Por qué los fondos siguen estando de moda
La industria española ha vuelto y superado los máximos históricos alcanzados en mayo de 2007
Los datos evidencian que los fondos de inversión están muy de moda. El patrimonio invertido en este producto, a cierre de 2017, se situó en 262.847 millones de euros, según los datos de Inverco, superando así su mayor nivel histórico, alcanzado en mayo de 2007. Y es que llevamos cinco años de crecimiento continuado. Solo el año pasado, el patrimonio aumentó en 27.429 millones de euros, un crecimiento del 11,6 por ciento con respecto al año anterior, y que casi duplica el registrado en 2016 (15.552 millones). Del incremento de 2017, 21.410 millones corresponden a suscripciones netas de partícipes (un 55 por ciento más que en 2016) y el resto se debe a la revalorización de los activos.
Pero, ¿por qué siguen estando de moda los fondos? ¿Qué ventajas tienen frente a otras alternativas de inversión? Sin duda, la dificultad para obtener rentabilidad en los tradicionales depósitos bancarios ha hecho que el ahorrador se incline por alternativas con gestión profesional que el inversor percibe y valora, como los fondos. Las gestoras cuentan con equipos de gestores profesionales especialistas en diferentes activos y/o mercados financieros: renta fija, renta variable, divisas... así como en la construcción eficiente de carteras combinando activos de diferente naturaleza (asset allocation). En 2017, los fondos que más crecieron fueron los globales, con un incremento de su patrimonio del 70 por ciento, llegando a los 35.366 millones.
Los inversores también aprecian otras ventajas y oportunidades en este activo: la flexibilidad, ya que permiten invertir a partir de importes reducidos (incluso desde 10 euros); una fiscalidad ventajosa, en el caso de que el inversor sea una persona física residente, que puede traspasar sus inversiones entre fondos sin retención ni coste fiscal, esto es, las plusvalías latentes de una inversión en fondos sólo tributarían en el momento de la venta en efectivo; la liquidez y transparencia diaria (el inversor puede suscribir y reembolsar en todo momento y dispone para ello de información de las inversiones de forma continuada); y la seguridad que implica que los partícipes se sientan protegidos porque son propietarios directos de los activos que forman parte de la cartera de los fondos -están segregados del balance de las entidades financieras que los comercializan- y siempre bajo la supervisión del regulador (CNMV).
Los fondos y las nuevas generaciones
En este escenario, la pregunta es: ¿seguirán los fondos estando de moda en un futuro? Mi visión personal es que sí. Por un lado, el «viejo» fondo de inversión con sus «tradicionales» ventajas es un producto de ahorro que ha demostrado tener una enorme capacidad de adaptación al cambio. La oferta se va ampliando y se va adaptando a las necesidades de los inversores. Surgen plataformas de fondos que hacen accesible la inversión on-line, los gestores persiguen nuevos motores de rentabilidad y las comisiones se reducen. Pero, sobre todo, mi visión es positiva por los millennials, esa generación de personas nacidas a partir de 1980 (la llamada generación Y) que hará de los fondos una industria creciente y competitiva.
Tengo dos hijos millennials con muchos amigos también millennials. Así que, para saber si los fondos tienen «futuro», he hecho una mini-encuesta que pone de manifiesto que el millennial es un inversor formado y exigente: su capacidad de ahorro es muy limitada, pero tienen un elevado conocimiento de las alternativas de inversión (fondos vs ETF; 'roboadvisors' vs sucursal bancaria; cuáles son los gastos y comisiones...). Además, aunque manifiestan que no disponen de recursos para invertir, por los bajos salarios que perciben, son conscientes de la necesidad de ahorrar, por ejemplo, para la pensión. Incluso los que disponen de algún recurso ya han empezado a invertir o piensan hacerlo. En definitiva, estoy convencida de que las nuevas generaciones son una auténtica «garantía» de que los fondos de inversión seguirán estando de moda y de que la industria seguirá siendo eficiente y competitiva.