Los turistas espaciales están listos para despegar

La revista INVERSIÓN publica esta semana que si se cumplen los pronósticos unos pocos elegidos tendrán la posibilidad de orbitar la Tierra este año

Virgin Galactic, la primera empresa de turismo espacial en salir a cotizar en Wall Street, está protagonizando un mes de febrero espectacular en bolsa. Arrancó el primer día de mes en los 18,61 dólares y el jueves 20 se movía en los 37 dólares.

Esta racha alcista se quebró el viernes 21. La acción sufrió una recogida de beneficios lógica tras un repunte tan vertical.

En su número de esta semana, la revista INVERSIÓN cuenta que la compañía fundada por Richard Branson acaba de comunicar a sus inversores que la nave espacial VSS Unity completó con éxito otro vuelo de prueba desde la estación de Nuevo México y afirmó que en pocos meses pondría punto y final al programa de vuelos de prueba.

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Esto implica que la fecha para que los turistas espaciales puedan cumplir su sueño está cada vez más cerca. Es muy posible que en 2020 veamos los primeros vuelos de esta característica.

Pero Branson no está solo en esta carrera por la conquista turística del espacio. Elon Musk, CEO de Tesla, es propietario de Space X. Esta misma semana la sociedad anunciaba la firma del acuerdo con Space Adventures, que permitirá que cuatro pasajeros orbiten por la Tierra en la cápsula Crew Dragon, que será lanzada a su vez por un cohete Falcon 9.

Jeff Bezos, con Blue Origin, es el tercero de los competidores del subsector del turismo espacial. El que actualmente es el hombre más rico del mundo presentó el pasado mes de mayo un motor de cohete y una maqueta del módulo de alunizaje Blue Moon con el que pretende hacer realidad las visitas turísticas a la luna en 2024.

Un gran paso para la humanidad que además de aportar entre 200.000 y 300.000 dólares por pasajero a la compañía de Bezos, generará nuevas oportunidades de negocio para las empresas.

Otras posibilidades

No obstante, tal y como detalla el profesor del EAE, Sánchez Galán, en las páginas de la revista INVERSIÓN, «existen alternativas menos onerosas y que se podrían acercar a las sensaciones de un turista espacial, entre las que se pueden destacar la sensación de ingravidez dentro de un avión adaptado para ello durante varias horas (alrededor de 5.000 dólares) o vuelos supersónicos entre 16.000 y 21.000 metros (cerca de los 19.000 dólares)».

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Algo menos al alcance lo tendrán quienes opten por subirse a los globos espaciales de la compañía española Zero 2 Infinity que ha proyectado lanzamientos de estas naves en las que, durante cuatro horas, cuatro turistas podrán disfrutar de la experiencia de observar la curvatura de la tierra a 36 km de altura a partir de 2021. El coste inicial rondará los 125.000 euros, aunque la idea es ir reduciéndolo toda vez se incorporen nuevos avances tecnológicos a los procesos.

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