El 'Libro Beige' y la posible solución al rescate bancario español sientan bien
Para dar continuidad al rebote, el Ibex tiene que situarse de forma consistente por encima de los 6.800 puntos o consolidarse entre este nivel y los 6.600 puntos
Ayer se produjo una jornada de luces y sombras como ya viene siendo habitual, que acabó por decantarse por la luz, sobre todo ante el cierre americano. El BCE dejaba los tipos sin cambios y Draghi, en línea con su predecesor Trichet, se encargaba de enfriar a los mercados a pesar de que su discurso apuntaba a que la barra libre a través de nuevas LTRO (subastas a tres años) era posible.
También apuntó que se había tratado el tema de una posible bajada de tipos, pero ponía en duda su efectividad y más con la reinante falta de solución política a la crisis europea. A falta del resultado de las nuevas elecciones griegas, parece una decisión más que razonable.
Estados Unidos se apuntaba la mejor sesión del año por la publicación del 'Libro Beige' de la FED donde se apuntaba al mantenimiento de la moderada expansión económica registrada en los últimos meses de abril y mayo, aunque la cautela seguía imponiéndose.
La inflación bajo control permite pensar en el mantenimiento de los tipos de interés bajos y parece que, si fuera necesario, no habría dudas para aplicar un nuevo estímulo. A ello, se unía también la aparición de una vía de solución al problema bancario español, sin que se active de facto la intervención del país como tal. Si finalmente se acepta esta vía y cuenta con la aprobación final alemana, se podrían solucionar las caídas de la bolsa de forma global. Pero recordemos que aún estamos en la fase de las palabras y que el impulso hasta ahora es limitado.
De momento, el dólar todavía no da bendiciones técnicas, aunque mejoró su comportamiento relativo. Las bendiciones técnicas no están ni confirmadas ni son consistentes tampoco en los índices. Y como podemos seguir en una situación de elevada volatilidad, esta sensación positiva puede esfumarse en un abrir y cerrar de ojos, si aparecen declaraciones que pongan en duda la viabilidad de las solucines que se manejan.
Para hoy, la jornada nos depara una buena batería de datos macroeconómicos con subasta del tesoro, que ha salido bien. Los mercados asiáticos han capitalizado positivamente los cierres americanos y las aperturas europeas de los futuros registran avances muy moderados con la misma tónica que los futuros nocturnos americanos. La sesión va a ser importante para encarar el cierre semanal y buscar las opciones de continuidad de los rebotes y el afianzamiento de los soportes claves probados.
El dólar se ha consolidado de manera clara por encima de la cota de los 1,2500 pero sin superar la primera resistencia que presenta en los 1,2600 que tenemos como primer nivel para apoyar las opciones de rebote. Por ahora, supera únicamente la directriz acelerada que marca su corrección desde los niveles de los 1,3200 de principios de mayo. Los osciladores de corto plazo están con sesgo positivo en zona neutral, por lo que mantiene la capacidad de plantear el ataque a esta primer zona de resistencia, sin acusar sobrecompra que añada presión a la superación de la misma.
Para confirmar el impulso y ver la validación efectiva de las opciones del rebote está la zona de los 1,2800 y la banda baja del rango lateral en la zona clave de los 1,2900-1,3000, para tener opciones de cambiar de escenario. Hasta no tener superada de forma consiste esta referencia no recuperaremos el escenario lateral. De ahí, el sesgo positivo pasaría por colocarse por encima de los 1,3200. Y la zona de los 1,3500-1,3600 para tener opciones de pasar a avances a medio plazo, por donde se proyectan las actuales directrices primarias bajistas es la que necesitaría superarse de forma consistente.
Tropiezos en la superación de los primeros niveles de resistencia añadirían presión a la zona de soporte con el posterior retroceso. Si acaba por ceder el nivel de los 1,2250, tenemos el objetivo de proyección en la zona de los 1,2000, con la extensión hasta los 1,1800 como continuación.
Manteniendo como hasta ahora la correlación direccional con la renta variable, para consolidar y dar las opciones a los avances, el dólar tiene que lograr atacar los niveles de resistencia más inmediatos.
El Dow Jones se anotó la mejor subida del año al lograr el avance de un 2,37% para acabar cerrando en los 12.417 puntos. Contó con un volumen superior al de las dos últimas sesiones dentro de la baja cifra de negocio en la que se está instalado en este ejercicio. Recuperó de forma consistente el cierre, por encima de la media móvil de 200 sesiones, que se sitúa sobre los 12.270 puntos.
