Deuda privada y emergente. Dos opciones con potencial dentro de la renta fija
Expertos en renta fija debaten sobre la situación del mercado de los bonos en un streaming organizado por la revista INVERSIÓN
Con el 30% de los bonos mundiales cotizando en negativo y gran parte del resto ofreciendo rentabilidades muy exiguas, invertir en renta fija se ha convertido en un reto mayor que nunca para los gestores de deuda.
Especialmente, si a ese cóctel de dificultades se añade el alza de las expectativas de inflación, que ha tensionado los mercados de deuda y elevado las rentabilidades de los bonos, provocando pérdidas en algunas carteras de deuda.
En ese contexto, la revista INVERSIÓN publicó recientemente un especial sobre renta fija para ofrecer a los inversores todas las claves para manejarse en este terreno.
Adicionalmente, la publicación organizó un encuentro online titulado “Más allá de la deuda soberana” para profundizar aún más en la situación de este activo.
Dos nichos donde buscar rentabilidad en la renta fija
Los expertos que participaron en él coincidieron en señalar dos nichos donde es posible buscar oportunidades en este momento: la renta fija corporativa y la deuda emergente.
Uno de los especialistas que asistió al mismo fue Ricardo Comín, director de ventas de Vontobel, quien fue muy claro al respecto.
“Ahora mismo el cupón, la rentabilidad, lo encuentras en los bonos corporativos y emergentes. Porque si prestas a los gobiernos, sobre todo de los países desarrollados, te dan incluso menos que las gracias. Hay que buscar nuevas fuentes de rentabilidad para la renta fija porque, al final, las carteras tienen que tener un componente importante de renta fija”, dijo este experto.
“Yo llevo escuchando que las rentabilidades son pequeñas desde hace cinco años y los retornos de los fondos de deuda han sido buenos. Porque la rentabilidad no es ni pequeña ni grande sino que tiene que batir a la inflación y con este tipo de renta fija la estamos batiendo. Hay que poner una mayor capacidad de trabajo para encontrar nombres pero, al final, se acaban encontrando”, añadió este especialista.
Salir corriendo de la deuda soberana
Ignacio Victoriano, gestor de renta fija en Renta 4 Banco, estuvo de acuerdo en que la deuda pública no es la mejor opción en estos momentos. “Nos encontramos en una situación en la que estamos vislumbrando un endurecimiento de la política monetaria porque esperamos un boom de crecimiento. El principal damnificado debería ser la deuda pública, que cotiza a tipos muy bajos”, dijo.
“En este primer trimestre, el comportamiento ha sido nefasto. Nosotros entendemos que el recorrido al alza de los tipos de interés seguirá en los Estados Unidos en los próximos meses. Desde luego, en este momento la deuda pública no debería ser el principal lugar donde podemos invertir. La posibilidad de ganar dinero es muy baja”, añadió el gestor de Renta 4 Banco.
En contraposición, es posible encontrar rentabilidades mucho más interesantes en el segmento de la renta fija corporativa y emergente.
“En países emergentes hay empresas solventes con unas primas que compensan de sobra el riesgo. Encima son empresas que están creciendo mucho más que las de los países desarrollados y, a veces, son mucho más fuertes que las del primer mundo, que se tienen que financiar más caro solo por pertenecer a estos países. Es una oportunidad para el inversor”, argumentó Comín.
Los emergentes más interesantes
Aunque el análisis de la gestora es ‘top-down’ (de arriba a bajo), Comín reconoció que encuentran oportunidades en Asia, pero también en México, Brasil, Colombia o Ghana.
“Son países en los que estamos viendo empresas fuertes, que lo están haciendo muy bien y que están ofreciendo rentabilidades interesantes justamente por pertenecer a ese tipo de países que tienen que pagar una prima mayor”, explicó.
Este experto puso el ejemplo de Telefónica Colombia, que emite bonos con tires mucho más interesantes que las de Telefónica España, siendo prácticamente la misma empresa.
La alternativa de los bonos ligados a la inflación
Por su parte, Victoriano mencionó también el caso de los bonos ligados a la inflación, como una alternativa a la deuda pública tradicional en este momento.
“Empezamos a comprarlos a finales del año pasado. En los Estados Unidos veíamos los tipos de interés al alza y la visión era no estar invertidos en deuda pública. Veíamos un potencial de rendimiento simplemente por el efecto base que nos podía compensar y que, de hecho, está compensando el incremento en tipos de interés. De ahí que la apuesta en deuda pública en los Estados Unidos fuera ligada a la inflación. Y en Europa es un poco lo mismo”, explica el gestor.
En todo caso, Victoriano recalcó que las presiones inflacionistas y las tensiones en los mercados de deuda van a moderarse en los próximos meses, a su juicio, de manera que la rentabilidad del bono estadounidense a diez años difícilmente superará el 2%.
También Comín se manifestó en la misma línea: “En Vontobel nosotros teníamos expectativas de que, a cierre de año, el bono americano se fuese al 1,5%. Ya estamos rozando el 2%. ¿Qué quiere decir eso?, ¿que va a estar por encima del 2% a final de año? No, probablemente esté más cerca del 1,5%”.
Por su parte, Tirso de Linos, analista de Andbank Wealth Management, propuso una tercera opción para invertir en renta fija, los ETF o fondos cotizados, productos de gestión pasiva que cada vez están ganando más terreno por sus bajas comisiones y poder de diversificación.
“Los ETF funcionan prácticamente igual que la renta variable. Al inversor le facilita la entrada en la renta fija porque si fuéramos a bonos directos los importes requeridos son muy superiores y tendríamos menor capacidad de diversificación. Además, los ETF tienen la ventaja de unos costes relativamente contenidos”, argumentó De Linos.