Las bolsas esperan una intervención en el mercado de deuda

El contagio de crisis de la deuda al corazón de la eurozona se está dejando sentir. Ayer, no sólo subían la prima italiana y la española sino que también lo hacían la belga, la austriaca y la francesa de forma significativa. Las bolsas europeas recogían está tensión al igual que el dólar. Las primeras corrigiendo y el segundo apreciándose y manteniendo por ahora la correlación negativa entre la divisa americana y la renta variable.

Sin embargo, a pesar de los recortes europeos, Wall Street aguantaba bien la presión y acababa con cierres mixtos en los que se veía fortaleza en la tecnología frente al resto de sectores, con su índice representativo Nasdaq claramente en positivo. Las apuestas por la red se dirigen de forma clara a la compra de valores americanos y venta de valores europeos. Hoy no podemos descartar una sesión de menos a más en la que las bolsas siguen esperando alguna señal de intervención para poner freno a la sangría del mercado de deuda y que ello impulse de nuevo a la renta variable. Los rumores y la volatilidad van a estar pues a la orden del día.

No perdemos de vista la evolución del dólar cómo referente para las bolsas y de momento se aprecia la fortaleza de la divisa americana a la apertura de los mercados europeos, cuando se ha situado de forma clara  por debajo de los 1,3500. Si pierde los 1,3400, su siguiente nivel es el de los 1,3200, que puede llevar a buscar los soportes claves en las plazas europeas, sobre todo si ello sigue por la tarde con la apertura en Estados Unidos y también acaban por sucumbir a la presión. Ahora, la zona de los 1,3600 cuenta como resistencia de corto plazo en tanto que la importante la mantenemos en los 1,3800-1,3850  para dar opciones  a proseguir con le rebote.

El SP500 cerró en positivo con una tímida subida en los 1257,81 puntos en una jornada en la que los mínimos quedaron por debajo de la sesión anterior y los máximos en su mismo nivel. De momento, sigue defendiendo un patrón de posible continuación en formato triangular que queda por definir su ruptura por uno de sus lados para clarificar el movimiento direccional. La ruptura al alza se conseguiría superando los 1.270 puntos con un buen apoyo de volumen y de forma consistente para dejar atrás también a la media móvil de 200 sesiones que se proyecta en torno a esos niveles. La confirmación la tendríamos con la superación de los 1.300 puntos y el patrón teórico de la figura nos dejaría un objetivo la zona de los 1.350 muy próximo a los máximos anuales y estaríamos confirmando las opciones un escenario de avance con opciones de proseguir a medio plazo.

Por el contrario, si el cierre se sitúa por debajo de los 1.220-1.210 puntos, estaría rompiendo la zona baja del triángulo y la proyección se vería confirmada con la pérdida de los 1.200 puntos para buscar un objetivo en torno a los 1.170 puntos. En este caso, volveríamos a quedar dentro del lateral que en teoría el patrón de continuación a priori intenta dejar atrás. Si la se consigue señal daría presión a una búsqueda de la banda baja del lateral que tenemos entre los 1.120-1.100 puntos que nos cambian completamente el escenario a correctivo si se pierde.

El objetivo en este caso lo tendríamos en la zona de los 1.000-980 puntos y, por el momento hasta que no supere de forma consistente el nivel de los 1.300 puntos, es un escenario que seguimos sin poder descartar, sobre todo si hay un mayor desbarajuste en la zona euro del que va ser difícil resistir al contagio, aunque los gestores están apostando más por la bolsa americana y mercados emergentes para salir de evitar los riesgos de la eurozona.

El Ibex 35 vivió una nueva jornada de corrección liderada por los bancos, en la que se notó mucho la presión del mercado de deuda. Cerraba en los 8.237,60 puntos manteniendo el nivel de los 8.200 puntos que se perdían de forma testimonial en los mínimos de la jornada.

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Aunque seguimos esperando una jornada de menos a más, si perdemos esta referencia volveremos a ver la zona de los 8.000 puntos cómo aguanta de soporte dejando abiertas las opciones de atacar la banda baja del lateral de los 7.800-7.600 puntos. La pérdida estos niveles es la que nos entra en el escenario lateral con los objetivos reconocidos de los 7.200-7.000 puntos antes de los mínimos de 2009 en los 6.700 puntos.

Para dejar las opciones este escenario sólo queda la ruptura al alza del rango lateral con un nuevo intento en este momento presentamos resistencias dentro del mismo en el corto plazo entre los 8.500-8.600 puntos antes de atacar la zona clave de los 8.800 puntos que es el techo del lateral y necesitando cerrar el hueco dejado hasta los 9.000 puntos para volver a apostar por los avances. La sobreventa que se están acumulando los osciladores de corto plazo apoyan que puedan mantenerse estos niveles de soporte, pero si emerge con fuerza una tendencia bajista la sobreventa puede prolongarse sin validar las opciones de frenar. Si se logran cierres consistentes por encima de los 9.000 puntos la siguiente resistencia está en torno los 9.450-9.500 puntos que abrirían paso el objetivo de proyección del lateral en torno los 9.800-10.000 puntos con permiso de la media móvil de 200 sesiones que se proyecta sobre los 9.665 puntos. Sólo cazando estos niveles eliminamos el riesgo de correcciones si dejamos los mínimos de septiembre como un suelo de esta fase de mercado. La solución ordenada la crisis de deuda es la clave para poder apostar por este escenario.

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