Jubilación. El colapso de la Seguridad Social desespera a los nuevos pensionistas
Hay jubilados que tienen que esperar más de un mes para cursar su prestación
La Seguridad Social está colapsada. Si antes de iniciarse la pandemia su plantilla ya era escasa, tras la crisis económica generada por el coronavirus la situación se ha vuelto insostenible.
Además de afrontar su trabajo cotidiano, los funcionarios deben atender las tramitaciones de las prestaciones sociales concedidas tras la crisis, las de los ERTE y las derivadas del ingreso mínimo vital. Esta tormenta perfecta ha originado un retraso superior a un mes en la tramitación de las pensiones de jubilación, cuando antes se solventaba, como máximo, en 15 días. Los nuevos pensionistas están desesperados ante esta situación.
La demora está influyendo en las cifras de las pensiones y así lo han reconocido fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en un comunicado. De enero a julio de este año han causado alta 293.752 nuevas pensiones, un 14,8% menos que en el mismo periodo del año pasado.
Achacan esta merma a la elevada mortandad de personas mayores originada por la pandemia, al cierre de oficinas en los meses de estado de alarma, que dejaron de prestar atención presencial durante semanas, lo que aumentó la lista de espera, y a la situación de confinamiento, que hizo que muchos ciudadanos postergasen sus gestiones con la Seguridad Social.
También para Isabel Casares, secretaria general de la Organización de Consultores de Pensiones (OCOPEN), el cierre de las oficinas de la Seguridad Social ha sido determinante en la caída del número de pensiones en el primer semestre del año y reconoce que el retraso administrativo en la tramitación de las pensiones que se está generando en la Seguridad Social lo están sufriendo muchos jubilados que necesitan sus pensiones para vivir.
Cita presencial, misión imposible
Lo que todos reconocen es que la Seguridad Social está saturada, los funcionarios no dan abasto y conseguir una cita presencial se ha convertido en una misión casi imposible.
Hasta el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha reconocido que esta tesitura es insostenible y admitió la “difícil situación” por la que atraviesa la plantilla de la Seguridad Social debido a su exceso de trabajo.
Achacó parte de este estado a que no se han reforzado las vacantes que se han producido durante los últimos años tal como debería haberse hecho.
¿La solución?
Para paliar este problema, la Seguridad Social ha subcontratado a trabajadores, pero no son suficientes, por ello ha previsto contratar el próximo año a 550 nuevos funcionarios.
También escasos, en opinión de los sindicatos, que consideran que los planes de futuro del ministro no ofrecen una solución a corto plazo para atender todas las demandas que están ahora en ‘lista de espera’.
Mientras se adopta una solución rápida y eficaz, la documentación para tramitar las pensiones de jubilación sigue llegando a las ventanillas y a los ordenadores de unos funcionarios, que, según los sindicatos, “no pueden dar más de sí”. Entre tanto, miles de recién jubilados esperan, preocupados por la demora, tramitar su pensión.
Las pensiones en cifras
Según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la nómina mensual de las pensiones contributivas de la Seguridad Social ascendió el 1 de agosto a 9.904,02 millones de euros, lo que supone un incremento del 2,3% respecto al mismo mes del año pasado.
En esta nómina se abonaron 9.777.556 pensiones contributivas, 10.506 prestaciones más que en julio.
Dos tercios de la nómina se destinaron al abono de las pensiones de jubilación, cuyo montante ascendió a 7.092,19 millones de euros. Esta cuantía ha crecido un 2,87% en los últimos doce meses.
La pensión media del sistema, que comprende las distintas clases de retiro -jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y a favor de familiares-, aumentó en el último año un 2,07%, hasta situarse en agosto en 1.012,94 euros mensuales.
La pensión media de jubilación fue de 1.164,31 euros, un 2,15% más que el año pasado.