Europa sigue a su ritmo, apoyada por la debilidad del euro, mientras EE.UU. se lo piensa

En lo que llevamos de ejercicio, es que se han cumplido hasta el momento las previsiones de la mayoría, fortaleza del dólar y mejor comportamiento de las bolsas europeas frente a las americanas.

La realidad, en lo que llevamos de ejercicio, es que se han cumplido hasta el momento las previsiones de la mayoría, fortaleza del dólar y mejor comportamiento de las bolsas europeas frente a las americanas. Las expectativas del QE de Draghi se han producido, y por la evolución de los datos de empleo en EE.UU. está más próxima que lejana la subida de tipos por parte de la FED. Si bien, de momento, no hay tensiones inflacionistas, ya que el precio del crudo sigue en niveles bajos. Las rentabilidades de los bonos bajo mínimos y todo empuja a que el apetito de riesgo se desplace hacia las bolsas. Hoy, el Nikkei ha marcado máximos desde hace 5 años y puede enfilar hasta el siguiente objetivo en la zona de fuertes resistencias anteriores sobre los 20.000 puntos. 

Los mercados emergentes sufren con la apreciación del dólar, y parece que hasta ahora quine se lleva el gato al agua son las plazas europeas. Lideradas principalmente por alemana pero también siguiéndoles de cerca bolsas como la italiana o la francesa y marcando rentabilidades en los últimos meses que superan el 20%. Sus índices se benefician más de la debilidad del euro en sectores, como el químico y, especialmente, el automovilístico, que han permitido este despegue. Después, el sector asegurador también beneficiado por la evolución de las rentabilidades de los bonos en sus carteras, se apunta al carro. 

Y, por ahora, el sector perdedor es el bancario, a pesar de que a priori debería ser también un sector fuertemente beneficiado por el QE. Por ello, España sigue rezagada, todo y sus cifras macro de recuperación, y también puede pesar el ciclo electoral en que estamos tras la experiencia griega. En EE.UU. siguen rondando los máximos, a la espera de esa subida de tipos, que puede lateralizar como en pasadas ocasiones la evolución de los índices. 

En un rango amplio, previsiblemente, pero sin más factores correctivos que marquen un cambio en la tendencia de fondo, que sigue positiva, aunque para entrar en un nuevo estadio. Veremos si Europa puede forzar a que este proceso pueda darse sin mayores sobresaltos que las correcciones típicas para consolidar y digerir los avances que, además, pueden proporcionar nuevas opciones de entrada en las pruebas de niveles superados.

El dólar ha alcanzado en estas sesiones un primer nivel objetivo, marcado sobre los 1,0500, que ha actuado por el momento como soporte. Pero los rebotes no alcanzan el nivel de los 1,0700. Y para pensar en la aparición de un suelo, y que hubiera un posible cambio de escenario, deberían volver a verse niveles en los 1,1100-1,1200. Y, después, superar los 1,1500-1,1600 y por el momento las condiciones macroeconómicas no se dan para ello. Sigue estando más cerca la previsión de perder estos niveles de soporte de los 1,0500 y buscar las zona de la paridad o, incluso, niveles inferiores sobre los 0,9800 durante el ejercicio. Este es, por ahora, el escenario que se mantiene, si en EE.UU. conviven con la reducción de competitividad que ello les supone.

El SP500, testando la zona de soporte débil de los 2.040 puntas, ha aguantado y se tomaba en la sesión de ayer un respiro en las correcciones de las últimas sesiones,  que no le han permitido mantener la cota de los 2.100 puntos, tras haber marcado nuevos máximos históricos por encima de esta referencia. Comienza a aparecer sobreventa en el corto plazo, lo que puede facilitar a que actué este primer nivel de soporte, que tiene otros niveles inferiores más significativos y que pueden buscarse sin que ello suponga que se cambia el sesgo del escenario. Estos niveles los situamos entre los 2.000 puntos y los 1.970 puntos. Cerraba la sesión con un avance del 1,26%, en los 2.065,95 puntos.

