Trading. Conocer cómo funciona el mercado de bonos es ganar media batalla
El mercado de bonos muchas veces pasa desapercibido pero es fundamental para hacer trading. Es donde invierten las manos fuertes y el que suele anticipar las tormentas en la bolsa
Más allá del ruido y la prisa que normalmente envuelve a los mercados, el trading emerge como un gigantesco rompecabezas donde todas las piezas tienen que encajar. Y una de estas variables habitualmente más olvidadas por los traders es el mercado de bonos.
Muchos operadores suelen centrarse casi por completo en los gráficos de renta variable a la hora de buscar tendencias y pasan por alto erróneamente la importante relación existente entre los bonos y las bolsas.
En un mundo globalizado y perfectamente interconectado, obviar las señales que diariamente manda el mercado de renta fija es uno los errores más determinantes. Por el contrario, conocer su funcionamiento supone ganar media batalla.
“Es muy importante para hacer trading porque es el mercado por antonomasia donde invierten las manos fuertes y no existe la distorsión que pueden provocar los inversores individuales.”, explica el analista de finanzas.com Josep Codina.
Los bonos también afectan al trading
En realidad, de poco sirve disponer de un sistema perfectamente testeado cuando el mercado ni mucho menos es el activo sobre el que se aplique ese sistema. La visión del conjunto ha de ser global.
La premisa de partida es que a las bolsas casi siempre les viene bien que bajen los tipos de interés. Esto supone que bajen los retornos de las inversiones libres de riesgo y los inversores tengan más incentivos para entrar en renta variable.
La relación que existe entre el precio de los bonos y el tipo de interés (o sus retornos) es inversa. Es decir, si se observa en el gráfico que sube el precio de los bonos, el tipo de interés bajará. Y la inversa.
Por eso mismo, los gráficos de los mercados de bonos suelen moverse en la misma dirección en que lo hacen los de las acciones. Es decir, sube el precio de los bonos, bajan los retornos y se revalorizan las acciones.
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Los bonos suelen anticiparse a las acciones
Lo interesante de toda esta historia es que normalmente, los movimientos en el mercado de bonos suele anticiparse al mercado de acciones.
De hecho, los bonos muchas veces suelen mandar el mensaje de que se avecina una tormenta en el mercado de renta variable. Y en otras ocasiones, cuando los traders que sí miran la renta fija detectan alguna discrepancia, evitan más de un disgusto.
En realidad, no hay nada extraño en que esto sea así, en la medida en los bonos descuentan expectativas a futuro. Y los rendimientos que ofrecen son el coste de oportunidad de otras inversiones.
El rendimiento de los bonos también indica su riesgo, y a mayor riesgo mayor tasa de interés. Esto tiene que ser compatible con una caída de la bolsa. De otro modo, los inversores en bonos tendrían incentivos para pasarse a la renta variable si esta sube, ya que están asumiendo con sus bonos un mayor riesgo con los tipos al alza.
El mercado de bonos como reflejo de las expectativas
Por eso mismo, la situación en la que se producen fuertes caídas en los precios de los bonos pero estas no vienen acompañadas con descensos similares en las bolsas indica una asimetría en la percepción de los riesgos de mercado. Y como al final todo tiende al equilibrio, suele avanzar una corrección mayor en renta variable.
Igualmente, como recuerda Codina, “en el mercado de bonos se dilucidan las estructuras de las curvas de tipos y las previsiones de subidas y bajadas por parte de los bancos centrales”.
Es importante seguirlo en el día a día y en las perspectivas a largo plazo, ya que refleja las expectativas de crecimiento e inflación.
La relación de los bonos con las ‘utilities’
Un caso particularmente importante es la relación entre los bonos y las ‘utilities’ o grandes compañías de servicios públicos, como las eléctricas o los operadores de gas.
Estas empresas necesitan desplegar grandes infraestructuras y hacer fuertes inversiones, por lo que son muy dependientes de los tipos de interés a largo plazo.
Por eso mismo, su comportamiento suele ser muy parecido al de los bonos, y de hecho, muchos inversores las consideran una especie de “proxy” o indicador de aproximación, ya que anticipan lo que puede pasar en los mercados de deuda.
Una subida de tipos puede lastrar sus cuentas de resultados. Por eso mismo, cuando se aproxima una tormenta bursátil, no resulta extraño que las primeras escaramuzas se produzcan en las ‘utilities’, luego en los bonos y finalmente a todo el mercado.