Ocho signos que anticiparán la llegada del rebote
El mercado está en signo bajista pero cada vez son más expertos los que creen que el suelo está próximo. En ese sentido, conviene estar alerta para anticipar la ansiada recuperación
Con la crisis del coronavirus aún en pleno pico, es complicado atisbar el final del mercado bajista (por mucho que haya recuperaciones como la de hoy). De hecho, muchos expertos creen que este momento aún no ha llegado. Si bien, cada vez estamos más cerca del suelo del mercado. En ese sentido, gestoras como Allianz GI creen que hay que vigilar muy de cerca los signos que podrían anticipar la llegada del ansiado rebote.
Estas señales serían las siguientes, según la gestora del grupo asegurador, que se ha inspirado en las enseñanzas de Russell Napier en el libro "Anatomía del Oso” para elaborar este decálogo:
1.- Tienen que producirse estímulos monetarios y fiscales importantes. Se trata de un factor crucial para los inversores, al servir para mitigar los problemas de solvencia y para estimular la economía. Esto ya es una realidad en casi todos los países y, sobre todo, en Estados Unidos, donde se ha acordado un paquete fiscal de 2 billones de dólares. Sin embargo, por sí solos no bastan. Especialmente en una crisis como la actual, que ha afectado gravemente a la demanda y a la cadena de suministros.
2.- Debe superarse el evento desencadenante de la crisis. El actual mercado bajista fue provocado por un virus que aún sigue causando estragos por medio mundo, sin vacuna en el horizonte que pueda servir para mitigar sus efectos. En ese sentido, desde Allianz GI advierten: “El final de este shock externo debe al menos vislumbrarse para que podamos comenzar a ser constructivos respecto a activos de riesgo como las acciones. No sabemos cuánto durará la interrupción actual”.
3.- Las valoraciones de las acciones no pueden ser demasiado elevadas. Las valoraciones ahora mismo son mucho más razonables que hace un mes y medio pero siguen siendo elevadas en el mayor mercado de renta variable, Estados Unidos. Por ejemplo, el S&P 500 cotiza con una relación de PER ajustado cíclicamente de alrededor de 23, justo por debajo del promedio de las últimas tres décadas.
4- Los diferenciales de la deuda deben ajustarse. Los diferenciales de la renta fija se han ampliado sustancialmente en los últimos meses, en los segmentos de grado de inversión corporativa y alto rendimiento; en los mercados emergentes y en los monetarios. Pero se mantienen muy por debajo de los niveles de 2009. Es cierto que los diferenciales en algunos segmentos se han estrechado un poco en los últimos tiempos pero, históricamente, había un estrechamiento mayor cuando el mercado bajista tocó su punto más bajo. “A día de hoy, los diferenciales de la renta fija no están dando luz verde a la renta variable”, dice el informe de Allianz GI.
Ojo al sector financiero
5.- El sector financiero tiene que estabilizarse. Aunque la crisis actual no tiene al sector financiero como su principal protagonista, no es descartable que el tema acabe por salpicarle, especialmente si tenemos en cuenta que contamos con una economía mundial tan apalancada como antes de la última crisis financiera (alrededor de tres veces el PIB). “Es cierto que el sector bancario está mejor capitalizado hoy, pero esperamos que surjan tensiones en las finanzas no bancarias, especialmente fondos, ETF, fondos de cobertura, fondos de pensiones y compañías de seguros”, dice Allianz GI al respecto.
6.- Los datos económicos deben reflejar expansión o, al menos, menor contracción. En anteriores ocasiones, los rebotes se produjeron al mismo tiempo que los primeros síntomas de mejora en los datos económicos y de inflación.
7.- El pesimismo sobre los resultados empresariales debe tocar fondo. El ritmo de las revisiones a la baja en las previsiones de beneficios debe haber tocado suelo. “Todavía no estamos allí, pero nos estamos acercando”, opina Allianz GI.
8.- El sentimiento inversor también debe tocar suelo. El sentimiento de los inversores aún no está en su punto más bajo. Las salidas de dinero de los fondos han sido sustanciales pero no tan extremas como lo fueron en 2008-2009 y los volúmenes de negociación son bastante altos. Los inversores deben “tirar la toalla” del todo para que esto vuelva a comenzar a subir, según el documento.