El FOMC y los vencimientos van a dar volatilidad a la semana
Los atisbos de rebote menguaron con los cierres semanales, y el dato de confianza de la universidad de Michigan sirvió como excusa para echar el freno y dar marcha atrás, tras las jugosas subidas del jueves, que habían dejado patrones esperanzadores.
Los atisbos de rebote menguaron con los cierres semanales, y el dato de confianza de la universidad de Michigan sirvió como excusa para echar el freno y dar marcha atrás, tras las jugosas subidas del jueves, que habían dejado patrones esperanzadores. Quedamos nuevamente en un punto de mercado en que nada ha cambiado. Se mantiene la debilidad, en el corto plazo, casi con las mismas opciones a producir rebotes o ir a buscar soportes, y todo ello dentro de una tendencia de fondo positiva en los mercados fuertes.
Por el momento, la bolsa japonesa y los mercados emergentes han sido los peor parados en esta primer refriega de correcciones. La deuda ha relajado algo su tensión con la bajada de rentabilidades en los plazos largo, pero sigue siendo la primera fuente de incertidumbres ante los posibles avisos de reducción paulatina de los estímulos cuantitativos, vía compra de bonos. Los resultados de la subasta americana tranquilizaron algo los ánimos. El dólar aflojó algo su depreciación, pero su capacidad de cobertura frente a las correcciones de la renta variable se ha anulado.
La semana que iniciamos puede ser movida, tenemos reunión del G8, el FOMC y, como remate, el vencimiento trimestral de derivados, una de las triples y cuádruples horas brujas. Aderezadas por el medio, con varios índices de confianza y actividad alemanes, así como subasta de Tesoros, entre ellas el español y alemán.
La bolsa japonesa ha empezado con alzas y ha contagiado a las asiáticas que, de forma generalizada, también presentan avances. Los futuros nocturnos americanos también recuperan posiciones, y el dólar se aprecia en los cruces nocturnos asiáticos. Con los futuros europeos en positivo cabe esperar una apertura de contado, también moderadamente al alza, en una sesión sin excesivos datos.
El dólar se quedó sin atacar, por segunda sesión, el objetivo de los 1,3400, y dejo un patrón de "inside day" para cerrar la semana, que nos marca los niveles direccionales de corto plazo. La zona de los 1,3400, por arriba para más avances, y los 1,3280, por abajo, para ver algún retroceso más consistente por la sobrecompra que sigue acumulando. Por lo demás, no hay cambio de objetivos ni niveles.
La zona de los 1,3200 queda como zona de soporte débil, en tanto que mantenemos la zona de soporte, al alza, sobre el nivel de los 1,3050-1,3000, que cuenta con el apoyo de la media móvil de 200 sesiones sobre 1,3060, y la base del canal algo más por debajo. El soporte fuerte en la zona de los 1,2800-1,2700, que marca la pérdida de las opciones impulsivas al sesgar el lateral, a la baja, si llegara a ceder. El siguiente objetivo ya iría a buscar la zona de los 1,2500-1,2400, y de ahí ya volveríamos a entrar en zona correctiva, con la mirada puesta en los 1,2200-1,2000. Pocas probabilidades, por ahora, para este escenario.
Si logra pasar los 1,3400 de forma consistente, las proyecciones nos llevan a buscar niveles en los 1,3500-1,3600, con su posible extensión hasta la zona de techos del canal, que supondrían buscar niveles en los 1,3800 y que dejarían paso a la posible búsqueda de zonas sobre 1,4000-1,4100, en niveles de 2011.
El SP500 cerró con recortes del 0,59%, para acabar cerrando en los 1.626.73 puntos, sin conseguir validar el rebote, que se iniciaba al no perder el nivel de los 1.600 puntos y apoyarse en la zona de la media de 50 sesiones. Tanteó la zona de máximos de la sesión anterior, superándola de forma testimonial por encima de los 1.640 puntos, pero no alcanzaba el nivel de validación que tenemos sobre los 1.650 puntos. Congestiona, de momento, en lateral, y se mantienen las referencias en el corto plazo tras el cierre semanal.
