Una temporada de resultados sin números que analizar

El impacto del Covid-19 en las cuentas de las compañías será de solo el 5% por producirse el confinamiento al final del trimestre

El banco de inversión estadounidense JP Morgan inaugura el próximo martes la ronda de presentación de resultados del primer trimestre, una temporada que se anuncia atípica, por producirse en medio de una crisis sanitaria que ha parado de golpe una parte importante de la actividad económica mundial. 

Aunque las cuentas del primer trimestre no incorporarán más que dos semanas de confinamiento, van a suponer un aperitivo de lo que puede esperarse de cara al futuro. En concreto, se prevé una caída de los beneficios del 5,2% en el caso del S&P 500, el mayor retroceso interanual desde 2016, según Facset

Asimismo, los resultados van a convertirse en un termómetro para medir el impacto que incorporan las cotizaciones a estos niveles. Es decir, ¿cuánto coronavirus está ya descontado en los precios tras las fuertes caídas registradas?

Si bien, los números no van a centrar el interés de los inversores. «No es que no importen, es que el escenario que dibujan ha cambiado por completo», explica Natalia Aguirre, de Renta 4. Representan el pasado.

Por eso, el foco del mercado va a estar en las guías que puedan ofrecer las empresas de cara al resto del año. «Habrá que permanecer atentos a lo que cuenten en relación al segundo trimestre, que va a ser el más complicado, donde vamos a ver todo el reflejo de la crisis que estamos viviendo. Se va a producir un descenso de la demanda brutal y un gran deterioro en las cuentas pues los costes fijos se pueden limitar hasta cierto punto», apunta César Sánchez-Grande, director de análisis de Ahorro Corporación

Por eso, cualquier estimación será bienvenida para comprobar si está en línea con el recorte de los beneficios de entre el 10 y el 20 por ciento anual que anticipa el mercado a nivel global. 

Asimismo, interesará ver «si las compañías son capaces de pintar algún pronóstico sobre cuándo van a recuperar la normalidad, al estilo de lo que ha hecho Volkswagen al anunciar que baraja el 20 de abril como fecha de reactivación de la actividad en la fábrica de Landauben», explica Ignacio Perea, de Tressis.

Los primeros que podrían ofrecer estimaciones de algún tipo son los grandes bancos estadounidenses. En concreto, habrá que estar atentos al panorama que pinten sobre la evolución del crédito, los balances y la morosidad en función del incremento del desempleo.

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Aunque no es esperable que los directivos se lancen en masa a hacer previsiones, pues la sensación es que se trata de un tema que escapa a su control y nadie, ni tan siquiera los médicos, sabe lo que va a pasar. «De momento, no se van a atrever. No sabemos la duración de la crisis o si vamos a ver el temido rebrote del virus a final de año. Habrá que estar muy pendientes de la vuelta a la normalidad para calcular el impacto real», añade Sánchez-Grande.

Julián Pascual, de Buy & Hold, está de acuerdo: «Es un problema médico. Lo que se trata es de ver cuánto tiempo va a durar esto. Porque un impacto fuerte durante dos o tres meses está ya descontadísimo».

En ese sentido, no se esperan grandes movimientos de las bolsas con motivo de la temporada de resultados. Porque la atención del mercado está actualmente puesta en otros números, en los de las víctimas de coronavirus. «Lo que más está moviendo el mercado —como hemos visto esta semana— son las reducciones de contagios, aplanamientos de la curva, etc. Buenas noticias por ese lado son importantes porque la pandemia pesa mucho en la formación de precios», dice Perea.

Un tercer punto al que los inversores permanecerán atentos es a las pistas que puedan darse sobre las políticas de retribución al accionista. Especialmente, teniendo en cuenta que el Ibex es «un índice muy de rentabilidad por dividendo», apunta Aguirre.

Atentos a los dividendos

Muchas compañías ya se han adelantado y han anunciado la anulación o el retraso del pago de dividendos (se estima que un 50% en Estados Unidos y un 20% en Europa); así como la reducción o cancelación de los programas de recompra de acciones. Y durante la temporada de resultados podrían producirse más noticias de este tipo. 

«La cancelación del dividendo parece lógica en la actualidad y no debería ser la peor de las noticias, ya que contribuirá en muchos de los casos a salvaguardar la estructura de capital de las entidades», apunta Victoria Torre, de Singular Bank.

Y es que, tal y como apunta Aguirre, «la solvencia de las compañías, la solidez de los balances, es muy importante ante un shock de corto plazo como el se está viviendo ahora mismo».

En todo caso, es preciso decir que las empresas del Ibex han hecho los deberes en este sentido y están mucho más desapalancadas que en 2008, tal y como destaca Nicolás López, de MG Valores: «Una compañía del Ibex tiene capacidad financiera para aguantar 3 meses con pocos ingresos».

Si bien, hay cotizadas más afectadas como las hoteleras, las aerolíneas, las acereras o las de automoción. «Si estás en un sector muy afectado, hay que ver cómo estás ajustando tu estructura de costes y cómo te preparas para la recuperación», apunta Aguirre.

En el caso contrario estarían las compañías farmacéuticas, las menos afectadas y que previsiblemente presentarán unos resultados mas ajustados a las previsiones. «Dentro de la prudencia que requiere la situación actual, no prevemos que haya cambios sustanciales en las guías», apunta en ese sentido Ana Gomez, de Renta 4.

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