El oro se resiste a perder de vista los 1.500 dólares
Cuenta con una revalorización anual del 13%, pero cae un 5% desde septiembre. Esta corrección, por la relajación de las incertidumbres, podría mantenerse en el corto plazo Su objetivo ahora pasa porque estas correcciones no le alejen de los 1.500 dólares.
Hasta final de verano los bancos centrales no cesaban de aumentar sus reservas en oro dadas las incertidumbres y tensiones globales encabezadas por la guerra comercial, el Brexit, la incertidumbre monetaria y la desaceleración económica. Este cóctel provocaba que los gobiernos, con los países emergentes a la cabeza, elevasen sus compras de este metal en un 93% en tasa interanual, el mayor crecimiento de la historia. Pero la situación ha cambiado y ha pillado al metal amarillo con el pie cambiado. Es decir, han llegado las caídas.
Los inversores en oro daban por sentado que costaría ver una vuelta a la calma para las tensiones que agitaban a la renta variable y provocaban una entrada masiva de capital en los activos refugio, con el oro a la cabeza. Pero, entonces, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), pese a las bajadas de tipos de interés, declaró que no hacía falta programar recortes adicionales del dinero y que la economía marcha bien, con los salarios en subida y la tasa de desempleo en su mejor nivel desde hace más de 50 años. El Banco Central Europeo (BCE) activó un nuevo escenario de compra de activos, frenó la reducción de tipos y pese reconocer un decrecimiento económico auguró aún algo de crecimiento. La Unión Europea alcanzó un acuerdo con Londres para prorrogar tres meses el Brexit y, por último, Estados Unidos y China están emplazados a firmar la fase uno del acuerdo preliminar a final de año y parece que reducirán de forma gradual y proporcional los aranceles.
Este cambio de tendencia fue minando el precio de la onza de oro sesión a sesión, semana a semana y mes a mes. A estos hechos hay que sumar la situación del crudo. El ataque contra las torres de Aramco en Arabia Saudí con las posteriores dudas sobre la salida a bolsa de la petrolera estatal fue un acicate más para que el oro recibiese capital deseoso de encontrar refugio. Pero el estreno bursátil sigue adelante, se espera que sea el mayor de la historia de una cotizada, y el crudo no cesa de aumentar su precio gracias a la reducción de las tensiones arancelarias. Así, el West Texas, de referencia en Estados Unidos, cotiza sin problema sobre los 57 dólares y sueña con los 60, mientras que el Brent, la referencia en el Viejo Continente, ha asentado los 60 dólares por barril y empieza a tantear los 65.
Tras este giro de los acontecimientos, la situación podría haber cambiado: "Mientras que los inversores estaban descontando un movimiento directo hacia la recesión, que es a lo que los bonos, la curva de tipos y algunos, aunque no todos, datos de la economía de Estados Unidos estaban apuntando, de repente se encuentran ahora no solo con que no habrá recesión sino que incluso se podría registrar crecimiento", comentó a Bloomberg George Pearkes, estratega de Bespoke Investment Group.
Desde Bloomberg explican que los mayores rendimientos reales hacen "menos atractivo" el papel del oro como activo refugio, que en sí mismo es un activo "sin rendimiento" más allá de los beneficios que puede generar en las carteras debido al creciente stock de deuda de rendimiento negativo.
La parcela técnica también apoya la situación coyuntural
Con una situación coyuntural de este calibre, el analista de INVERSIÓN y de finanzas.com Josep Codina confirma que el oro "no ha podido consolidar la superación de los 1.500 dólares que alcanzó cuando mayores eran las dudas sobre la entrada en recesión y las bolsas sufrían correcciones, mostrando su condición refugio cuando el escenario de riesgos estaba activado". Recuerda que, incluso, llegó a superar los máximos anuales en el mercado de futuros a nivel intradiario en los 1.560 dólares pero, ahora, "ha vuelto a buscar el soporte en el nivel del inicio del último impulso sobre los 1.450 dólares".
Para Codina se confirma la reentrada "de nuevo" al canal lateral de los últimos años, vigente desde 2013 y que tiene esta resistencia de los 1.500 dólares como techo y la zona de los 1.200 dólares como soporte y con una posible dilatación hasta los 1.150. Con todo, y se mantiene por encima de los 1.400 dólares, "el sesgo del canal es positivo" y tendría opciones de atacar los 1.500 dólares. Pero también aparece una posibilidad negativa que es la zona de los 1.300 dólares, "vigente desde los mínimos de 2016", y que, según analiza Codina, "no se puede descartar "ante la mejora de la economía y la posible lejanía de la recesión".
El director de Bolsacash y escueladetradingyforex, Eduardo Bolinches, recuerda que la última reacción en el precio del oro le llevó desde los 1.266,15 dólares por onza del pasado 2 de mayo hasta los 1.556,97 dólares del pasado 4 de septiembre. Bolinches subraya que se trata de una subida de casi el 23%, "que realizó con tres impulsos dejando de esa manera una clara pauta de máximos y mínimos crecientes dentro de una perfecta canalización". Pero lo realmente "digno de destacar ahora", explica Bolinches, es que la corrección a todo ese tramo alcista se está realizando "de la misma manera": con una "excelente" canalización en donde la duda es averiguar "si con el testeo al retroceso del 38,2 por ciento de Fibonacci de todo el impulso alcista es suficiente y con ello se evita la visita a la base del canal, hoy por hoy sobre los 1.427 dólares".
Pero Bolinches tiene claro que, pase lo que pase, y con el horizonte de inversión largo placista, "toda corrección en el precio del oro es una excelente oportunidad para hacerse con el metal de manera física".