Ibex: ¿Dónde está el suelo del mercado?

A seis sesiones completas de cerrar más las dos sesiones de media jornada de los dos próximos lunes 24 y[…]

A seis sesiones completas de cerrar más las dos sesiones de media jornada de los dos próximos lunes 24 y 31 de diciembre el selectivo español se encuentra a 100 puntos de marcar un nuevo mínimo anual y con el agudizar más el daño infligido sobre los inversores que han apostado a lo largo del año por aprovechar las correcciones para incrementar su cartera con el pensamiento de estar haciendo una buena entrada en el mercado. Sin embargo, las presiones bajistas desde el otro lado del Atlántico junto con la incertidumbre política en España y la desaceleración económica nacional y global están presionando al IBEX 35 hacia el precipicio.

¿Pero dónde está el suelo de ese precipicio al que nos estamos acercando?

Lo primero que tenemos que hacer es confiar en los intereses de los tenedores de opciones en que no se pierdan los 8.600 puntos. Pero sin duda ese nivel es clave para saber si nos caemos o no por el precipicio. Si seguimos acercándonos a ese nivel habrá cada vez más nervios y la volatilidad subirá.

Pero la clave está más en Wall Street que en España porque si los mercados estadounidenses comienzan a marcar nuevos mínimos anuales habrá llegado el momento en el que he estado pensando desde hace casi un año cuando vimos las correcciones de enero. Será el momento de averiguar si los mercados europeos bajarán también por simpatía con los estadounidenses a pesar de estar en un ciclo distinto.

Averiguar el suelo de un mercado es una pérdida de tiempo y de dinero. Y si no que se lo pregunten a los inversores que han estado picoteando a lo largo de los últimos 20 meses. Simplemente hay que seguir al mercado, observarlo y prestar atención a un cambio en su comportamiento. Y ese cambio lo queremos en la configuración de los máximos. Cuando pasen de ser decrecientes a ser crecientes, habrá llegado el momento de cerrar cortos definitivamente y pensar de nuevo en verde.

Mientras tanto, mantener razonamientos de rentabilidades por dividendo, de niveles de PER de un dígito y que la bolsa a largo plazo siempre sube serán excusas de un inversor que se ha quedado pillado con su dinero y que no es capaz de admitir su error.

El problema está en que antes se acaba el dinero que la esperanza y cuando llegue el momento real de suelo del mercado, bien en niveles del verano de 2016 con el Brexit o del 2012 alrededor de los 6.000 puntos, ya no tendrá munición fresca con la que disparar a su presa.

Pensar en el 6.000 del IBEX parece ciencia ficción pero si Wall Street se da un paseo para digerir los excesos de las subidas de los casi 10 años que lleva subiendo, entonces pasará a ser una película de terror muy realista.

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