Ibex: la guinda de la tarta
Desde que el pasado 17 de octubre superásemos los 9.400 puntos, hemos estado peleando por conseguir una ruptura de dicha[…]
Desde que el pasado 17 de octubre superásemos los 9.400 puntos, hemos estado peleando por conseguir una ruptura de dicha zona de manera contundente ya que entonces solo pudimos alcanzarlos de manera intradiaria. Luego, el 21 de octubre logramos cerrar por encima de esos 9.400 puntos, pero lamentablemente su cierre en 9.402 no era nada contundente, de hecho volvimos a tener cierres por debajo de ellos a continuación. Y tuvimos que esperar hasta el 25 de octubre para poder ver de nuevo cierres por encima de los 9.400 puntos, que aunque superaron los máximos por cierres anteriores y tener varias sesiones consecutivas por encima de ellos, no vimos ruptura seria del nivel puesto que los máximos intradiarios del 17 de octubre no eran alcanzados.
Esos máximos intradiarios del pasado 17 de octubre se encuentran en los 9.494,50 puntos y es la guinda a la que debemos pegarle un bocado en la sesión de hoy para dejarnos un buen sabor de boca de cara al fin de semana que culminará con la repetición de las elecciones generales. Y es precisamente ahí donde nos podemos tropezar ya que muchos inversores prefieren esperar a tener encima de la mesa los resultados los resultados electorales antes de tomar la decisión de entrar en el mercado.
Por lo tanto, creo que esta es la principal causa por la que esta semana hemos tenido tan poca volatilidad más allá de la propia resistencia técnica que tapona los precios por la parte superior ya que de las primeras cuatro sesiones de la semana solo una hemos visto un cierre por debajo de los 9.400 puntos y ha sido por muy poco.
Sin embargo, reconozco que tengo una duda que no soy capaz de resolverla. Tenemos máximos históricos en la Bolsa estadounidense, tanto el Dax como el Eurostoxx en máximos multianuales y sin embargo nosotros todavía estamos peleando por superar los máximos que tuvimos este verano. Supongo que será una mezcla de factores como la indiscutible desaceleración económica, inestabilidad en Cataluña que aleja el capital extranjero y por qué no las elecciones de este domingo.
Respecto a este último punto realmente no veo mucha incertidumbre más allá de calcular el porcentaje de abstención que habrá y quién será la tercera fuerza política porque realmente a estas alturas de la película ya sabemos que el bipartidismo ha muerto y nuestros políticos están condenados a sentarse y negociar gobiernos mixtos. De lo contrario, va a ser muy divertido ver como nos piden volver de nuevo a las urnas la próxima primavera porque no quieren hacer el trabajo que los electores les hemos encomendado. Podría ser que este escenario no tan imposible sea el que retenga el dinero de los inversores a la espera de ver un horizonte sin tanta niebla, pero lamentablemente la situación en la que nos encontramos con un selectivo español que sube menos que los demás y cuando las pantallas se llenan de rojo es uno más, es la que nos toca digerir hoy por hoy.