Los millennials y las pensiones
Para hacer sostenible nuestro sistema de pensiones, en 2050 la tasa de sustitución se estima que tendrá que reducirse hasta niveles próximos al 50 por ciento
En estos días en los que nos encontramos en plena reivindicación de los pensionistas para defender su nivel adquisitivo, he de reconocer que me preocupan mucho más nuestros millennials y el resto de generaciones que están por llegar, dado que para mantener nuestra generosa «tasa de sustitución» por encima del 70 por ciento (el porcentaje que representa nuestra pensión con respecto al último salario cobrado antes de jubilarse), deben darse unas condiciones demográficas y económicas que se nos antojan poco probables.
Ante este panorama, me gustaría, aunque parezca paradójico al hablar de pensiones, reflexionar y preocuparnos por nuestros millennials, ya que de momento las perspectivas no son muy halagüeñas para este grupo de población, pues según la Comisión Europea, para hacer sostenible nuestro sistema de pensiones, en 2050 la tasa de sustitución se estima que tendrá que reducirse hasta niveles próximos al 50 por ciento.
Por un momento, me ha parecido bueno ver qué piensan y cuál es su visión y estrategia para afrontar esa etapa de la vida que, afortunadamente, es cada vez más larga. Al fin y al cabo, España es uno de los países desarrollados con una edad de jubilación más temprana (una media situada en el entorno de los 63 años) y cuenta con una de las esperanzas de vida más alta. Una buena noticia para todos, pero muy mala para el sistema actual de pensiones.
Una consulta realizada a millennials por la agencia de gestión de la información Nielsen revelaba que el 34 por ciento considera que ahorra lo suficiente y que está seguro de su futuro financiero -¡bien por ellos!-, mientras que el 18 por ciento de los consultados no ahorra, no sabemos si por inconsciencia o por absoluta confianza en el sistema. No obstante, lo más reseñable es que casi la mitad (48 por ciento) ahorra, pero no está seguro de su futuro en materia de finanzas. Esto es, que están concienciados de que necesitarán rentas complementarias, pero requieren asesoramiento. Y aquí es donde, a mi modo de entender, resulta indispensable un plan de pensiones individual.
He dicho plan de pensiones individual, aunque lo que me gustaría decir es Plan de Pensiones de Empleo. Me explico, no hay fórmulas mágicas para resolver el problema de la sostenibilidad de las pensiones, pero una medida necesaria para aliviar el sistema de pensiones actual sería ayudar y motivar a las empresas a constituir planes de pensiones para sus empleados. Existen muchas opciones y ejemplos en el extranjero, que demuestran que funciona que una empresa contribuya al plan de pensiones de sus empleados, aunque incluso sea en detrimento de su salario, ya que ayudará sin duda a que estos tengan un ingreso complementario en la jubilación.
Sacrificar renta disponible presente por futura es una buena manera de combatir la incertidumbre y, de paso, ese ahorro a largo plazo será muy positivo para la economía española. Pero este asunto da para otro artículo, así que mejor lo dejamos para otro día.
Un millennial debe ser una prioridad para las entidades y para sus profesionales, que deben aportar su valor añadido ayudándole a planificar su futuro. Es verdad que puede que no tenga muchos ingresos y en este momento ni siquiera esté dentro de sus prioridades el ahorrar para su jubilación, pero le sobran otras muchas cosas. Por ejemplo, tiene tiempo, tiempo para aportar, con lo que establecer un plan de aportaciones periódicas para su plan de pensiones es recomendación necesaria. Recordemos que el importe puede ser pequeño (20-30 euros al mes) y, de esta manera, puede construir un hábito de ahorro y además diversifica el momento de entrada de su inversión. Además, tiene tiempo también para mantener su inversión. Su horizonte temporal le va a permitir el poder invertir en planes de renta variable que son más volátiles pero más rentables.
Por otro lado, cabe recordar que, a partir de ahora, existe la posibilidad de poder rescatar el plan a los 10 años, sin necesidad de que ocurra ninguna contingencia, con lo que esto puede ayudar a decidirse a aquellos jóvenes que podrían ver en un plan de pensiones un instrumento demasiado ilíquido.
En resumen, creo que nuestra prioridad en estos momentos deben ser las generaciones futuras: millennials, centennials y siguientes. En ellos debemos centrarnos y tratar de concienciarles de la necesidad de disponer de un ingreso complementario en su jubilación. Estas generaciones van a tener acceso a todos los productos financieros por otros canales, pero si hay algo en el que el asesoramiento financiero como solución integral puede diferenciarse es justamente en eso, en hacerles ver esta necesidad, e incluir instrumentos de ahorro para la jubilación en todas sus planificaciones financieras.