Fibonacci. El rey de los indicadores técnicos
Fibonacci es la herramienta favorita de los traders pero conviene conocer sus secretos antes de utilizarla
Una de las herramientas más populares entre los traders son los retrocesos de Fibonacci. Deben su nombre al matemático italiano Leonardo de Pisa (1170-1240), quien definió la serie numérica que lleva su nombre (0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34…).
En esta sucesión, cada número es la suma de los dos anteriores y es particularmente importante porque al dividir cada término por el anterior se obtiene una razón constante, 1,618. Esta relación se conoce como «proporción áurea».
Cuando se produce un retroceso de la cotización, la idea es intentar predecir dónde se frenará la caída de los precios. Para ello, los traders miden la magnitud de la tendencia previa y aplican una serie de retrocesos al precio basados en la sucesión de Fibonacci.
Los cuatro retrocesos de Fibonacci
El primero de estos retrocesos es el 38,2 por ciento, que se obtiene justo al restar la unidad al 61,8 por ciento. El segundo es justo el 50 por ciento de la caída. El tercer retroceso es el 61,8 por ciento, la proporción áurea. Y el último es el cien por cien de la caída.
En estos puntos, los traders siempre van a esperar atentos a que se produzca el rebote de los precios. Si el retroceso es solo hasta el 38,2 por ciento, hay que considerar que la tendencia anterior es fuerte.
De hecho, si la cotización rebota en este punto lo más normal es que vuelva a alcanzar nuevos máximos. Pero si la caída se produce hasta el 61,8 por ciento, la probabilidad de que el precio salga al alza se reduce nada más que a un 25 por ciento.
Fibonacci. El arte de detectar puntos de entrada
Estos tres niveles son los más populares que cita la teoría, los que han convertido a Fibonacci en el rey de los indicadores técnicos.
Los retrocesos marcan niveles donde se espera el rebote, pero no implican que la cotización se tenga que detener ahí con toda seguridad. Pero quienes defienden esta herramienta consideran que existe una alta probabilidad de que esto suceda.
«Funciona muy bien y es una de las herramientas que más me gusta utilizar», explica Sergio Ávila, analista de IG. En opinión de Josep Codina, analista técnico de INVERSIÓN, «sí parece de sentido común que un retroceso hasta el 38,2 por ciento tenga más probabilidades de alcanzar nuevos máximos que si el retroceso es del 50 o del 61,8 por ciento».
Fibonacci, una técnica proactiva
En la misma línea, Roberto Moro, analista de robertomoro.com, apunta que «no solo es lógico que el precio tenga que rebotar en estos niveles, sino que es una evidencia y estoy harto de comprobarlo gráfico tras gráfico».
Al hablar de Fibonacci, Codina reconoce que es una de las técnicas que pueden ser más populares, no tanto por su efectividad real sino por ser proactiva.
Es decir, que, a priori, «nos determina niveles sobre los cuáles podemos tomar decisiones». Y esto requiere un trabajo de programación y «bakctesting» que la mayoría de los traders no están dispuestos a realizar. Por eso, muchos acaban por aceptar esta especie de verdad «vox populi» sin detenerse en comprobar con datos su certeza.
En efecto, esta popularidad se la ha ganado a pulso porque «realmente da señales en las que la probabilidad de que suceda un evento predecible en el futuro es alta», recuerda Ávila.
La huella del dinero se puede rastrear con Fibonacci
De hecho, defensores acérrimos de Fibonacci como Moro reconocen que sus grandes momentos con el trading han llegado con esta herramienta. «En determinados movimientos no solo me marca objetivos para el precio, sino soportes, resistencias y filtros para rupturas de movimientos tendenciales, es como una religión», sostiene.
Carlos Galán, director de scalping.es, tiene la certeza de que los niveles de Fibonacci funcionan. Es más, son la base de uno de los algoritmos de su sistema de trading.
Considera que su popularidad es muy justa, en la medida en que los mercados financieros están participados por personas que van dejando su huella en cada una de sus operaciones, lo que se refleja en el precio.
Es la propia mecánica de la proporción áurea, presente en decenas de ejemplos de la naturaleza, lo que hace que esto sea así. «No conozco ningún otro indicador que ofrezca una información que se aproxime ni de lejos, todos van con retraso», opina Galán.
