Los problemas económicos de España dan pistas sobre nuevos cisnes negros
Los desequilibrios de España, como la productividad y la deuda, dan pistas sobre las próximas amenazas para los mercados. Este es el análisis del CIO Summit
2022 será un año lleno de claves para la economía española, que tendrán un impacto todavía incierto en los mercados y supondrán todo un desafío. Algunos de ellos, según las preocupaciones del grueso de la comunidad inversora, podrían desencadenar auténticos cisnes negros. Estas inquietudes han sido escuchadas por la revista Inversión, que las ha analizado en el Foro CIO Summit, cónclave organizado en asociación con abrdn.
Para los expertos que intervinieron en el CIO Summit, uno de los temas donde se pondrá el foco está relacionado con la productividad española, que encadena 14 trimestres negativos, y ha sido superada por países como Irlanda y los del Norte de Europa. Marian Fernández, directora de macroeconomía de Andbank, reconoce que la productividad es “un mal endémico”, pero también que no es ninguna novedad: «No es fruto de la pandemia, si no que es nuestro talón de Aquiles», admite la experta.
«Nuestra economía es muy cícilica, muy dependiente del turismo y de la energía, lo que puede ser una amenaza para los beneficios», reconoce Fernández. A esto hay que añadir la evolución de los precios energéticos, la no traslación de la inflación y la subida salarial, que podrían ser una «vuelta de tuerca para los beneficios», aclara.
No obstante, Víctor Alvargonzález, socio y director de Nextep Finance, cree que «este año, concretamente, va a ser positivo para los mercados y para la economía real porque dependemos de muchos sectores que se han visto perjudicados por la pandemia y por las limitaciones al movimiento».
Ahora con la salida de la pandemia, los ciudadanos emergen del confinamiento «con muchas ganas de gastar y de consumir, con el consiguiente incremento de la demanda, con más industria, más hostelería, lo que tendrá un efecto positivo, por ejemplo, para los bancos».
A modo conclusión, Alvargonzález cree que estos efectos positivos se reflejarán de «forma temporal y excepcional» en la bolsa española.
Mercado laboral y reforma
El mercado laboral es otro tema que despierta interés entres los CIO españoles. De hecho, la EPA no sólo refleja que el número de horas trabajadas sigue por debajo del cómputo total de 2019, sino que el mercado laboral está todavía muy escorado hacia la contratación temporal, un mal que tampoco es nuevo.
Alvargonzález cree que la reforma laboral sí tendrá efectos en el empleo fijo, «que es el objetivo de Bruselas porque siempre nos han advertido de que España no podía tener un empleo temporal de esta magnitud». Precisamente, Fernández cree que el hecho de que la reforma venga en un momento de recuperación económica generará una «explosión de empleo indefinido».
Pero la reforma por sí mismo no es suficiente si no viene acompañada de una digitalización, el caballo de batalla de la economía española.
«No está peleado tener un sector turístico muy fuerte con un sector tecnológico fortísimo», señala Alvargonzález, que pone como ejemplo California, que aúna a partes iguales en estos ámbitos económicos. Pero para eso no hay que poner trabas burocráticas a las empresas.
Turismo sí, pero también digitalización y fondos europeos
El IBEX 35 no refleja la fuerte presencia del turismo en la economía. «Es cierto que es motor de crecimiento, pero no hay que relativizarlo ni renegar de ello», señala Fernández.
El mensaje, por parte de ambos expertos, es claro: hay que aprovechar la llegada de los fondos europeos, sobre todo, a través de la empresa privada. Sí que es cierto que en España falta tejido industrial, pero es importante la labor pública para atraerlo. Para ello hay que contar con un marco regulatorio estable, pero también con la digitalización, que puede ser financiada vía estos fondos europeos. No hay que renunciar al turismo, según el CIO Summit de la revista Inversión, pero sí ampliar otras opciones gracias a las oportunidades que brindan.
Alvargonzález insiste en que los fondos europeos son una oportunidad para incentivar y atraer empresas, pero también para favorecer y bonificar determinadas políticas, como por ejemplo, la contratación de trabajadores jóvenes.
Las crisis generan oportunidades, rcuerda Fernández, no descartando, sino apoyando, lo que está funcionando, por ejemplo, las energías renovables, donde España es líder. La opción sería ir aumentando la potencia instalada. Además, «los fondos europeos nos permitirían afrontar unas reformas con carácter estructural, a largo plazo».
El papel de la inflación
La inflación continuará siendo una preocupación para los inversores este año. En ese sentido, Alvargonzález descarta que los precios vuelvan a niveles parecidos a los anteriores de la pandemia, pero tampoco cree que se mantendrán en el 5-6 por ciento. «Sí tendremos una inflación superior a la de antes de la pandemia, pero irá bajando», asevera.
El problema sería si a la inflación se uniera el estancamiento económico (más inflación que crecimiento). «Vamos a ir a un periodo de crecimiento económico», insiste.
No obstante, Fernández hace una diferenciación entre economía real y bolsas. Para los ciudadanos la inflación es perjudicial, recuerda la experta, y advierte de que «no tenemos visibilidad de cuándo se moderará», añade, quien adelanta que el dato se moverá por encima del 3 por ciento. La revista Inversión proyecta un IPC del 3 por ciento en diciembre.
La razón para vigilar la inflación es porque la renta disponible «sufrirá dentelladas» porque ese ahorro acumulado durante la pandemia, que iba a impulsar la recuperación, podría verse disipado por unos precios más altos.
La consecuencia, además, sería una subida de tipos. Alvargonzález cree que el foco se centrará en la compra de bonos por parte del BCE, provocando una subida de las rentabilidades y las primas de riesgo. «Tiene que dejar de comprar ya bonos porque es una locura», añade Alvargonzález. Otra cosa es la subida de tipos de interés de corto plazo, pero para ello lo deberá hacer de manera más cuidadosa.
Finalmente, para Fernández, la situación de solvencia pública y privada de los tipos de interés permite este incremento que se realizará de forma gradual. Lo sorprendente no ha sido el cambio de postura del BCE, sino la rapidez con la que ha modificado el discurso la presidenta del BCE, más agresivo.