El IBEX 35 ante el "Independence Day" de Cataluña
La reacción de la bolsa española tras los mínimos de la semana pasada dan a entender una lectura de no creencia firme sobre la DUI de Cataluña. Sin embargo, desde el punto de vista técnico no ha pasado absolutamente nada digno de mención
La reacción de la bolsa española tras los mínimos de la semana pasada dan a entender una lectura de no creencia firme sobre la DUI de Cataluña. Sin embargo, desde el punto de vista técnico no ha pasado absolutamente nada digno de mención. Reacción alcista muy fuerte, sí, pero solo para estrellarse ahora ante la media móvil de largo plazo que pasa por los 10.265 puntos. Normalmente cuando una media móvil tan importante como esta es rota a la baja, es testeada rápidamente en sesiones siguientes para confirmar dicha ruptura comprobando que ahora actúa como resistencia. Y eso es precisamente lo que ocurrió ayer al no poder cerrar por encima de los 10.270 puntos.
Realmente, cabe la posibilidad de que veamos en la sesión de hoy un nuevo intento de cierre por encima de la media en preparación al ataque de mañana a los 10.400, puesto que la comparecencia de Puigdemont está programada para las 18 horas de hoy y eso implica que los inversores quieran esperar. Por lo tanto, los 10.400 puntos pueden reconquistarse si efectivamente escuchamos desde el Parlament de Cataluña esta tarde sentimos una relajación en las intenciones independentistas y la palabra independencia no se escucha. Solo así veo la superación de ese nivel vital en boca de todos los analistas para ver el regreso de la tranquilidad a los mercados.
Pero si hay un lugar donde no me gustaría estar es en el pellejo de Puigdemont ante el camino sin salida en el que se encuentra. Quizas por su cabeza pase el escenario de patada hacia delante en plan que salga el Sol por Antequera como única solución viable para los intereses que persigue su gobierno. Sin duda el escenario más negativo para el mercado español donde se pondría en riesgo inmediato los mínimos de la semana pasada para dirigirse a los 9.800 puntos y con una posibilidad muy seria de continuar con las correcciones tras su correspondiente reacción alcista. Realmente nada de lo que ya no sepamos puesto que el selectivo español lleva marcando máximos y mínimos decrecientes desde hace 5 meses.
Pero siempre existe el término medio, la coherencia de los hechos y de sus repercusiones. Es imposible que el perder en unos pocos días el domicilio social de las empresas que generan la mitad del PIB de Cataluña no tenga el efecto de una bofetada en mitad de un sueño de verano. Así que lo más sensato es hacer una petición, e incluso exigir para intentar hacer otro guiño a sus socios de la CUP, de dialogo con el gobierno central que termine con un refedendum reconocido y vinculante. Al fin de cuentas, otra patada hacia delante pero de las que no dolerá a los bolsillos de los inversores puesto que permitirá al IBEX 35 no marcar nuevos mínimos y probar un nuevo intento de ruptura de los 10.400 puntos.