Iberdrola consolida el intento de ataque a los 8,00 euros y mantiene buen aspecto técnico.
El primer intento de ataque de los 8,00 euros se saldó sin tocarlo por apenas unos céntimos, con un retroceso[…]
El primer intento de ataque de los 8,00 euros se saldó sin tocarlo por apenas unos céntimos, con un retroceso de consolidación hasta los 7,60 euros que quedan como primera referencia de soporte. En el rebote desde este nivel sí que ha conseguido superar los 8,00 euros con los máximos semanales, pero sólo se ha permitido un cierre semanal por encima de este nivel. La situación de tensión por acuerdo comercial entre China y EE.UU. pasa factura relativa ya que no le ha permitió mantenerse por encima de ese nivel y asaltar el siguiente objetivo en la proyección de los 8,60 euros. Pero por ahora su aspecto técnico no se deteriora y está consolidando esta superación por debajo del nivel de los 8,00 euros, pero lo hace en sus proximidades con esa referencia como pivote.
Iberdrola ha logrado el objetivo de los 8,00 euros que se marcaba tras la superación de los 7,00 euros al inicio de este ejercicio retomando la condición se subida libre y continuando marcando nuevos máximos históricos. Además habiendo percibido su dividendo lo que le coloca como uno de los valores más atractivos de este inicio de ejercicio dentro del Ibex.
El siguiente objetivo para el valor está en los 8,60 euros como proyección de doblar el canal de salida con el que ahora venía proyectando su avance desde los mínimos de 2018. Y después ya un ajuste al techo del canal principal desde los mínimos de 2012 que va hasta los 9,40 euros. Pero ahora está necesitando la consolidación de esta superación de los 8,00 euros que puede materializarse sin descartar un nuevo testeo a nivel de los 7,60€ previos que no modificaría el escenario actual de avances en el que sigue inmerso.
El apoyo del volumen y la consistencia en la superación de dicho nivel previo, así como la vela de intención para superar los 8,00 euros respaldan la sana subida que mantiene el valor que acumula un buen inicio de ejercicio, y que ahora presenta también una pauta ortodoxa con el volumen disminuyendo en la consolidación.
Todo el movimiento viene con el arranque desde el último impulso de finales de octubre con la corrección global de los mercados que ponían a Iberdrola en el punto de mira de los inversores al buscar el soporte de los 6,00 euros tras haber perdido la directriz de avance principal vigente desde los mínimos de 2012. Sobre todo, después de haber conseguido marcar a mediados del año pasado nuevos máximos históricos, si bien es cierto que de forma algo testimonial. El rebote desde este nivel de forma casi inmediata permitió recuperar la directriz cedida y, tras consolidar la misma, lograba situarse de forma clara por encima de los 6,30 euros para atacar los 6,60 euros y tener opciones de convertirse en más que un mero rebote técnico y presentar candidatura a un nuevo impulso. Tras el patrón de continuación de varias semanas por encima de los 6,60 euros, finalmente lo confirmaba cumpliendo su objetivo teórico tras ruptura para alcanzar los 7,00€ y afrontar las dos últimas semanas del ejercicio con corrección que no le permitió consolidar la salida testimonial en los máximos semanales de esta cota.
Después ya ha dejado confirmado el escenario de avances a medio plazo. Si el fallo se produce tras estos nuevos máximos y no logra mantenerse por encima de los 8,00 euros, la zona clave de soporte a aguantar para no volver a un escenario lateral queda alejada y está situada en los 6,60 euros-6,40 euros. De momento tiene la zona de los 7,20 euros-7,00 euros como otro soporte previo a probar sin perder opciones de continuar con el avance.
Si los perdiera y fuera a buscar esas referencias volvería a quedar dentro del lateral pasando a tener el sesgo negativo dentro del mismo si ceden los 6,20 euros. Si fuera a buscar el rango de soporte entre los 6,00 euros-5,50 euros ya habría perdido la directriz ajustada de avance, que ahora se proyecta sobre los 6,20 euros, con la que efectuamos la última canalización del valor y se situaría claramente por debajo de la principal vigente desde los mínimos de 2012 y que se ajustó con los mínimos crecientes de 2018 en torno a los 5,80 euros y que ahora ya se proyecta sobre los 6,50 euros por encima de la del canal a doblar. Ceder este nivel en cierres semanales de forma consistente marcaría el objetivo hacia la base de un lateral mayor ya con el sesgo negativo con zonas de soporte en los 4,95 euros y en los 4,70 euros, la base de este lateral que abrirían la opción a activar el escenario correctivo, que ahora con estos nuevos máximos históricos está descartado. Lo tendríamos confirmado perdiendo los 4,75 euros y con el siguiente objetivo de corrección hasta los 4,25€-4,20€. Pero estando por ahora descartado el escenario correctivo ya definitivamente superados finalmente de forma consistente y con intención los 7,00 euros sólo podría volver a plantearse con la cesión de los 6,00€. Y ello parece poco probable por ahora a la espera de ver como se produce la siguiente consolidación en el valor tras el avance sostenido que puede darse.