Los clientes de la banca privada hacen las maletas

Huyen de la inseguridad jurídica generada por Podemos y buscan refugios más fiables para sus inversiones como Luxemburgo

La inseguridad jurídica generada por las propuestas de Unidas Podemos ha alarmado a los clientes de la banca privada, que se han puesto en contacto con sus banqueros para asesorarse sobre cómo deslocalizar parte de sus ahorros e inversiones a países más seguros, entre ellos Luxemburgo. 

Muchos ya se han puesto manos a la obra y, según los últimos datos facilitados por el Banco de España, en marzo salieron más de 22.000 millones de euros de nuestro país entre préstamos y depósitos en busca de un refugio más fiable, informa la revista INVERSIÓN en su número de esta semana. Puede suscribirse desde 3 euros por semana o acudir a su quiosco (4 euros).

Y el ‘éxodo’ continúa. Francisco Gómez-Trenor, director general de Mirabaud & Cie en España, reconoce que las declaraciones de Pablo Iglesias han generado mucha inquietud y «han incrementado las consultas de nuestros clientes que buscan en Luxemburgo seguridad jurídica y tranquilidad. Y esto es una pena, ya que la mayoría del patrimonio que salga de nuestras fronteras se dejará de invertir en activos españoles y ahí perdemos todos».

También los clientes de A&G Banca Privada han mostrado su preocupación por las medidas que el partido morado pueda impulsar respecto al ahorro y a la inversión, y muchos de ellos han consultado a la entidad sobre la conveniencia o no de trasladar a Luxemburgo sus ahorros.

Según Alberto Rodríguez-Fraile, presidente de A&G Banca Privada, «nuestros clientes se han interesado por nuevas jurisdicciones donde invertir como Luxemburgo, países que añadan un plus de protección patrimonial al riesgo económico que se cierne sobre España».

En su opinión, son la seguridad económica y jurídica y una fiscalidad razonable los vectores principales que influyen a los propietarios de altos patrimonios al elegir su ubicación y la de sus inversiones.

Más impuestos

Y es la incertidumbre sobre la tributación la que también está impulsando a los millonarios a deslocalizar sus ahorros, y más después de todo el tiempo que ha estado Unidas Podemos insistiendo en la necesidad de crear un impuesto sobre la riqueza que gravaría entre un 2 y un 3,5 por ciento los patrimonios que superen el millón de euros.

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Según estimaciones del partido de Iglesias, este tributo podría recaudar hasta el 1 por ciento del PIB, unos 11.000 millones de euros. Una cifra demasiado ambiciosa, estiman los expertos, que calculan que, como mucho, podría alcanzar los 3.000 millones.

Este temor a un nuevo impuesto se ha zanjado, en parte, al conocerse esta semana que PSOE y Unidas Podemos han dejado esta propuesta fuera del documento dirigido a la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del país, que recoge medidas para hacer frente a la actual crisis.

Pero la incertidumbre continúa en materia impositiva, como lo demuestra que otras de las consultas más realizadas por los clientes de banca privada son las relacionadas con la fiscalidad, tanto las relativas a la subida de impuestos como a la armonización de determinados tributos en las comunidades autónomas, entre los que se encuentran los impuestos de patrimonio y de sucesiones y donaciones.

«Con estas preguntas buscan asesoramiento para planificar su patrimonio de la forma más eficiente posible, atenuando el impacto de un cambio normativo que aún no está del todo claro. Sorprende que a estas alturas se piense que la subida de impuestos es parte de la solución a esta crisis», añade Rodríguez-Fraile.

Año récord

Estos movimientos se producen después de que en 2019 la banca privada batiera récords. Su patrimonio gestionado rompió por primera vez la barrera del medio billón de euros hasta alcanzar, a cierre de 2019, los 518.000 millones, lo que ha supuesto un crecimiento del 11,6 por ciento respecto al ejercicio anterior, según fuentes de DBK

Gran parte de este capital procede de la venta de empresas y de la positiva evolución que experimentaron el año pasado los mercados tras la volatilidad afrontada en 2018.

«2019 ha sido un año muy positivo para casi todas las clases de activos. Los índices mostraron rentabilidades de doble dígito en muchos casos, lo que motivó un incremento del volumen de patrimonio gestionado por la banca privada», apunta Francisco Gómez-Trenor.

Pero este crecimiento no beneficia por igual a todos los actores del mercado. Como viene ocurriendo en años anteriores, la banca universal sigue ganando peso en la cifra de patrimonio gestionado en banca privada. Concentró a finales del pasado ejercicio casi tres cuartas partes de la tarta, un 74,4 por ciento.

Esto explica que los cinco primeros puestos del ranking de entidades en España los copen bancos generalistas. A la cabeza se sitúa Santander Banca Privada con un patrimonio bajo gestión en 2019 de 119.000 millones de euros, seguido por CaixaBank Banca privada, con 73.400 millones; BBVA Banca Privada, con 72.300 millones; Bankinter Banca Privada, con 40.400, y SabadellUrquijo Banca privada, con 29.600 millones.

Estos volúmenes hacen que el segmento de banca privada sea uno de los pocos que sigue dando alegrías a los grandes bancos. Con los tipos de interés al cero por ciento y sus márgenes en caída libre, una parte importante de sus ingresos procede de gestionar las carteras de inversión de las grandes fortunas, por ello los bancos generalistas están dirigiendo sus esfuerzos a impulsar esta división.

Es el caso de CaixaBank que en julio abrirá una filial de banca privada en Luxemburgo, cuyo objetivo es captar el ahorro y la inversión que sus clientes tienen fuera de España.

La unión hace la fuerza

Los generalistas no son los únicos que quieren crecer, también la banca privada especializada desea ganar cuota de mercado a costa de la tradicional, y para ello está protagonizando procesos de compras y fusiones con los que ganar escala.

Un ejemplo es Andbank que en junio compró el negocio de banca privada de Degroof Petercam Spain con el que ha reforzado su posición en la banca de grandes patrimonios con un volumen de negocio de 12.000 millones de euros.

Esta compra se suma a la de Esfera Capital que realizó el pasado mes de marzo. También este año se ha producido la ‘conversión’ de Self Bank en Singular Bank, el primer banco privado independiente del país, según reconocen sus responsables.

Pero habrá más. La consolidación de la industria continuará, afirma Alberto Rodríguez-Fraile, ya que «con las dificultades que prevemos respecto a la creación de riqueza y al aumento de la regulación muchas entidades de banca privada necesitan una mayor masa crítica para poder competir».

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