La vela dejada es un patrón de escape alcista que dejó el cierre superando, incluso, la banda baja de la zona de soporte de los 12.350 puntos. Ahora, debería de atacar la zona de resistencia comprendida entre los 12.500-12.700 puntos para dar opciones de continuidad al rebote y recuperar entonces el sesgo positivo dentro del lateral. Si esto sucede entre hoy y mañana, el cierre semanal quedaría con un patrón interesante que, apoyado con el giro a positivo del momento de los osciladores de corto plazo desde la zona de sobreventa, da apoyo técnico al rebote. La fortaleza del mismo se vería entonces con la búsqueda de las siguientes resistencias que permitirían volver a dar opciones a la entrada a un escenario de avances.
Para ello, debería atacar la zona de máximos anuales superando el nivel psicológico de los 13.000 puntos con la extensión a ese objetivo de los 13.300 puntos. El escenario provocaría entonces el ajuste de objetivos primero a los 13.500 puntos y su extensión para mantener la ortodoxia del mismo hasta el nivel de los 14.000 puntos.
Si falla en la superación de la zona de los 12.700 puntos, se anularía el rebote y volvería al presión sobre la zona de soportes que hora situamos entre los 12.270 puntos de la media móvil de 200 sesiones y los 12.000 puntos. Con esta referencia perdida, el sesgo del lateral nos queda en negativo y obligando a la vigilancia del nivel de los 11.700-11.500 puntos, cuya pérdida daría opciones a la entrada a un escenario correctivo de medio plazo. La referencia que nos activa el mismo la tenemos en los 11.300 puntos. Por debajo de este nivel ya se extiende a la búsqueda de los mínimos del pasado año y el objetivo amenazante de los 10.000 puntos.
De momento, nuestro sesgo por probabilidades se decanta más hacia el escenario de avances, pero las incertidumbres están ahí. La aplicación de un posible QE3 o Twist o inyección similar tendría impacto directo para cumplir los objetivos de avances que aún podrían extenderse más. Sin ello, las dudas y el escenario lateral son lo más probable con el riesgo de que, si persiste la moderación y se entra en deterioro, aparezca recesión en Estados Unidos y entonces los rangos de corrección mostrados pasan a ser los probables. Por eso, las referencias hay que tenerlas presentes para ajustar riesgo y las estrategias.
El Ibex 35 logró un nuevo avance y acabó la sesión en los 6.418,90 puntos. Al cierre, superaba la proyección de la directriz bajista acelerada y techo del canal actual correctivo y aunque no acabó en los máximos, sí que se colocaba por encima de los 6.400 puntos dentro del anterior rango de soporte que ahora actúa como resistencia. La vía del posible rescate bancario pendiente de aprobar puede sentar bien si acaba por hacerse efectiva.
Entra dentro de lo razonable, pero veremos lo que tardan en salir las voces discordantes y también la letra pequeña. Para dar continuidad al rebote, tiene que lograr situarse de forma consistente por encima de los 6.800 puntos o consolidarse entre este nivel y los 6.600 puntos. Con ello, podría atacar las primeras resistencias horizontales, que nos sirven para calibrar la fortaleza que pueda tener el rebote.
Para que tenga opciones de ir más allá, el nivel a superar está en los 7.200 puntos. Entonces, daría opción a buscar la recuperación del escenario lateral para lo que debería lograr cierres consistentes por encima de los 7.500-7.700 puntos, que ya suponen una revalorización muy significativa y que sólo se alcanzará si se soluciona el rescate bancario y no hay ningún estropicio proveniente de Grecia.
Hasta la ruptura de los 8.000-8.200 puntos no hay sesgo positivo y opción de ampliar las probabilidades para la vuelta a un escenario alcista con potencial que se daría rompiendo los 9.000 puntos.
Ahora, se ha reducido la presión sobre la zona de soporte de los 6.000-5.800 puntos que eran el objetivo de corrección. Si falla el rebote y no logra colocarse en patrón de vuelta, este nivel volverá acumular presión ya que no se habrá abandonado el escenario correctivo que predomina y en el que seguimos a pesar de los últimos avances.
Perder los soportes nos llevaría a la siguiente referencia de los 5.500-5.300 puntos que tenemos como base histórica correspondiente a los mínimos de 2002. No descartamos estas zonas si fallan las soluciones que puedan adoptarse para la crisis de la zona euro, teniendo en cuenta que alrgar los plazos sólo complica la situación.