Cómo gestionar un petróleo low cost con efectos secundarios
La revista INVERSIÓN analiza en su número de esta semana el hundimiento del precio del crudo y cómo afecta a la economía española
Un precio bajo del petróleo siempre ha sido un «viento de cola» para la economía española, afirma la revista INVERSIÓN en su número de esta semana, que ya está disponible en Kiosko y Más, el mayor quiosco digital, y Pressreader.
Con los brazos prácticamente cruzados podíamos exprimir al máximo todos los beneficios que nos dejaba un barril de crudo barato.
Ahora, que tememos con razón que la pandemia deje a la economía española completamente devastada, podría ser un buen aliado para ayudar a España a salir con más rapidez de la crisis que está a las puertas.
Pero para ello, apunta el semanario económico, hay que ponerse el mono de trabajo. En esta ocasión, el desplome del petróleo, hasta cotizar en negativo por primera vez en la historia, viene con peligrosos efectos secundarios para nuestra economía.
Los principales países productores son nuestros grandes socios comerciales. Y además compran buena parte de nuestra deuda. Gestionar todo esto será clave para aspirar a una pronta recuperación.
Miedo en las bolsas por Kim Jong Un
En plena lucha contra el coronavirus y muy pendientes de su impacto en la economía global y los mercados financieros, los inversores se han dado de bruces con un problema inesperado que desató los nervios, los supuestos problemas de salud del líder de Corea del Norte, Kim Jong Un.
La revista INVERSIÓN explica que nada se sabe oficialmente, pero distintas informaciones apuntan a una condición «crítica» tras una cirugía cardiovascular, un problema que aviva las preocupaciones sobre la inestabilidad potencial que podría surgir en una nación que tiene un importante arsenal nuclear.
Sobre todo porque no hay un plan sucesorio sobre la mesa, y no está claro cómo respondería el régimen norcoreano si el líder se viera afectado por un desenlace fatal.
Otro tema que aborda la revista esta semana es si el ahorro está más protegido ahora que en anteriores crisis. Una de las consecuencias generadas por la pandemia del coronavirus es la destrucción del tejido empresarial.
Solo en marzo se cerraron 122.000 empresas, lo que supuso un 8,2 por ciento del total. Y las previsiones apuntan a que la devastación continuará como mínimo hasta final de año.
De estos cierres es posible que no se libren algunas entidades financieras. Aseguradoras, agencias de valores, sociedades de valores, gestoras de fondos de inversión y de planes de pensiones e, incluso, bancos pueden verse en problema si la economía se hunde más.
Ante ello, los ahorradores se preguntan si están a salvo sus ahorros o corren peligro.