La profecía autocumplida
Evidentemente, una teoría tan popular como la de Fibonacci también tiene sus enemigos. La mayoría de las críticas se basan en la idea de la profecía autocumplida.
Es decir, si todos los traders están esperando que la acción rebote cuando los precios retrocedan un 38,2 por ciento, al final la subida terminará produciéndose porque son los propios inversores los que compran a estos niveles.
Cuantos más inversores haya utilizado una herramienta de análisis técnico, más probable es que se cumpla. Y esta es la más popular de todas.
Codina reconoce que los retrocesos «sí pueden tener su parte de auto cumplimiento». Ahora bien, como sucede siempre en el análisis técnico o chartista, puede ser que todo el mundo vea niveles de soportes o resistencias, pero «otra cosa es que actúen cuando el precio alcanza estos niveles», recalca el experto de INVERSIÓN.
Fibonacci no es un dogma de fe
De hecho, Galán ofrece la réplica a esta idea porque si fuera cierta, «nadie podría entrar en el mercado». La realidad es que un inversor puede comprar porque hay otro que está dispuesto a vender.
Es más, hay ocasiones en las que el precio «no siempre se frena al llegar al 38,2 por ciento de retroceso, porque lo que hay que incorporar otros algoritmos en la operativa que ofrezcan más información», apunta este experto.
Por eso mismo, el mejor consejo que ofrecen los analistas consultados es no tomar este instrumento como dogma de fe.
«No se puede ser un fanático de ninguna de las herramientas del análisis técnico, y por supuesto de las extensiones y de los retrocesos de Fibonacci tampoco», argumenta Codina.
En este sentido, Daniel Pernas, socio director de DPS Trading, añade que Fibonacci, «es una herramienta muy válida y potente pero no infalible y necesita un aprendizaje para saber utilizarla correctamente».
¿En qué activos funciona mejor Fibonacci?
Además de marcar niveles operativos, los defensores de esta teoría argumentan que Fibonacci funciona igual para toda clase de activos, tanto a largo como a corto plazo y lo mismo al alza que a la baja.
Con todo, cada trader ha desarrollado su propio método respecto a los retrocesos. «En los derivados y futuros sobre índices es donde los suelo ver más proyectados», apunta Codina.
Otra cosa es en las divisas, donde los traders no disponen de datos de volumen. Ahí, Fibonacci «se puede utilizar mejor como referencia y método para complementar los análisis», recuerda el experto de INVERSIÓN.
En opinión de Carlos Galán, Fibonacci «funciona mejor cuanto más liquido es el activo, porque hay más participación de inversores». En este sentido, Ávila reconoce que utiliza más esta herramienta en el caso de acciones e índices.
Estrategia para hacer trading
La utilidad final de la teoría es poder plantear estrategias operativas para hacer trading. Según los expertos consultados, el primer retroceso después de un fuerte movimiento alcista suele ser una zona de compra casi en el 95 por ciento de las ocasiones.
Ahora bien, si el retroceso queda en las cercanías del 50 por ciento, el rebote posterior que pueda alcanzar la cotización es sensiblemente inferior y en la mitad de las ocasiones ni siquiera alcanzará el máximo anterior. En las ventas el proceso funcionaría igual pero a la inversa.
Además de esperar a ver las correcciones hasta los niveles de Fibonacci, Sergio Ávila considera que es importante «esperar que se formen suelos».
Una figura de suelo en cualquiera de los tres niveles de Fibonacci genera buenas señales de entrada
Si se confirma una figura técnica de suelo en cualquiera de estos tres niveles y se empiezan a generar mínimos crecientes tras los apoyos, se generarían «buenas señales de entrada», recalca el analista de IG.
En todo caso, ninguna estrategia será efectiva si no se acopla al estilo y personalidad de cada trader. Por eso, es importante estar en posición de medir la efectividad de manera objetiva, «sin caer en obsesiones con los niveles», recomienda Codina.
Es más, antes de usar Fibonacci, Pernas considera fundamental aprender bien las bases del análisis técnico: tendencias, soportes, resistencias o patrones.
Lo principal es saber leer el precio de la manera más objetiva posible. Aunque es el indicador más popular, Fibonacci «no es infalible, porque si lo fuera, hace años que no existirían los mercados», sentencia Codina.