Coronavirus. Mientras se repartan pizzas, que haya foros
España está preparada para superar la crisis del coronavirus: un sistema institucional sólido y el sentido común de los ciudadanos zanjaron epidemias anteriores
Los repartidores de comida a domicilio tienen el doble de posibilidades de contagiarse del coronavirus COVID-19 que el resto de los profesionales. Este colectivo, junto a la comunidad sanitaria, concentra los mayores riesgos. El dato surge de una investigación de Lionel Laurent para Bloomberg.
El Gobierno español estableció este martes restricciones a los congresos y actos públicos organizados para médicos. Alega, con razón, que son “personal esencial” y no quiere exponerles. También plantea cerrar al público partidos de fútbol con hinchadas procedentes de las zonas cero del contagio.
Por el contrario, no da instrucciones concretas sobre otras grandes concentraciones, como las inmediatas manifestaciones del 8-M. Tampoco se ha girado en España recomendación alguna a riders o repartidores de pizza. Y es que, citamos textualmente al coordinador de la crisis, a día de hoy, “no se prevé una explosión de coronavirus en España”.
Pero, aunque no se tomen precauciones sanitarias extremas, el impacto económico es harina de otro costal.
Podríamos anticipar, por ejemplo, que coronavirus y estabilidad laboral combinan muy mal. Y el de los riders es, quizá, el ejemplo que nos permite ilustrar con más claridad que las epidemias son un riesgo sanitario, luego lo son social y, por último, económico.
El embajador del Reino Unido en España, Hugh Elliot, insistió en el FORO INVERSIÓN más reciente, con el coronavirus ya presente en Europa, que “es dramático por las vidas que se pierden”. “Pero ni es la primera epidemia ni será la última que deberemos afrontar”.
Los medios de comunicación tenemos una responsabilidad ineludible. Vuelvo a los riders. Ninguna televisión o medio generalista se ha fijado en ellos. Por tanto, y aunque se cuentan entre los más vulnerables, no hay percepción de riesgo para interactuar con ellos. Así que uno recoge su pedido sin mascarillas ni guantes, metáfora extrema de la crisis.
Pasa lo contrario donde el riesgo es menor, según la frialdad de las estadísticas, pero donde sí está puesto el foco mediático. Por ejemplo, espacios en los que coinciden varias personas: empresas, teatros, gimnasios… y foros.
De la alarma social a la crisis económica
Estos días hemos visto de todo. Incluso bancos que sustituyen en algunos eventos a sus directivos de primer nivel por los del segundo escalafón. A juicio de quien toma estas decisiones, sólo los galones dan derecho a una vida sin coronavirus. Afortunadamente, el sentido común se acaba imponiendo. Lo contrario alienta la alarma social y gesta una futura crisis económica.
España afrontó otras epidemias con éxito gracias, precisamente, al sentido común y a unas instituciones que, al margen de la crítica política, saben lo que tienen que hacer. Escribió John Müller en la revista INVERSIÓN que el cuerpo de funcionarios y técnicos español es extremadamente profesional. Tanto, que suelen ejercer de rompeolas frente a decisiones políticas poco meditadas.
Y, por ahora, carecemos de elementos que nos hagan desconfiar de las autoridades sanitarias ni de cómo gestionan la presencia del coronavirus en España. Los precedentes indican que cuando existan riesgos mayores, se tomarán medidas adicionales. Y, si más allá de la estadística, supusiera un peligro, no se repartirán pizzas.
Confianza
En este contexto de fiabilidad sanitaria, el semanario INVERSIÓN se dispone a celebrar el mayor foro de la banca privada en España. Se prevén 200 asistentes. El ritmo de inscripciones no se ha frenado en los últimos días. Grupo ED ya tomó las medidas recomendadas por el Ministerio de Sanidad en el foro anterior, el CIO SUMMIT 2020 –celebrado la semana pasada— y aplicará a futuro las que se le pidan.
Hay un segundo elemento. En sus más de 10 años de trayectoria, Grupo ED ha hecho gala de un ideario que pone en primer lugar la confianza en las personas. Estamos convencidos de que, no sólo nuestros lectores y asistentes a foros, sino que también profesionales, clientes, proveedores y colaboradores toman las medidas individuales que les corresponden en momentos de máxima precaución como el actual.
Con gestos cotidianos, como asistir a un foro mientras Sanidad no diga lo contrario, todos, particularmente los medios, debemos recordar a la sociedad en su conjunto y a las comunidades de empresarios, inversores y líderes financieros –que componen el grueso de la audiencia de Economía Digital, INVERSIÓN y finanzas.com— que confiar en nuestras instituciones y aplicar el sentido común han zanjado con anterioridad otras crisis sanitarias y mitiga las económicas.
La del coronavirus no tiene que ser distinta a la del SARS o a la del ébola. Así que, mientras se repartan pizzas, que haya foros. Al menos, los de INVERSIÓN.