La conexión emocional de las megatendencias con el inversor
Los fondos temáticos atrajeron flujos provenientes de productos de renta variable de mercados desarrollados en 2019
Los fondos temáticos son el último grito en la industria de la gestión de activos. Su tirón entre los inversores es tal que, incluso en momentos de salida de capital de la renta variable (como ocurrió el año pasado), este tipo de productos lograron aguantar el tipo.
Así lo ha asegurado Sebastián Velasco, responsable de Fidelity International para España, en el evento ‘El Futuro de la Banca Privada’, organizado por INVERSIÓN. “En España, el año pasado, prácticamente no entró dinero en renta variable. Y el dinero que había en renta variable salió de Estados Unidos, de Europa y de Reino Unido para entrar en distintas temáticas: en cambio climático, en energías renovables, en agua… Y eso que ha ocurrido en España es lo mismo que hemos estado viendo en Europa”, ha aseverado.
Uno de los motivos que explican el buen funcionamiento de estos productos es la “conexión emocional” que establecen con el inversor, según Velasco.
Leonardo Fernández, director del canal intermediario de Schroders, está de acuerdo, tal y como aseguró en el mismo evento: “Al final, estás hablando de algo que los clientes leen todos los días en su periódico, con lo que se sienten identificados. Y eso lo que hace es que sean inversiones más a largo plazo y que la gente deje de mirar el día a día de un fondo y nos permita gestionar con una visión más ventajosa para ellos”.
Inversores institucionales
Precisamente por esa visión de largo plazo, este tipo de fondos también han tenido mucho tirón entre los inversores institucionales, que suelen contar con una visión más estratégica y de largo plazo, según ha explicado Alicia García, responsable de M&G en España.
En todo caso, cualquier inversor que quiera entrar en este tipo de productos debería tener en cuenta dos principios, según García. Por un lado, es aconsejable asegurarse de que el producto en cuestión cuenta con esa “visión de largo plazo” y que no es “una historia de marketing o una moda”. Por otro, es deseable “confiar en gestores con conocimientos de la temática, flexibilidad y agilidad para adaptar la cartera según vaya evolucionando la tendencia”.