Los 1.650 puntos siguen como la primera resistencia de corto plazo, y el nivel a superar, para validar cualquier nuevo rebote. Tras esta primera resistencia, los siguientes objetivos los proyectamos hasta la zona de los 1.680 puntos y, posteriormente, ya en los 1.700 puntos, que supondrían extenderse más allá del canal acelerado actual y buscar la antigua proyección de techos, que arrancaba en la zona de mínimos del año 2009. No pierde vigencia este escenario de avances, en tanto que no ceden como soporte zonas más importantes.
El objetivo tocado en el retroceso, en la base del canal acelerado actual de los 1.600-1.590 puntos, sigue como primer soporte. Mantenemos la referencia de soporte mayor, como posible objetivo sobre los 1.550-1.545 puntos, para un primer retroceso más significativo. Después, está la proyección del soporte más fuerte, en los 1.500-1.480 puntos, para no perder opciones en el impulso acelerado, que se refuerza al acercarse ya la proyección de la media móvil de 200 sesiones, sobre los 1.500 puntos. Perder este nivel sí que nos colocaría en lateral, con otra referencia de soporte en la zona de los 1.430-1.400 puntos que, si cediese, nos sesgaría negativamente con búsquedas a los 1.340 puntos. Si se pierde el nivel de los 1.340 puntos, sería un recorte mayor que una consolidación, y ya se entra en escenarios negativos que, por el momento, es la opción con menor probabilidad asignada, aunque se confirmen las primeras correcciones.
El Ibex35 cerró plano, sin lograr mantener los altos del día, y quedando por debajo de su apertura, provocando que la media móvil de 200 sesiones se pierda al cierre semanal y pueda actuar como resistencia en el corto plazo. Lograba salvar los 8.000 puntos al dejarse, simplemente, un 0,01%, y acabar en los 8.070,90 puntos, sin tampoco poder acabar en los máximos de la sesión. Nos deja más señales de debilidad que de fortaleza, de forma más inmediata, para el corto plazo, pero seguirá muy a remolque del resto de plazas y del comportamiento del sector bancario. La deuda y la prima de riesgo siguen de protagonistas
Necesita recuperar cierres por encima de los 8.250 puntos, primera resistencia de corto plazo. Para validar cualquier opción de rebote de forma consistente, necesitaría consolidarse por encima de los 8.450 puntos y atacando la zona clave, en el rango de los 8.600-8.800 puntos, que es la resistencia más importante en el corto plazo. Una extensión de avances al siguiente objetivo, situado en los 9.000 puntos, que nos activa el posible cambio de escenario, a medio plazo, con una extensión hasta la zona de los 9.250 puntos. Las siguientes proyecciones ya se sitúan en zonas próximas a los 9.400-9.500 puntos, y dan la continuidad a un escenario alcista a medio. Por el momento, es por el que nos decantamos, si se logran superar, finalmente, los 9.250 puntos, ya que entonces se puede proyectar una figura de vuelta de suelo mayor en puntos y en plazo temporal.
Mantenemos el soporte en el pivote los 8.000 puntos, por debajo del nivel del canal perforado. Es la primera referencia significativa a tener en cuenta, sin embargo, el nivel clave lo mantenemos sobre el soporte situado en los 7.800-7.700 puntos, en los mínimos del año. Es clave porque su pérdida puede marcar el nivel de cambio de dirección y más correcciones, ajustando entonces el escenario actual. A medio plazo, para aguantar las opciones de escenarios impulsivos la zona de soporte importante, está en el nivel de los 7.700-7.550 puntos. El sesgo direccional variaría, a negativo, si se pierde esta zona, y apuntaría ya hacia el soporte de los 7.200-7.000 puntos. Perderlo dejaría de nuevo opciones de buscar la zona de los 6.500-6.450 puntos. Después, los mínimos en los 6.000 puntos es la zona que marca de nuevo la entrada en un escenario correctivo que, por el momento, se mantiene alejada la posibilidad del mismo, y por el que no apostamo,s a pesar de los retrocesos.