Queda de nuevo pendiente de superar para validar en el corto plazo cualquier intento de rebote en la zona de resistencia de los 2.070-2.080 puntos. Después, de nuevo, los 2.100 puntos, con la extensión a los máximos alcanzados en 2.120 puntos, como siguiente objetivo para quedar de nuevo en subida libre hasta los 2.150-2.160, por donde se proyectan antiguas directrices de techos de canales anteriores.

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Mantenemos como primer soporte débil el nivel de los 2.040 puntos. Y seguimos con la zona de soporte en los 2.000-1.970 puntos, reforzándose ahora, ya contando con el apoyo de la media móvil de 200 sesiones, sobre los 2.002,75 puntos, con una clara pendiente positiva. Después está la zona de los 1.950 puntos y los 1.900 puntos, y ya por debajo los mínimos, tocados de los 1.820 puntos, que nos situarían con el sesgo negativo, dentro de un escenario lateral a medio plazo. Con zona de soporte intermedia en los 1.750 puntos, el nivel es el que nos marca la entrada en fase de corrección. Por el momento sigue presentando la menor probabilidad de ocurrencia este escenario negativo.

El Ibex35 cerró otra sesión más, recortando de forma testimonia, pero consigue mantener en el cierre el nivel de los 11.000 puntos, dejando la misma sensación de debilidad que, sin embargo, no termina de materializarse al mantenerse por encima de la última directriz acelerada de avance que arranca con lo mínimos anuales. Se mantiene por tanto la opción de acabar completando un patrón de continuación,  que debería activarse superando la zona de los 11.100 puntos y que, de cumplirse, debiera permitirle superar la zona de los máximos anuales y del pasado ejercicio. 

La debilidad del sector bancario, y que Telefónica se haya atascado igualmente en la superación de resistencias, impiden por ahora que pueda cumplirse esta proyección. Por ahora, los niveles técnicos siguen sin cambios, en una semana más a la espera de la próxima, donde se van a encarar los vencimientos trimestrales. Las opciones para mantener esta situación de patrón pasan por no perder los 10.800 puntos en la consolidación. Por debajo de esta referencia, ya sería otro escenario, manteniendo el sesgo positivo, pero con opciones de mayor lateralidad. Queda pues esta referencia extendida hasta los máximos del pasado ejercicio por los 11.250 puntos, como la clave para tomar como efectivo un nuevo impulso. Acabó la sesión con un recorte del 0,09%, para cerrar en los 11.011,80 puntos.

Para pensar en un impulso, la resistencia importante a superar para tener opciones a un nuevo tramo de avance está en los 11.250 puntos, así recuperamos el escenario de avance, superando los máximos del pasado ejercicio con la búsqueda de la siguiente referencia en los 11.500 puntos. El siguiente objetivo queda situado en los 11.800-12.000 puntos y estaría en condiciones de cumplir el objetivo del patrón de vuelta mayor que sigue vigente y que acaba su proyección entre los 12.000-12.500 puntos.

Tenemos ahora la zona de pivote en los 11.000 puntos, pero sin demasiada relevancia, más allá del corto plazo. Mantenemos el primer nivel de soporte débil sobre los 10.800 puntos para mantener la estructura de consolidación impulsiva. Después se refuerza el rango de los 10.600-10.400 puntos apoyado con la media móvil de 200 sesiones en los 10.588 puntos, como zona media del rango lateral mayor. Por debajo, la zona de soporte en los 10.350-10.200 puntos, y con los 10.000-9.800 puntos que quedan base del lateral y referencia clave, con una extensión máxima a los 9.600 puntos, que si se pierden con cierre semanal abren la entrada al lateral con sesgo correctivo hasta la zona de los 9.200 puntos. 

Por debajo, presiones correctivas sí que amenazarían la entrada en fase de retroceso, a medio plazo, que se vería confirmada con la pérdida de los 9.000-8.800 puntos. Pero, por ahora, seguimos con bajas probabilidades para este escenario de corrección, que acabaría por activarse con anulación del patrón de vuelta mayor con la pérdida de los 7.500 puntos.

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