en solo tres ha pasado de los 5.725 dólares a los 4.580 y podría seguir perdiendo terreno.
Finanzas.com entiende que el próximo soporte claro son los 3.300 dólares, la zona donde se pararon las caídas en diciembre de 2018. También se podría esperar una reacción en el soporte psicológico de los 4.000 dólares, lo que es más complicado dada la fuerte aversión al riesgo que existe ahora mismo.