Los españoles piden que se mantengan los incentivos fiscales a los planes de pensiones
Primero fueron las entidades financieras, después los partidos de la oposición y ahora son los ciudadanos los que se oponen al proyecto del Gobierno de eliminar los beneficios fiscales a los planes de pensiones privados
Así lo recoge la VIII Encuesta del Instituto BBVA de Pensiones, que, bajo el título ‘El impacto del Covid-19 en las perspectivas de ahorro y jubilación’, establece que al 47% de los españoles les parece mal la propuesta del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, de reducir las ventajas ficales de los planes de pensiones individuales, mientras que un 31% suscribe esta decisión.
José Luis Escrivá anunció en marzo, poco antes de que estallara la pandemia del coronavirus, la decisión del Gobierno de incentivar fiscalmente los planes de pensiones de empleo a costa de eliminar los beneficios fiscales de los planes de pensiones privados.
Con ello pretende ahorrar a la Seguridad Social cerca de 2.000 millones de euros al año, que es lo que cuesta al Estado la desgravación fiscal de los planes individuales.
Medida poco efectiva, en opinión de Gonzalo Núñez, profesor del Centro de Estudios Financieros y director del Departamento Laboral de Bardají-Honrado Abogados.
A su juicio, “aunque es necesario potenciar los planes de empleo, ello debería ser compatible con el mantenimiento de los actuales incentivos a los planes privados, que es preciso que sigan existiendo como complemento a unas pensiones públicas que, sin una reforma adecuada del sistema, pueden no garantizar en un futuro la suficiencia económica de quienes finalizan su actividad tras una carrera laboral cada vez más prolongada”.
También desde el Partido Popular se muestran contrarios a esta medida. Según el diputado del PP Tomás Cabezón, “el ministro Escrivá se equivoca enfrentando el segundo pilar de la Seguridad Social -planes de pensiones de empleo- con el tercero -planes de pensiones individuales-".
En su oinión, "hay que fortalecer el segundo pilar, pero sin denostar el ahorro privado, si solo fortalecemos el segundo pilar podríamos dejar fuera a los autónomos y a las pymes, que representan el 80% de las empresas del país”.
Garantizar la supervivencia del sistema. Tras el desconfinamiento, esta medida sigue sobre la mesa de Escrivá junto a otras con las que pretende hacer sostenible el actual sistema público de pensiones y reducir el déficit de la Seguridad Social, que en 2019 supuso el 1,3% del PIB y alcanzó los 16.000 millones de euros. Entre estas medidas destacan:
- Desincentivar las jubilaciones anticipadas y equiparar la edad real de jubilación a la edad legal. El año pasado la edad media real fue de 64 años y cinco meses, cuando la edad legal era de 65 años y 10 meses.
- Otra medida propuesta por Escrivá es separar las fuentes de financiación de las pensiones, costeando a través de los Presupuestos Generales del Estado las políticas activas de empleo, las prestaciones por cuidado de hijos, las subvenciones a regímenes especiales y los gastos de funcionamiento del sistema.
- Compatibilizar el trabajo con la jubilación y aumentar el número de años para contabilizar el monto de las pensiones son otros de los cambios que baraja Escrivá.
Pacto por las pensiones. Todas estas iniciativas tendrían que consensuarse en el seno de la Comisión del Pacto de Toledo para poder alcanzar un acuerdo al que Escrivá ya ha puesto fecha: “Antes de que acabe el año”.
Otra de las inquietudes de los ciudadanos recogidas en la encuesta elaborada por el BBVA es que se va a producir una congelación de las pensiones. Así, el 31% de los encuestados considera que es “muy probable” que esta congelación se produzca en los dos próximos años, mientras que el 29% la considera “probable”.
Esta certeza contrasta con la posición de José Luis Escrivá que esta semana ha descartado en el Senado que se lleve a cabo un recorte en las pensiones a pesar de la recesión económica en la que estamos inmersos. Aseguró tajante “la duda ofende. No vamos a recortar en ningún caso”
Ahorrar para la jubilación. Pero esta afirmación no convence a todos. Según la encuesta, la pandemia ha concienciado a los ciudadanos de que tienen que ahorrar para complementar la pensión pública si no quieren perder poder adquisitivo cuando se retiren.
- Tres de cada diez encuestados afirman que sus comportamientos de ahorro e inversión van a cambiar como consecuencia de la crisis.
- Un tercio reconoce que ya ha comenzado a ahorrar para su jubilación y tres cuartas partes (76%) de quienes no lo han hecho, consideran conveniente hacerlo.
- Y uno de cada dos que ahorra para la jubilación declaran hacerlo a través de un plan de pensiones (50%) y como segunda opción destacan los depósitos y las libretas de ahorro (28%).
Ahorro más que justificado, a juicio de Jesús Pérez, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles, si se tiene en cuenta que el incremento del desempleo originado por la actual crisis “aumentará aún más el desequilibrio crónico de la Seguridad Social”.