¿Qué necesita el IBEX-35 para recuperar el impulso?

Iberdrola e Inditex, valores que normalmente sirven como contrapeso cuando falla el sector bancario, no están cumpliendo su papel

Media España ha entrado esta semana en la fase 1 del plan de desescalada del Gobierno de Pedro Sánchez. El pequeño comercio ha subido la persiana -con restricciones- y, aunque todavía queda mucho para la reapertura total, la actividad económica empieza a recuperarse y a adaptarse a la ‘nueva normalidad’. Sin embargo, la bolsa española no ha recibido con buen pie el fin del confinamiento.

Su principal índice, el IBEX-35, sigue acumulando pérdidas que superan el 30% este ejercicio. Y es que, aunque la maquinaria de la economía empiece a girar, la incertidumbre y las características del propio indicador no le permiten dar ese empujón que necesita para su recuperación. O no al menos a corto y medio plazo.

“El peso de las empresas que componen el índice, en este caso el IBEX-35, es lo que marca la dirección que toma”, explica Gonzalo Lardiés, gestor de renta en Andbank, que remarca que existe un excesivo peso de la banca en el selectivo español.

Pero a este aspecto hay que añadir que compañías que tradicionalmente han servido de contrapeso, como Iberdrola e Inditex -juntas suman casi la tercera parte del indicador- ahora no están cumpliendo con este papel. “Ninguna de las dos está teniendo el brillo de años anteriores y este es el principal problema”, indica Lardiés.

La energética estaba en máximos históricos en febrero, pero la crisis del coronavirus la ha llevado a corregir hasta un 20%. El gigante textil de Amancio Ortega ha perdido este mismo porcentaje y, además, está expuesto a todas las incertidumbres a nivel global. "Habrá que ver cómo funciona el consumo discrecional, cuándo abrirán las tiendas y qué volumen de ventas tendrá", indica Lardiés.

En su opinión, la recuperación del IBEX-35 pasa por la mejora del sector financiero, en concreto, de BBVA y Banco Santander, y las dos compañías mencionadas. "Juntas suman prácticamente el 50% y en ellas está la clave de si el índice puede recuperar los niveles anteriores o realmente puede encontrar un comportamiento peor respecto a otros índices de países desarrollados", concluye.

El lastre del turismo

El turismo es otro de los lastres del parqué madrileño. "No solo se ve afectada IAG, sino también otras como Ferrovial, que opera varios aeropuertos", recuerda Miguel Ángel Bernal, profesor de la Fundación de Estudios Financieros. Y, además, señala que muchas cotizadas dependen en gran medida de Iberoamérica, como es el caso de BBVA, cuya filial mexicana ha perdido un 20% de su valor. "Tenemos una especie de gran tormenta perfecta sobre el IBEX-35 que hace que seamos el peor índice bursátil de Europa", asevera.

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También influye la falta de empresas industriales fuertes en el índice, con el que sí cuentan por ejemplo otros indicadores como el DAX alemán. "La vuelta a la normalidad de un sector industrial es muchísimo más fácil que la vuelta del sector hostelero", añade Bernal.

Tomando el ejemplo alemán, mientras que el principal índice de Frankfurt tiene gigantes manufactureros como Volkswagen, Daimler, Siemens y Bayer, el IBEX-35 solo tiene, como grande del sector, a Inditex.

En medio de la incertidumbre, la solución depende de los propios accionistas. "Para que la bolsa pueda tomar impulso, los inversores deben tener confianza en que España tendrá una buena salida de la crisis sanitaria en primera instancia y de la crisis económica en segundo lugar", asegura Sergio Ávila, analista de IG Markets.

Y ahora mismo el miedo a una segunda oleada de contagios, como ha ocurrido en otros países como Alemania, China o Corea del Sur, está muy presente, así como también el temor a una profunda recesión económica.

Oportunidades

El profesor de Estudios Financieros es pesimista respecto a la situación actual. "La oportunidad existe para inversores a largo plazo, para aquellos que aguanten el riesgo, y ese tipo de inversores escasean en España", afirma.

"El precio de algunos bancos es muy apetecible y funcionará para aquellos que compren, que se sienten encima de la cartera y que esperen cinco años", añade. La bolsa española puede verse beneficiada a largo plazo con la apertura de la economía y la vuelta a la actividad, así como también por la posibilidad de verse arrastrada por otros índices europeos y americanos. Sin embargo, "a corto y medio plazo, es un índice mucho más débil que sus homólogos", señala Ávila.

"El precio de algunos bancos es muy apetecible y funcionará para aquellos que compren, que se sienten encima de la cartera y que esperen cinco años"

Pero no es solo una cuestión técnica sino también política. Miguel Ángel Bernal habla de una “inseguridad política” que está perjudicando a España a todos los niveles: "Tenemos un problema político en estos momentos, que lo estamos viendo día a día y que nos penalizada claramente".

El Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos no gusta a los mercados, entre otras cosas, por la posibilidad de que suba los impuestos como medida recaudatoria para salir de la crisis. "No sabemos muy bien el enorme déficit que este Ejecutivo ha ido acumulando por dos causas: el coronavirus, que le pasa a todos los países, y otra por sus famosos viernes sociales. Esto puede incidir en la fiscalidad de las empresas. Un alza del impuesto de sociedades puede perjudicarlas". Y, de rebote, a su valor en bolsa.

En comparación, el comportamiento de Wall Street ha sido más positivo. La pandemia se llevó por delante todas las subidas logradas desde que Donald Trump llegó a la presidencia de los Estados Unidos, pero los índices se han recuperado desde los mínimos de febrero.

"Esa recuperación está basada en cinco grandes compañías tecnológicas que pesan un 26% en el índice. Unido al sector farmacéutico, que pesa otro 15% y que también mejora, entre ambas pesan un 41%", afirma Lardiés. Pero igual que en España, su sector financiero sufre y, en lo que llevamos de año "ha perdido un 40%", concluye.

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