La inteligencia artificial (IA) abre una nueva dimensión para la ESG
Su utilización es una puerta para la democratización de la inversión, pero también añade riesgos, según la IOSCO
La inteligencia artificial (IA) es una de las tecnologías que más van a cambiar nuestras vidas en los próximos años, según Bank of America. Más allá de sus usos en la medicina, su implementación en la industria de la gestión de activos puede tener relevancia para que los criterios ESG sean más accesibles.
"El uso de la IA para el análisis de datos alternativos lleva esta práctica de inversión a una nueva dimensión, aumentando las capacidades para seguir a más empresas, y encontrando cada vez información más útil", explica David Colás, experto de inversión cuantitativa en Santander Asset Management.
Y es que además del seguimiento de los informes no financieros y de datos de proveedores externos para analizar las prácticas ambientales, sociales y de gobernanza de una empresa, la IA abre un abanico de nuevas posibilidades a los inversores.
"La principal ventaja de este tipo de tecnologías es entender dónde nos situamos, saber a qué estamos expuestos, y cuáles son las relaciones verdaderas entre todos los elementos del tablero de juego", detalla a Social Investor.
En particular, Colás asegura que el aprendizaje automático ('machine learning') y, en concreto, el procesamiento del lenguaje natural (NLP) son ya "fundamentales para obtener datos fiables y útiles a la hora de tomar decisiones de inversión socialmente responsables".
El NLP permite encontrar información relevante en Internet asociada a las prácticas de sostenibilidad de una empresa, además de asociar un sentimiento a la información (positivo o negativo) y hacer seguimiento de los eventos de las compañías invertidas.
"La IA se está democratizando. No tener la capacidad de acceder y analizar fuentes de datos alternativos conlleva a una pérdida de volumen de información muy útil con la que los inversores podrían acabar tomando decisiones desinformadas", advierte el profesional de Santander AM.
En búsqueda de la eficiencia
La industria de la gestión de activos busca cada vez más aprovechar tecnologías como la automatización y la inteligencia artificial para el desarrollo de productos rentables, la generación alfa y la entrega de una experiencia de cliente personalizada.
En este sentido, no dejan de aumentar las compañías de datos y gestoras que están dando pasos en esta dirección. Una de las últimas ha sido Arabesque, que ha lanzado recientemente una nueva plataforma basada en inteligencia artificial.
Esta ha sido diseñada para automatizar la creación de estrategias de acciones activas personalizadas centradas en ESG por parte de los administradores de activos. No es baladí, ya que una de las barreras en la extensión de la inversión sostenible es su coste.
"Los problemas de sostenibilidad se están convirtiendo en una prioridad global y las nuevas tecnologías permitirán que muchos más inversores participen", según el presidente del grupo Arabesque, Georg Kell.
Algoritmos para la selección
No se trata de una solución de inversión robótica o pasiva, sino una gestión de activos completamente activa, impulsada por IA, que pronosticar el rendimiento de las acciones en 25.000 acciones diarias. Así, permite a los administradores de activos ofrecer una variedad de estrategias ESG altamente personalizadas de una manera "rentable y escalable".
Otra de las firmas que ha dado pasos en esta línea es la gestora francoalemana ODDO BHF Asset Management, que utiliza algoritmos de inteligencia artificial en su proceso de inversión temática, incluyendo los fondos sostenibles.
En el caso del fondo 'ODDO BHF Green Planet', se basa en el análisis tanto financiero como extrafinanciero, así como en algoritmos de inteligencia artificial para seleccionar a las empresas con fuerte crecimiento y capaces de generar valor en la transición ecológica, con el foco en las áreas de energías limpias, la eficiencia energética, la movilidad sostenible y la preservación de los recursos naturales.
Los riesgos éticos y de gobernanza
A pesar de las ventajas de la integración de estas tecnologías por los gestores de activos en diferentes áreas, existen ciertos riesgos asociados éticos y de gobernanza asociados a la IA, tal y como advertía recientemente IOSCO.
"El uso de IA y ML puede beneficiar a los inversores al aumentar la eficiencia de los procesos existentes y reducir el coste de los servicios de inversión. Sin embargo, también puede crear o amplificar riesgos, potencialmente socavando la eficiencia del mercado financiero", señaló la red de supervisores de mercados de valores.
En su informe 'Orientación para intermediarios y gestores de activos en el uso de la Inteligencia Artificial y el Aprendizaje Automático', IOSCO apunta las limitaciones en las funciones de cumplimiento y supervisión una vez implementadas las herramientas.
En esta línea, el experto de Santander AM hace hincapié en la importancia de contar con auditorías bajo las cuales evaluar los algoritmos, los datos y los procesos de diseño.
En cuanto a las cuestiones de privacidad, el experto enfatiza la necesidad de una gobernanza adecuada de los datos, que abarque la calidad e integridad de los mismos. La trazabilidad de los datos y su explicación forman parte de los mecanismos que garanticen los principios de transparencia.
"Para lograr una IA de confianza, es necesario garantizar la inclusión y diversidad a lo largo de todo el ciclo a través de la participación de todas las partes implicadas, incluyendo el medio ambiente y la sostenibilidad", zanja David Colás.